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"Puede sonar cursi, pero después de ver la 'Mujer maravilla', creo que es una película que habla sobre el amor y la justicia”, dijo Robin Wright. | Foto: Especial para El País

TELEVISIÓN

Ella es la mujer más mala del mundo, ¿por qué tantos la admiran?

El mundo entero habla de Claire, la protagonista de 'House of Cards'. Le contamos la historia secreta de la actriz que le dio vida.

11 de junio de 2017 Por: Redacción de El País

La elegante, inteligente, fría y calculadora nueva presidenta de Estados Unidos de ‘House of Cards’ no ha podido tener mejor intérprete que Robin Wright, a la que muchos conocieron como Jenny, la chica dulce que le gritaba a Forrest Gump la famosa frase: “¡Corre, Forrest, corre!” en la película que le valió el Óscar a Mejor Actor a Tom Hanks, en 1994.

Precisamente, tras el éxito de ‘House of Cards’, ella debutó como directora y ha dirigido varios de sus episodios, además es productora ejecutiva de la serie de Netflix.

Para ella la realidad política de Estados Unidos, con la llegada de Donald Trump a la Casa Blanca, es semejante a lo que se evidencia en la serie. “Rodamos hace un año y, sin embargo, mostramos lo que está pasando hoy”, dice con asombro la actriz sobre el programa que protagoniza, cuya quinta temporada se estrenó en la plataforma de Netflix el pasado 30 de mayo.

La actriz de 51 años nacida en Dallas, Texas, interpreta a Claire Underwood, esposa del presidente Frank Underwood, personificado por Kevin Spacey. Ambos controlan una Casa Blanca corrupta en la que sus ansias de poder y su capacidad de manipulación les han convertido en reyes. “No me puedo ni imaginar cuan corruptos pueden llega a ser”, afirma Robin Wright, sin especificar si habla de la serie o de la realidad política.

Cuando le preguntan sobre su papel en ‘House of Cards’, suele decir que “Claire tiene lo mejor de los dos sexos. Con ella, te llevas un dos por uno. Una mujer alfa y un hombre alfa. Eso causa conflictos interesantes, además de dinámicas hermosas. Eso es lo genial de este dúo, que son un equipo. Y, ya sabes, si siempre se las arreglaran e hicieran lo correcto, entonces no habría mucho drama en la serie”, plantea.

Para sus amigos más cercanos Robin “ha aprendido del mejor, de las tácticas del director de cine Ben Foster, y ahora veremos cómo, utilizando el mismo plan, se traza el suyo para dejar de ser una observadora”.

La nueva entrega de ‘House of Cards’, serie que se estrenó en el 2013, será la primera sin su creador, Beau Willimon, quien abandonó la dirección de la producción para crear una serie sobre la colonización de Marte para la plataforma de streaming Hulu, competencia de Netflix.

Pese a la fama que le ha significado ‘House of Cards’ —ha sido cuatro veces candidata por su papel a un Emmy y a un Globo de Oro, que ganó en 2014— ella ha sabido llevar esa relevancia pública a cuestiones ajenas a su carrera, como la defensa de la mujer y de la igualdad laboral de sexos. “Igual trabajo significa igual salario” fue su frase pública de batalla cuando supo que su sueldo era más bajo que el de Spacey.

Para ella, “lo bueno de la fama es para qué la usas. Crea una conversación, una vía de comunicación que te permite hablar de lo que es importante. Creo en una serie de ONG. Trabajo con mujeres en el Congo. Creo que el feminismo no es la exclusión de otros géneros sino la inclusión de todos de forma igualitaria. Lo que digo: el mismo trabajo, el mismo sueldo. Así de simple. Y dado que la fama me permite estar ahí, es bueno mantener el mensaje alto y claro”, enfatiza la actriz.

Sin embargo, el final de ‘House of Cards’ se va acercando, se dice que irá hasta la sexta temporada y a partir de allí posiblemente el papel mediático disminuirá un poco. “Ese es el problema con las series que van más allá del primer año, que tienes miedo de reciclar y repetir las mismas ideas. Al final todo se terminará”, afirma.

Wright confiesa que extrañará encarnar a Claire Underwood, pero ya tiene planes inmediatos. En el cine recientemente estrenó ‘La mujer maravilla’, producción donde interpreta a General Antíope, tía de Diana, la protagonista, a quien le enseña a luchar, y en octubre actuará en la película ‘Blade Runner 2049’.

Como si fuera poco, la televisión le sirve como campo de entrenamiento para lo que realmente quiere hacer después de grabar ‘House of Cards’, que es dedicarse a la realización y a la producción.

“He dirigido tres o cuatro episodios, ya ni me acuerdo”, dice, tras agradecer al equipo de la serie su paciencia. También le apetece disponer de más tiempo para viajar sin esperar al descanso entre temporadas. Lo que tiene muy claro es su desinterés absoluto por la política.

