La frustración de Carolina Soto por la que le tiene más fe a una crema

Con la llegada del año nuevo, son muchas las personas que comienzan a aplicar algunos tips en su vida, especialmente con aquellos propósitos que pasaron por alto el año anterior. Pues esto le sucedió a Carolina Soto, la bella presentadora caleña que, sin más ni menos, quiere comenzar de nuevo con una rutina de cuidado.

Aunque, según confesó recientemente a través de redes sociales, no es muy juiciosa con el ejercicio físico, pues no le gusta. Sin embargo, dio a entender que sí es necesario en su vida, no por lograr un cuerpo escultural, sino por mantener su buena salud, por lo que, aunque represente un sacrificio, se obliga a hacerlo.

“No, necesito que alguien me explique como es el maní para uno cogerle el gusto, no no no, es que no he podido, no que tenés que hacer algo que te guste, algo que … pero qué, que me guste qué, no, es que es horrible lo que voy a decir pero es que no me gusta nada de eso, yo que hago…ay todo el mundo emocionadísimo en enero, arrancando haciendo ejercicio, yo los veo y yo qué envidia, yo quiero, yo por qué no, de verdad que yo intento de todas las formas pero no”, mencionó la mujer.

No obstante, dijo que este nuevo año, su propósito será cuidar de su alimentación, y del cuidado de su piel, además se resignó a tener que seguir haciendo ejercicio aunque no le guste.

“Me voy a aplicar mi anticelulititis mija, yo le tengo más fe a eso, porque qué más hago…”, sostuvo la bella presentadora. Y advirtió, “La verdad es que quiero seguir intentando por lo menos tener una rutina que no sea pues para uno tener el gran cuerpazo de la vida, obviamente que eso por añadidura sería lo máximo, pero por lo menos para hacer algo, para mover el cuerpo y por salud, es lo que quiero yo. Entonces, bueno, voy a continuar, no me voy a dar por vencida, a mi ritmo…”.

Cabe decir que, la comunicadora, que ha logrado ganarse el corazón de los colombianos con su trabajo en el programa Día a Día de canal Caracol, es también empresaria, y en los últimos años se ha dedicado completamente a su familia, conformada por su esposo Germán González y sus hijos Valentino y Violeta.