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La guía definitiva para quemar la 'tusa' con el año viejo

¿Está cerrando el 2016 con una pena que lo tiene "flaco, ojeroso, cansado y sin ilusiones"? Entonces, no deje de leer esto.

11 de diciembre de 2016 Por: Redacción de El País

¿Está cerrando el 2016 con una pena que lo tiene "flaco, ojeroso, cansado y sin ilusiones"? Entonces, no deje de leer esto.

Si usted es uno de los hombres que conducen y cantan a todo pulmón “Yo no nací para amar”, de Juan Gabriel. O si es de las mujeres que escuchan hasta quedarse dormidas las canciones de Adele y cantan con ella “Send my love to you new lover” para fingir que superaron el duelo por su más reciente desamor,  es hora de ponerse en paz con el 2016 y abrir las puertas de un 2017 mucho más sano. 

Recuerde las palabras de ‘Comer, Rezar, Amar’, uno de los libros clásicos para superar un mal de amores: si deja su obsesión por esa persona y abre algo de  espacio vacío en su mente, el universo entrará y hará maravillas allí.   

Pero no todo es malo en el desamor. No todo es terrible en la tusa. Esta situación, a la que ningún ser humano escapará si logra vivir lo suficiente, también deja enseñanzas para la vida. 

Tenemos dos opciones: sufrir, sufrir y sufrir, no aprender absolutamente nada y, más adelante, volver a caer en las mismas garras de un ‘ex’. O aprender, aprender y aprender, de nosotros y de los demás, de la vida, de la humanidad entera, y asegurarnos de que jamás se repita. Hay muchos errores nuevos por cometer. ¿Por qué volver a cometer siempre los mismos? ¡Seamos originales!

Si ha decidido tomar esta segunda ruta, la de navegar a través de océanos de dolor y desentrañar el aprendizaje oculto tras esta experiencia, recibirá grandes premios de la vida. Romperá la burbuja en que sus padres lo criaron y aprenderá que no todo el mundo está obligado a amarlo, aprenderá que usted es mucho más fuerte de lo que pensaba, aprenderá que el corazón se regenera y que -así hoy le parezca imposible- un día volverá a amar.

1. Tras el despecho lucimos mejor

El lado bueno del profundo desamor  es que nos empuja a cambiar: a probar un corte nuevo de pelo, a cambiar de ropero, a perder esos kilos de sobra, a lucir mejor para que el otro u otra “sepa lo que se está perdiendo”. El desamor es un desintoxicante natural. Hay quienes aseguran, con humor, que una tusa tiene el mismo efecto adelgazante de una ‘lipo’. Usemos toda esa energía emocional  para nuestro bien: vayamos a un día de chocolaterapia y spa, a masajes relajantes. Ahoguemos las penas en agua con gas para una piel más hidratada y comencemos un 2017 lleno de sex appeal.

 2. Nos hacemos más humildes

La tusa nos enseña una valiosa lección: podemos ser rechazados, alguien podría no querernos, alguien podría preferir a otro y, sobre todo: a este mundo vinimos solos y de este mundo nos iremos solos, por mucho que nos encante creer que venimos en manada y, sobre todo, en pareja. La tusa nos dice: “Bienvenidos a la realidad”. Nos hace seres más reales, más humildes, más humanos, menos narcisos; en conclusión: seres de carne y hueso. Bienvenido sea ese principio de realidad, aunque duela.   

3. Emergemos más sabios

Si para algo sirve la tusa es para ponernos a pensar. A pensar en quién somos, en cómo hemos permitido que nos traten, en cuánto estuvimos dispuestos a ceder con tal de estar con otra persona, en qué malas decisiones tomamos y, si es el caso, en qué medida nos humillamos a nosotros mismos con tal de encajar en la vida de otro.

Así pues, sea este diciembre el  mes ideal para quemar junto al año viejo todo lo malo, para dejar ir las obsesiones, para perdonar y perdonarnos. Y que a enero lleguemos con un firme propósito: amarnos a nosotros mismos primero. Haga una lista de todo aquello a lo que ya no estará dispuesto en nombre del falso amor. Imprímalo y cúmplalo en el  2017.

