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La periodista bielorrusa Svetlana Alexievich es la nueva pluma universal

La periodista bielorrusa Svetlana Alexievich es la nueva Premio Nobel de Literatura. Tributo a una reportera censurada.

9 de octubre de 2015 Por: AFP.

La periodista bielorrusa Svetlana Alexievich es la nueva Premio Nobel de Literatura. Tributo a una reportera censurada.

La cronista de la cruda realidad del imperio soviético, la bielorrusa Svetlana Alexievich es la nueva pluma universal que se consagra con el Premio Nobel de Literatura.  La periodista de 67 años se ha destacado por retratar el imperio soviético de Chernóbil  y  Afganistán en unos libros ausentes en las librerías de su país, que no le perdona su visión del “homo sovieticus” incapaz de ser libre.  Su obra, rica en testimonios recabados con paciencia a lo largo del tiempo, está traducida a varios idiomas, aunque poco al español.  ‘El fin del hombre rojo o la era del desencanto’, un retrato sin concesiones aunque compasivo del “homo sovieticus” más de 20 años después de la implosión del imperio, recibió en 2013 el premio Medicis al ensayo en Francia. “Conozco bien a aquel 'hombre rojo: soy yo, la gente que me rodea, mis padres”, explicó en una ocasión. “No ha desaparecido. Y el adiós será muy largo”, anotó.   Por eso siente “respeto” por los ucranianos que con sus protestas expulsaron del poder al expresidente prorruso Viktor Yanukovich en 2014. “Hoy el modelo para todos es Ucrania. Su deseo de romper por completo con el pasado es digno de respeto”, opinó la Nobel.  “Pienso que el imperio aún no ha desaparecido. Y personalmente -dijo- tengo la inquietante impresión de que no desaparecerá sin derramamiento de sangre”. Nacida el 31 de mayo de 1948 en el oeste de Ucrania en una familia de maestros rurales, diplomada de la facultad de periodismo de la Universidad de Minsk, Svetlana Alexievich trabajó en los años 1970 en la rúbrica de cartas al director de Selskaya Gazeta, el diario de los koljós soviéticos.  Ahí comenzó a registrar en su grabadora los relatos de mujeres que combatieron durante la Segunda Guerra Mundial. Ellas inspiraron su primera novela: ‘La guerra no tiene cara de mujer’.  “Todo lo que sabíamos de la guerra fue contado por los hombres (...) ¿Por qué las mujeres que han soportado este mundo absolutamente masculino no defendieron su historia, sus palabras y sus sentimientos?”, se interrogó.  A   Alexievich la acusaron de “romper la imagen heroica de la mujer soviética” y su libro tuvo que esperar a la Perestroika para ser publicado en 1985. Con él alcanzó la fama en toda la Unión Soviética y el extranjero.  Desde entonces recurrió siempre al mismo método para sus novelas documentales, entrevistando durante años a gente con experiencias dramáticas: soldados soviéticos de regreso de la guerra en Afganistán (‘Los ataúdes de zinc’) o suicidas (‘Embrujados por la muerte’). “Vivimos entre verdugos y víctimas, los verdugos son difíciles de encontrar. Las víctimas son nuestra sociedad, y son muy numerosas”, declaró Alexievich sobre los protagonistas de sus libros.  Tras la catástrofe nuclear de Chernóbil en 1986, la escritora trabajó durante más de 10 años en ‘Voces de Chernóbil’  (1997), uno de los dos libros traducidos al español,  con ‘La Plegaria de Chernóbil’. Incluye testimonios de hombres enviados a trabajar a la central y de otras víctimas de la tragedia.  La Bielorrusia de Alexander Lukachenko, uno de los países más afectados por las consecuencias de Chernóbil, donde el tema sigue siendo tabú, ha prohibido su libro. Según la Nobel, su obra “no gusta” al presidente en el poder desde hace más de 20 años. “Vivimos bajo una dictadura, hay opositores en la cárcel, la sociedad tiene miedo y al mismo tiempo es una vulgar sociedad de consumo, la gente no se interesa por la política. Es una época difícil”, resumió la escritora en una entrevista en 2013.  Los intelectuales bielorrusos tampoco aprecian las opiniones de esta mujer que por un lado reivindica la “cultura rusa” de la que ellos buscan distinguirse y por otro vive la mayor parte del tiempo en Europa occidental, por la que ellos sienten una mezcla de atracción y repulsión. Con este premio, el régimen de Minsk “estará obligado a escucharme. Hay tantas personas cansadas que ya no tienen la fuerza de creer. (El galardón) puede significar algo para ellas”, afirmó Alexievich al diario sueco Svenska Dagbladet.  “Es una recompensa no sólo para mí, sino también para nuestra cultura. Es difícil ser una persona honesta, pero no hay que hacer concesiones ante el poder totalitario”, puntualizó.  Alexievich sucede al novelista francés Patrick Modiano, ganador en 2014, y recibirá una recompensa de ocho millones de coronas suecas (860.000 euros,  unos US$ 973.000). “Durante los 30 o 40 últimos años, Svetlana dedicó su tiempo a la cartografía del individuo soviético y postsoviético. Y presenta una historia de las emociones, una historia del alma”, dijo Sara Danius, secretaria de la Academia Sueca. Ganadores del Nobel Estos son los últimos ganadores del Premio Nobel de Literatura 2015: Svetlana Alexievich (Bielorrusia) 2014: Patrick Modiano (Francia) 2013: Alice Munro (Canadá)2012: Mo Yan (China) 2011: Tomas Tranströmer (Suecia) 2010: Mario Vargas Llosa (Perú) 2009: Herta Müller (Alemania) 2008: Jean-Marie Gustave Le Clezio (Francia) 2007: Doris Lessing (Gran Bretaña) 2006: Orhan Pamuk (Turquía) 2005: Harold Pinter (Gran Bretaña) 2004: Elfriede Jelinek (Austria) 2003: J.M. Coetzee (Sudáfrica) 2002: Imre Kertész (Hungría) 2001: V.S. Naipaul (Gran Bretaña) 2000 Gao Xingjian (China)1999 Günter Grass (Alemania)1998 José Saramago (Portugal) 1997: Dario Fo (Italia)1996: Wislawa Szymborska (Polonia)1995: Seamus Heaney (Irlanda)

 

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