“Ni entiendo de política ni me interesa. La serie me ha enseñado mucho, pero para correr en sentido contrario, a Groenlandia si es necesario”, explica Wright, quien ya cuenta con más de 30 años de carrera, pues su primera participación en una película fue en 1986 en ‘Hollywood Vice Squad’, donde encarnó a Lori Stantoni.

Antes ya había formado parte de la exitosa serie ‘Santa Barbara’ donde hizo de Kelly Capwell, y gracias a este papel estuvo nominada al Premio Daytime Emmy como mejor actriz joven en serie dramática.

Robin Wright también es reconocida por sus participaciones en cintas como ‘The Singing Detective’, ‘Breaking and Entering’, y ‘The Private Lives of Pippa Lee’.

Casi siete años después, en 1994, Wright interpretaría su papel bisagra, aquel que le daría un impulso a su carrera y popularidad. Se trata de Jenny Curran, en la premiada cinta ‘Forrest Gump’. Ella fue la mujer que enamoró a Forrest Gump, un hombre que padece un leve retraso mental y que fue testigo de varios hechos trascendentales de la historia a los que aportó su particular visión.

Hoy, más de 20 años después de participar en ‘Forrest Gump’ y de ser reconocida a nivel internacional, Wright no oculta su preferencia por las chicas guerreras.

Como dato curioso, Wright rechazó el personaje femenino de ‘Batman forever’ que le ofreció el director Joel Schumacher y que recayó en Nicole Kidman. La razón no se supo.

“Si tengo que elegir, me quedo con la amazona”, dice divertida, refiriéndose a su rol de Antíope en ‘La mujer maravilla’, cuya preparación fue complicada porque implicó una gran transformación física. Cuenta que primero debió ganar musculatura para el filme “y luego perderla, porque si no parecía una culturista embutida en los trajes entallados de Claire”. Y sugirió poner mangas a un par de trajes que luce en la serie como primera dama para ocultar sus bíceps, pues desde niña se ha preocupado mucho por su apariencia física.

‘Forrest Gump’

Robin Wright interpretó a Jenny Curran, quien era amiga de la infancia y gran amor de Forrest durante toda su vida.

Sufrió abusos sexuales por parte de su padre siendo niña y llevó una vida totalmente distinta a la de Forrest. Tuvo una vida difícil en la que pasó por el movimiento hippie de los años 1960.

Finalmente se casa con Forrest, pero muere poco después de contraer matrimonio víctima de un virus desconocido.

El discurso de Robin

Robin Wright es mencionada en la canción ‘Palace & Main’ de la banda sueca de rock Kent, en referencia a su participación en la película ‘State of Grace’ en la cual compartió set con su exesposo, Sean Penn.

Y aunque ella no es cantante, no le tiembla la voz para ‘cantarles’ las verdades hasta los propios magnates del entretenimiento. Para la muestra, ella ha sido una de las actrices que ha protestado por la diferencia salarial respecto a sus compañeros de reparto masculino.

Es más, tal y como reveló ella misma, el año pasado en una entrevista, cuando supo que le pagaban menos por su rol como Claire Underwood que a Kevin Spacey, amenazó con hacer pública su situación si Netflix, plataforma que produce la serie ‘House of Cards’, no le pagaba mejor. Su protesta fue celebrada por varias activistas que exigen derechos igualitarios.

Pese a que se pensaba que el tema había sido solucionado, Wright declaró a Shirley Manson (vocalista y líder de Garbage) en la revista The Edit que pensó que el tema había sido resuelto pero no fue así.

Dicha entrevista salió a la luz al mismo tiempo que reivindicó el papel de la mujer durante su asistencia en el Festival de Cannes para presentar su primer proyecto como directora.

“Me dijeron que se me estaba pagando lo mismo, y les creí, y recientemente he descubierto que no es el caso... así que eso es algo que tendré que investigar”, explica la actriz en una entrevista con la revista digital de Net-a-Porter, The Edit.

Una situación sobre la que no cuenta si va a hacer algo al respecto, pero no es del todo descartable teniendo en cuenta que la primera vez llevó a analizar los datos de audiencia cuando aparecía ella sola para solicitar el aumento de sueldo.

“Claire (Underwood, su personaje) y Francis (interpretado por Kevin Spacey) son iguales en cuanto a su poder, su unión y el argumento de la historia. Puede que yo no tenga tantas escenas o diálogo como Francis, pero es que Claire no necesita verbalizar tanto. Francis es un orador, un poeta, y Claire es el poder que se sienta en las sombras y le dirige, pero son compañeros igualmente”, ha dicho.

Los medios del sector informan que entre 2014 y 2016 Kevin Spacey aumentó su salario de US$ 500.000 a un millón de dólares por episodio de ‘House of Cards’, mientras Wright cobraba US$ 420.000. Una diferencia abismal a pesar de la cual ella asegura que “ama” trabajar con Spacey.

Porque, aunque muchos no lo crean, no existe tensión con Spacey, al contrario, al hablar de su compañero de reparto se le nota cómoda. Es tal la familiaridad que en ocasiones, tras una toma, ni se había dado cuenta de que estaba delante de las cámaras. “Dios bendiga esa camaradería”, se ríe.

