Este es el show que le dio dos gaviotas al 'Mono Sánchez' en Viña

Hace diez años no se presentaba un humorista extranjero en Viña del Mar. Y fue precisamente un caleño, Carlos Enrique ‘El Mono’ Sánchez, quien domó al ‘Monstruo’ de la Quinta de Vergara y se llevó las dos Gaviotas, la de Oro y la de Plata.

Esta hazaña la logró el humorista en la versión 58 de este festival internacional de música, en el cual el humor ocupa un segmento del espectáculo televisado, pero que siempre le ha dado prelación a los humoristas chilenos.

Justo en la tercera noche del evento chileno, tras bajarse del escenario la cantante española, en medio de aplausos, gaviotas y llanto, Sánchez, de 51 años, entregó al público una rutina, de 40 minutos, que matizó con acento y expresiones chilenas, y le sacó risas a los presentes en la Quinta de Vergara. Y el ‘Monstruo’, en compensación, le arrancó lágrimas de alegría al hombre que lleva 20 años “haciendo el humor”, como dice él.

¿Qué siente tras una noche de aplausos y gaviotas?

Una cantidad de emociones encontradas, fueron ocho meses trabajando, preparándonos, escuchando consejos, adaptando nuestra rutina al espectáculo de Viña del Mar. Y cuando supimos que estaríamos en la gala de Isabel Pantoja, la convertimos en un producto familiar como lo hacemos en Sábados Felices, en el Festival del Humor y en Don Francisco, porque gracias a Don Francisco pude llegar a Viña.
Yo tenía que estar a la altura de la señora Isabel Pantoja, más cuando puso un punto tan alto en su show, se llevó la Gaviota de Platino. Sentí muchos nervios, mucha responsabilidad, pero mucha felicidad también porque le abrimos las puertas a otros comediantes colombianos que sé que van a estar allá, en Viña y en muchas cosas que tienen planeadas en Chile.

¿Siente que se ganó al público chileno por usar su acento?
Mucho y también manejé un lenguaje neutro, para que no se notara tanto que somos de Cali. Hablé en acento chileno mal marcado, pero lo hice con todo el gusto del mundo para que la gente estuviese contenta y sintiera que se le estaba respetando su modo de comunicarse, su lenguaje, sus modismos. Pensé más en que estaba en la Quinta de Vergara, independientemente de que nos estuvieran viendo en más de 16 países y 150 millones de televidentes de habla hispana.

¿A quién le dedica las gaviotas de oro y de plata que recibió en Viña?

Primero, a Don Francisco, que fue quien me abrió las puertas a nivel internacional gracias a sus espacios en televisión; a mi familia, a mis hermanas, a mis tías, a mis tíos, a mis primos que sufrieron con esto, a mi esposa, a los comediantes vallecaucanos y a los de Sábados Felices.
Invitarán a otros humoristas colombianos a Viña.

¿Qué les aconseja?

Estoy seguro. Solo les recomiendo que no utilicemos palabras altisonantes en un espectáculo de Viña.