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Luciano D’Alessandro presentó la gala de Señorita Colombia con Andrea Serna. Años antes él condujo Miss Venezuela Mundo. | Foto: Cortesía para Elpaís.com.co

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Habla Luciano D’Alessandro, el hombre que tiene suspirando a las colombianas

Es el galán de ‘La ley del corazón’ y la adaptación de ‘Betty, la fea’. Descubra las confidencias de este venezolano de origen italiano.

26 de marzo de 2017 Por: Isabel Peláez R. / Reportera de El País

Muchas veces mientras camina Bogotá, su hogar en los últimos tres años, a Luciano D’Alessandro, lo detiene la gente para decirle, a manera de súplica: “Dime que eres igual a Pablo”.

El actor venezolano de ascendencia italiana sonríe, y piensa “ojalá todos fuéramos como Pablo Domínguez, este mundo sería mucho mejor”. La gente cree que el hombre que le presta la piel al abogado de la prestiogiosa firma Cabal-Ortega-Domínguez Asociados, de la telenovela La Ley del Corazón del Canal RCN, es calcadito a él. Y no.

“Defectos los tengo todos. Por descendencia italiana soy un poco temperamental, puedo de un momento a otro cambiar de humor. Cuando hay una injusticia o algo que no me gusta te lo digo sin filtro. Soy, como dijo Julia Roberts: ‘Una persona ordinaria, con un trabajo extraordinario’”, confiesa él.

Y su amigo, tanto en la ficción como en la realidad, el actor Rodrigo Candamil, quien es Duperly en la novela, asegura que ‘Luci’ debe tener en el fondo un neurótico guardado. Pero ahí mismo sale en defensa de su amigo: “Tiene gran paciencia, inteligencia, conoce muy bien a las mujeres, sabe hacer muy bien su oficio, es un extranjero que llegó al país a aportar cosas buenas y bonitas”.

Luciano argumenta que “Pablo puso el renglón de los hombres muy arriba. Es un hombre ‘wao’, con un corazón más grande que la firma de abogados. No es que yo no tenga un buen corazón, pero Luciano comete más errores que Pablo, es un príncipe”.

¿Cómo explicar el fenómeno que ha suscitado Pablo Domínguez, su personaje, entre las colombianas?

Ese personaje les despertó la idea del hombre que deberían ser todos, así lo ven las mujeres e incluso los propios hombres. De hecho muchos me dicen: “Me tienes jodido hermano, ya no sé que hacer, mi novia está enamorada de Pablo, yo tengo que imitarlo para que me pare bolas”. Hay una necesidad en la sociedad de que haya más hombres como Pablo. No se hizo apuntando a eso, pero eso causa en la gente.

¿Será que se necesitan más hombres como Pablo?

Yo creo que sí. Mientras las personas sean como Pablo, así de nobles, que sufran los problemas de los demás y los entiendan, antes de emitir un juicio, a todos nos iría mejor, “Me meto en tus zapatos, te entiendo”, eso dejaría sin trabajo a los abogados. Mónica Agudelo, que en paz descanse, y su hermano Felipe hicieron un trabajo maravilloso, tanto que si la sociedad se reflejara en esos personajes seríamos mejores todos, no sólo en Colombia sino en el mundo.

Nació en Venezuela, ¿por qué un nombre italiano como Luciano D’Alessandro?

Mi papá es italiano, me llamo igual a él. Se fue muy joven a vivir a Caracas, Venezuela, después se enamoró de las tierras, de las haciendas y hoy por hoy vive en El Tigre, una zona petrolera donde hay muchas fincas, ahí fue donde yo nací.

Usted primero estudió ingeniería de sistemas, ¿cómo llegó a la actuación?

Cuando me gradué de bachillerato, me fui a estudiar a Maracay y me gradué como ingeniero de sistemas. Paralelo hacía modelaje, iba a Caracas a hacer comerciales y fotografía y conocí a Marianela González, una actriz venezolana, que ahora vive en Colombia. Fui a visitarla al set de grabación y uno de los productores me dijo que si estaba interesado en actuar. Le dije que no sabía mucho, hicimos una lectura y a las dos semanas estaba actuando en ‘Muñeca de trapo’ donde hice 40 capítulos. Le cogí el gustico. Pero dije, “esto hay que estudiarlo”. Entré a RCTV, la famosa escuelita, el canal que cerró Hugo Chávez y estudié por diez años. En las mañanas hacía cursos de actuación con grandes actores de allá y en las tardes lo ponía en práctica porque grababa novelas. Todo se dio.

¿Y qué lo motivó a llegar a Colombia?

En 2008 mi mánager actual se dio un paso por Venezuela buscando talentos, nos conocimos, nos caímos bien y me dijo ‘Cuando puedas, te vienes para Colombia’. En 2009 empecé a hacer cosas muy puntuales y regresaba a Venezuela, y llevo tres años viviendo acá.

¿Y qué piensa de que luego de presentar Señorita Colombia la gente dijera que usted era ‘la reina’?

No hay que obviar eso, tampoco darle mucha importancia. Pero no me quedo viviendo en una cápsula que puede explotar en segundos. Un compañero RCN me mostró una foto en la que estaba yo y decía ‘El Señorito Colombia’. Vivo agradecido con el público, me ha dado un cariño impresionante.

Se ha especializado en derecho, ha hecho varias veces de abogado...
Es la cuarta vez que hago de abogado, en Venezuela y aquí he hecho un par de veces ese rol. Pero no me enfoqué tanto en el abogado sino en su perfil psicológico, que es noble, leal. Los términos que no entendía los buscaba en libros de derecho. Fueron horas de estudio, hicimos escenas de 9 minutos hablando con tecnicismos. Esa camaradería con mis colegas traspasó la pantalla.

¿Quién en la vida real se ha robado su corazón?

Ja, ja, ja, ja. Mi corazón es blando y débil y se lo roban varias veces. Pero ahora estoy tranquilo, estoy solterito. Si ahora hubiera tenido una novia, con todo el respeto, la hubiese mandado al carajo, porque en qué momento la atiendo, tengo 20 minutos para tu llamada y después debo encerrarme a ensayar. Ahorita, para una relación seria, estable, no tengo tiempo. A lo mejor mañana, en la esquina, me la encuentro. Creo en las relaciones serias, en el matrimonio y en los hijos, pero eso llegará a su tiempo.

¿Pero ha sido de pocas novias, sólo le han conocido dos? ¿Por qué?

Soy muy reservado con mi vida privada, je je, y así prefiero mantenerla. No he tenido dos novias en toda mi vida, lo que pasa es que no son conocidas acá, la mayoría han sido en Venezuela, incluso allá nunca me ha gustado estar en una portada porque estoy saliendo con fulanita. Mi vida no es privada, pero si puedo mantener eso por fuera del show business, lo haré.

¿Entre el público masculino también hay lanzados?

Pues sí, hay de todo, claro. Igual se reciben los comentarios con todo el respeto y con mucho cariño.

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