Las colombianas son difícilmente resistibles: Quim Gutiérrez, protagonista de La cara oculta

Mientras Quim es elegido como uno de los hombres más guapos e interesantes en su país, en Colombia en su cuarta semana en cartelera, ‘La cara oculta’ es la más vista.

La película que ha dado a conocer en Colombia a Quim Gutiérrez Ylla, uno de los galanes de moda del cine en España: ‘La cara oculta’, ya se acerca a los 500.000 espectadores. Mientras Quim es elegido como uno de los hombres más guapos e interesantes en su país, en Colombia en su cuarta semana en cartelera, ‘La cara oculta’ es la más vista.Si bien el nombre de Quim se ha hecho famoso por la producción que contó con el respaldo de Fox, su trayectoria en el cine español es muy respetada. En la segunda película que rodó, ‘Azul oscuro, casi negro’, que recibió tres Premios Goya, el español obtuvo el Premio Revelación, y se ganó el respeto de los críticos en los festivales de cine de Nueva York y Venecia.En ‘La cara oculta’, Quim interpreta a Adrián, el director de la Orquesta Filarmónica de Bogotá. Además del “esfuerzo” que conllevó para él, dejarse amar por tres mujeres, interpretadas por las colombianas Martina García y Marcela Mar y la española Clara Lago, tuvo que aprender en seis clases de piano lo que se obtiene en diez años de conservatorio.¿Qué le aportó el Goya a su carrera?Lo que consigues con el Goya es que la gente te ubique, te sitúe, especialmente con el revelación, que es el primero. La industria española tampoco es tan potente, se están haciendo cosas buenas, pero es un momento crítico a nivel mundial. Tengo la suerte de poder seguir trabajando con frecuencia en cosas interesantes. Aspiro a defender mi carrera a través de mi trabajo, haciendo cosas distintas, como ‘La cara oculta’ mi primer thriller psicológico puro y duro.¿Esperaba la acogida que ha tenido en Colombia?Cuando estuvimos rodando, hace un año y medio, pude ir muy poquito al cine porque trabajamos al tope. Me dejo guiar por la opinión de Andi Baiz y del equipo, que me han dicho que tiene una aceptación excepcional, que es un auténtico éxito.Segunda vez que trabaja con Clara Lago, ¿fue bueno repetir? Trabajamos juntos en ‘Primos’, pero prácticamente no compartimos ni un solo plano, así que es la primera vez que trabajamos de verdad y la experiencia es maravillosa, Clara es una actriz increíble y su trabajo es portentoso, una calidad al alcance de muy pocas actrices y no sólo las jóvenes. Pero ella siempre estuvo al otro lado de vidrio, usted tuvo más interacción con Martina, ¿cómo fue ese trabajo?Tuvimos una muy buena relación desde el principio, cuando coincidimos, porque primero empecé a rodar con Clara por mi agenda de rodaje. Y desde que empecé con Martina tuvimos una muy buena situación creativa juntos, tanto que nuestros personajes empezaron a crecer. Fue un auténtico lujo trabajar con Martina, es una chica que tiene una mirada cinematográfica potentísima, es muy fácil enamorarse, como le tocaba a mi personaje.¿Cómo manejó los desnudos con Martina?(Risas) Es la primera película en la que me he desnudado más. La complicidad que tuvimos con Martina facilitó muchísimo este tipo de rodaje, el contenido sexual no es un aderezo, es esencial para que el personaje de Clara, que está al otro lado del espejo, reaccione como tiene que reaccionar. Las escenas están en su punto justo y bellísimamente rodadas. Y fue cómodo y hasta divertido rodarlas con Martina. Es una chica facilísima en este sentido, se toma las cosas muy fáciles para rodar y fue muy cómodo.¿Cómo llegó a Andi Baíz?Es una de las suertes que he tenido, es una maravilla de persona, nos encontramos por casualidad, porque la preproducción de la película dio muchas vueltas. Fuimos a cenar en Madrid y me habló de una película muy bonita para la que aún no encontraba un protagonista. Me llamaron y desde que llegamos a Colombia Clara y yo fue un disfrute. Nos faltó fue tiempo para disfrutar más de Andi, del clima que crea con sus actores, de su libertad, la que se ofrece a sí mismo y la que nos ofrece a nosotros, constantemente nos está poniendo retos, que a veces es un quebradero de cabeza, pero yo prefiero un director que se cuestione cosas. Además tiene un talento para rodar este tipo de género. ¿Cómo descifra a Adrián?Es un tío complejo que tiene muchas fachadas y defensas. Es muy hermético, con poca capacidad de expresión de sus emociones, pero al mismo tiempo capaz de dirigir una Filarmónica donde canaliza esa energía, esa pasión. Es un contraste interesante y que se puede extrapolar al resto de relaciones que tiene con Belén, Fabiana y Verónica.¿Se merecía su suerte?Es un personaje que da miedo, pero más que nada es víctima de sus miedos y sus inseguridades, que lo hacen dudar de su relación con Belén y es lo que lo lleva a perderla. La historia de la película tiene que ver con lo imprevisible y cómo reaccionamos ante ello. Hay búnkers metafóricos en nuestras vidas y lo único que podemos hacer es reaccionar ante dramas como que desaparezca tu chica. ¿Cómo se preparó para ser director de una orquesta creíble?Con respeto, mucho miedo y dedicación (risas). Tuve la asesoría del que era el director asistente de la Filarmónica de Bogotá. Fue un guía brutal. Tuve clases con un profesor de piano e intenté aprenderme las partituras con máximo cuidado y luego me enteré del ritmo. Nuestro trabajo de actores consiste en lograr en muy poco tiempo aparentar que dominas un terreno, que sin duda no es el tuyo, y a mí me apasiona hacer ese tipo de cosas. Tuve que ponerme delante de un grupo de músicos que eran de verdad, no figurantes. Es algo mágico y hay que asumirlo con mucho respeto por su trabajo. No se trata simplemente de mover una manita y hacer ver que eres director. ¿Y alguna Belén real le roba el sueño?Suelo ser muy discreto con mi vida personal. Lo que sí puedo decirles es que las mujeres colombianas me parecen difícilmente resistibles, son muy atractivas y no sólo a nivel visual.Éxito de ‘La cara oculta’La película del director caleño Andi Baiz se ha mantenido como líder de taquilla durante cuatro fines de semana consecutivos. Ya acumula US$ 1,8 millones en recaudo, cifra que muy pocas películas colombianas consiguen. La película, vendida a 16 países, narra la historia de Adrián, un director de orquesta, y su novia Belén, quienes se ven muy enamorados. Pero cuando ella empieza a dudar de su fidelidad, desaparece sin dejar rastro. Afligido, Adrián encuentra consuelo en una camarera, Fabiana. Pero a medida que la pasión entre ellos crece, las preguntas sobre la desaparición de Belén afloran.