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El éxito de Andrés López no para de rodar

En 25 años de carrera, diez bajo el lente de la fama, ha hecho más de lo que hace una persona promedio en una vida. Se le adjudica que la juventud volviera al teatro, es el artífice del DVD más vendido de Colombia, ‘La pelota de letras’

26 de abril de 2015 Por: Juliana Londoño | Reportera de El País

En 25 años de carrera, diez bajo el lente de la fama, ha hecho más de lo que hace una persona promedio en una vida. Se le adjudica que la juventud volviera al teatro, es el artífice del DVD más vendido de Colombia, ‘La pelota de letras’

Casi nadie se compromete a revelar la clave del éxito. Pero Andrés López,  el comediante, la tiene. Puso sobre las tablas con su chaqueta roja y un mínimo de accesorios, lo que la gran parte de la población colombiana había vivido en la niñez y fue como una revelación para su generación y las siguientes, que trataban de entender a sus progenitores.

Luego de tres horas de monólogo es imposible no sentir que ese ‘hombre orquesta’, que habla hasta por los codos, baila, canta e imita todo tipo de sonidos, hasta los indecifrables con los que se comunican las mamás,  cuenta no solo su vida, sino la de cada uno de sus espectadores. 

“A uno nunca le decían que lo amaban, no hubo besito de buena noche ni de buenos días. Era una crianza a la brava”, revela  Andrés, de  la Generación de la Guayaba, nacido el 25 de junio de 1971, quien confiesa que su infancia transcurrió en la calle y en el patio de su casa.  

“Cultivaba perejil, criaba pollos, sembraba maíz,  experimentaba con mi hermana qué cosas eran inflamables y qué cosas no, teníamos tortugas y  conejos”. añadió. 

En ese entonces no tenía tiempo libre y ya no se lo permite, trabaja 24 horas, los siete días de la semana  y  le gustaría trabajar más, aunque admite que   su  pecado es  la pereza.

Eso sí, en 25 años de carrera, diez bajo el lente de la fama, ha hecho más de lo que hace una persona promedio en una vida. Se le adjudica que  la juventud volviera al teatro, es  el artífice del DVD más vendido de Colombia, ‘La pelota de letras’, ha pasado por el cine, dicta conferencias de emprendimiento y  tiene un programa de entrevistas.     

El éxito no para de rodar

En diciembre de 2004, en  el Hard Rock Café de  Bogotá, lanzó al mercado ‘La Pelota de Letras’ en formato  DVD  con la producción de Universal Music Colombia, para difundirlo entre los colombianos que viven fuera y motivar a comprar la versión original en una  batalla contra la piratería. 

Desde entonces ‘La pelota de letras’, nombre del juguete ‘estándar’ de todo niño del siglo pasado, ha rodado por más de 11 países. En el 2012  más de 2,5 millones de personas asistieron   a la obra en el exterior y en Colombia. Y más de 20 millones  lo vieron en DVD.  

Le siguieron ‘Me pido la Ventana’ y ‘Frutica Picada’. 

En 2013 habló del amor en   ‘Llegar a Marte’, y en la Feria del Libro de Bogotá de 2010 lanzó el libro ‘La Pelota de Letras, manuscrito original’. 

Pareciera que todo lo que toca este hombre de 43 años se convierte en oro. Desde el 2012 conduce  en Directv el talk show  ‘Andrés López de noche’. Más que entrevistar entretiene a sus invitados. La presentadora venezolana Maite Delgado admitió que cuando decía quién la entrevistaría, le advertían que  no iba a parar de reír. Y así fue.

Ha actuado en las  películas, ‘De Rolling por Colombia’ y ‘De Rolling 2 por el sueño mundialista’  (2013 y 2014), dirigidas por  Harold Trompetero.    

Hizo ‘Hotel Mama’, serie para redes sociales  en la que promete que  hasta un inútil, que parecía que jamás saldría de la comodidad de su casa materna, podrá hacerlo sin morir en el intento, promocionando un detergente.

Él dice: “En mis obras no hay nada al azar, todo es con compromiso y con parámetros éticos, eso no es meterse al Youtube y traducir. La comedia parte del máximo de talento con el menor número de recursos, se debe ser honesto, más en un ambiente donde por las  redes   uno puede darse cuenta de lo que es o no original. Quienes le dejan todo al carisma ahí se quedan, la vida de un artista no es sólo el éxito”.