4. Aprendemos  a no depender

Si hay una gran lección que deja el despecho es que nos enseña que nuestra felicidad no puede depender de terceros. Entregarle el timón de nuestras vidas a una persona que en cualquier momento se puede ir, es tan descabellado como pensar que nuestra pareja no podrá vivir sin nosotros. Estar con alguien es una decisión  voluntaria, así como lo es   no estar más con esa persona. El despecho enseña, además, que estar solo también es sano, porque  uno aprende a quererse, a respetarse, a darse un lugar privilegiado, que muchas veces le damos a otras personas olvidándonos de nosotros mismos.

5. Nos quita el velo:  ¡Él no era Brad Pitt!

La tusa nos quita el velo. Hasta Jennifer Aniston superó a  Brad Pitt. ¿Por qué usted no va a poder superar a ese ‘ex’ al que, viéndolo bien, le faltaba pelo, estatura y éxito? Si la propia Angelina Jolie le encontró defectos al mismísimo  Brad, ¿quién dice que su ‘ex’ no los tiene de sobra? Piense en usted mismo como un suertudo o suertuda, pues acaba de librarse de quien no le quería, o no le quería  suficiente. Dé gracias, siéntase afortunado y respire tranquilo. Y cuando tenga la tentación de llamar a su ‘ex’ el 24 o el 31 deciembre, piense que sus amigas imaginarias, Jennifer y Angelina, le susurran al oído: “Consíguete algo mejor”.

6. Recuperamos el amor propio

Tras el despecho el mayor afectado suele ser el amor propio. No obstante, todo depende de la forma en que usted lo vea:  intente ver su nuevo estado, la soltería, como una oportunidad y  no como una limitación.  Ana Mar Orihuela, sicoterapeuta y autora del libro ‘Hambre de hombre’, aconseja “no darle más vueltas a lo que lo lastima y   pensar en qué es lo que quiere, sin tomar la actitud de víctima que solo  lo estancará en sus  sentimientos”.

7. Regresamos a los amigos

Una buena tusa siempre trae de vuelta a los amigos, porque en esta  se conocen los de verdad. Puede que haya sido el peor ingrato con ellos por culpa de su ‘ex’, pero buscarán la manera para mantenerlo  ocupado y evitarle la tentación de “bajar la guardia”. Escucharán  sus lamentos y le sacarán la pena a punta de karaokes con el infaltable tema de Juan Gabriel,  ‘No me vuelvo a enamorar’, o  le presentarán al  ‘clavo que sacará al otro clavo’.

8. Nos desintoxica del mundo virtual

Tras una tusa, es sano bloquear al ‘ex’ de las redes sociales, para no ‘stalkearlo’ y hallar la prueba infalible de que no es tan  infeliz sin usted, como podría pensar. La ventaja aquí es que, por fuerza, se verá obligado a vivir la vida real y desconectarse del mundo virtual por el que tantos problemas tuvo con su pareja. Así disfrutará más los momentos reales y pensará menos en los “likes” o “emoticones” de su ‘ex’ para otros usuarios.

Píldoras del pensamiento positivo

1. Qué alivio  no estar con alguien que no me quiere.

2. Ahora  otro/a tendrá que lidiar con semejante infiel. ¡Me salvé!

3. Mucho mejor solo/a que mal acompañado/a.

4. Lo que es tuyo, aunque te quites. Lo que no es tuyo, aunque te pongas.

5. ¡A disfrutar  las ventajas de la soltería! Soy libre para sentir, atreverme, desear...

6. Este dolor es pasajero,  estas frases tristes que me digo son un engaño de la química de mi cerebro. 

7. Como dijo Henry Ford: ”Si crees que puedes, tienes la razón. Si crees que no puedes, también tienes la razón”. ¡Yo puedo!

8. Lo bueno termina,  lo malo también.

 

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