Quizá por esta situación, y después de más de 30 años de carrera, hoy Robin quiere dirigir sus esfuerzos en la dirección; de hecho, ella ha estado a cargo de algunos de los capítulos de la serie que ha relanzado su carrera.

La intérprete estadounidense se estrenó, el pasado 17 de mayo, como realizadora con el cortometraje The Dark of Night, un homenaje a las grandes obras del cine negro con el que inauguró la sección de clásicos de la 70º edición del Festival de Cannes.

“Soy actriz desde hace 30 años y me gusta, pero actuar es algo muy solitario. Quería involucrarme con todos los departamentos”, dijo al inicio de la proyección, en la que señaló haberse tomado este nuevo paso como un “experimento”.

Una presentación en la que reivindicó el papel de la mujer en la industria del cine y la televisión. “Debemos animar a las jóvenes generaciones a expresarse. Feminismo significa igualdad. Y punto. Un mismo salario por un mismo trabajo. Ahora las cosas tienen que avanzar de parte de los que toman las decisiones y financian las películas, que en su mayoría son hombres”, dijo en un debate previo organizado.

A sus 17 años tuvo que pasar por un momento que aún no olvida. Fue a una audición en la que le dijeron que se levantara el top, para que luego el encargado del casting concluyera: “No. Me gustan más las tetitas de la otra (actriz)” y finalmente no le dieran el trabajo.

Para Wrigth es posible que alguna vez en Estados Unidos se elija a una presidenta. Dice que tal vez en el año 2024, “cuando mis hijos sean adultos y ellos tengan sus propios hijos, quiero que Michelle Obama esté en ese lugar. Ella será una grandiosa presidenta”.

Para ella sería la presidenta óptima porque tiene el tiempo a su favor para quebrar el molde y la psicología donde se bloquean las ideas de que un hombre es mejor que una mujer o que la mujer no debería dirigir.

Esta forma de pensar se debe, según ella, a que creció muy rápido en su adolescencia. Era una pequeña sabia siendo muy joven. Todo a fuerza de un divorcio y muchos trasteos. Estuvo en una escuela diferente cada dos años, en una ciudad distinta y en un ambiente diferente. Y además de que tuvo que crecer muy rápido, asegura que como mamá, al ver a sus hijos crecer, también ha crecido ella.

Deja claro que las mujeres deben saber que no hay necesidad de gritar, solo de plantear su verdad, ni es bueno crear más divisiones entre sí, sino unir fuerzas y pensamientos. Lo dice Wright, tan femenina, de pisadas fuertes, mientras enseña el cuello con su corte de pelo imposible de imitar y la mirada de quien parece haberlo vivido todo.

¿Juntos otra vez?

Así como su vida profesional ha estado llena de cambios, su vida amorosa ha sido igual. Y es que la actriz tuvo un matrimonio duradero, pero lleno de idas y venidas con el actor, director y político estadounidense Sean Penn.

Esta pareja de estrellas se casaron en 1996, en una celebración que congregó en Santa Mónica a unos 80 invitados, entre ellos Marlon Brando, Jack Nicholson, Robert De Niro, Warren Beatty, Tim Robbins y Susan Sarandon.

Estuvieron juntos durante 14 años y tuvieron dos hijos (Dylan Frances y Hopper Jack), pero los últimos años fueron un continuo devenir de rupturas y reconciliaciones que terminaron con el divorcio en el 2010.

Los actores ya habían intentado separarse en dos oportunidades, antes de tomar la decisión final, una en 2007 y otra en 2009, pero en ambas fueron frenados y decidieron entonces darse una nueva oportunidad.
Pese a los intentos, no pudo ser y finalmente siguieron caminos separados.

Después de la ruptura, Robin conoció al actor Ben Foster en el rodaje de ‘Rampart’, en 2011. La diferencia de edad que los separaba (14 años) no impidió que se enamoraran en uno del otro. Inclusive, la actriz llegó a afirmar: “Tal vez no es propio de una dama decirlo, pero nunca me he reído más, leído más, ni venido más que con Ben”.

Sin embargo, la relación entre Wright y el actor oriundo de Massachusetts no prosperó y en el 2015 la pareja se separó por motivos desconocidos.

Para sorpresa de todos, recientemente se ha vuelto a rumorar que Sean Penn y Robin Wright habrían retomado su relación siete años después de su divorcio pues, en unas fotografías publicadas la primera semana de junio, se ve a la pareja caminando a la salida del aeropuerto de Nueva York; incluso Penn carga las maletas. Ambos aparecen solos, sin sus dos hijos. Sin embargo, una fuente cercana al actor de 56 años afirmó que la pareja nunca se ha distanciado. “Sean y Robin son muy buenos amigos. Ellos tienen hijos juntos y cooperan el uno con el otro para su crianza, siempre tratan de apoyarlos. Esta vez vinieron a Nueva York para visitar a Hopper”. El corazón de Robin está al alza.

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