El comediante Diego Camargo  reconoce  en Andrés López al maestro que inspiró su carrera: “Lo  admiro y respeto profundamente. Tuvo una visión muy importante de la comedia. Si él no hubiera montado ‘La Pelota de letras’ ningún comediante en Colombia haría  ‘stand up comedy’”. “En 1992, cuando entré a estudiar Ingeniería de Sistemas en la Universidad de los Andes, él estaba en quinto semestre (Antropología e Ingeniería de Sistemas). Era cuentero. Él hacía la inducción de los primíparos. Una vez cancelaron la clase y el montó su show”, cuenta Diego.  Camargo inició un taller con él y formó parte del grupo de Satán y sus Secuaces. “Él era Satán y los que lo acompañábamos, sus secuaces”. Durante tres años fue monitor en los talleres  de cuentería de López, quien en 1995 se metió en la radio.  Cuando fundaron en Bogotá el Parque Central Bavaria, Andrés invitó a Diego a hacer poesía mientras él hacía cuentería. Se distanciaron cuando Camargo se fue para Cuba a estudiar cine y luego a España y Andrés, para Canadá (a estudiar Motivación Organizacional con énfasis en Educación en el Delta Synergy Group of Experiential Education). Al regresar   Camargo a Bogotá se encontró a su amigo presentando su espectáculo en Gótica, uno de los primeros bares de ‘stand up comedy’ en el país, donde   hacían su show Antonio Sanint y Julián Arango. En el Teatro Nacional se presentaba Andrés con Julio  Escallón, Gonzalo Valderrama y Mauricio Vélez. “Andrés es como una ‘ex’ con la que nunca peleamos. Cada que me entero de un  proyecto suyo me alegro en el alma”, dice Diego, quien relata que sus padres y los de Andrés eran amigos.  “Doña Olga (mamá de López)  conmigo es un amor. Y mis papás adoraban a Andrés. Cuando los llevé a ver  ‘La pelota de letras’  me dieron el aval para ser comediante”.  Diego, que lo conoció cuando Andrés aún no era famoso, dice que a cualquier sitio donde entrara con él todo el mundo quería saber quién era. “Es dueño de un carisma impresionante. Tiene un magnetismo que no he visto en nadie más”. Y a eso le suma que es muy  disciplinado, todo el tiempo produce montajes, perfecciona su técnica y se preocupa por  conectar lo que dice y lo que piensa. La suerte con las mujeres Camargo se la  envidiaba: “Era muy de buenas el maldito. Se levantaba unos churronones. Era muy gracioso. Y a mis novias les parecía  encantador con sus  pestañas de ensueño”. Cuenta que Andrés es dueño de una habilidad increíble para imitar sonidos. Cuando se subían a un bus, él imitaba la frenada y  todo el mundo se asomaba por la ventanilla a ver a quién había atropellado el conductor. “Hablaba en inglés y en francés, sin dominarlos, y me convencía a mí que hablo francés”, dice Diego, quien se iba con Andrés a los restaurantes a completar guiones espontáneos. Para Camargo, el acercamiento de Andrés con la cienciología no es de extrañar, “Siempre le interesó  la filosofía y  lo que lo conectara consigo mismo”.   Según él su primer contacto fue en  Magitinto, donde el cienciólogo argentino Santiago Nemirovsky tenía  un show de magia. Camargo cree que Andrés, cercado por su fama, se sintió perdido entre la  farándula, y la cienciología le permitió recuperar su   columna vertebral. “Quedó con una visión del mundo clara,  se focalizó y eso lo llevó al  éxito de ‘La pelota de Letras’”. La clave de su éxito, según Gonzalo Valderrama, es “su lenguaje urbano, contemporáneo y autobiográfico con el cual se identifican su generación y las de  ahora”. Destaca su intuición, el manejo audiovisual y su capacidad de improvisación. “No usa máscara, nunca se apaga,  es explosivo, una maquina inagotable de ideas, imágenes y sonidos”, dice  el comediante que lo conoce desde 1991. “Como lo de Andrés fue tan notorio, se cree que él   se lo inventó y que  los 50 o 60  que hacemos ‘stand’ en el país   lo imitamos. Hay que reconocer que su obra ha tenido tal difusión nacional e internacional que  es un símbolo patrio”, agrega. La gran cualidad de Andrés es su talón de aquiles, según el actor Julián Arango: “Es tan genial, que por su inteligencia no es fácil comunicarse con él o  entablar una amistad. Es un trabajador incansable, lo que tiene se lo ha ganado a pulso”, dice Julián, quien invitó a Andrés -que hacía cuentería en las universidades Javeriana y Los Andes- a abrir su show con Antonio Sanint en ‘Gótica’.  “Así empezó a presentarse en teatro. Todo lo que decíamos, lo que sentía, lo que pensaba, lo que le pasaba, lo anotaba.  Anotaba  la vida”.

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