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El amor de su esposa, la receta de Draco Rosa para superar el cáncer

Ángela Álvarado, esposa de Robi Draco Rosa, ha acompañado al cantante desde hace 25 años en los momentos más difíciles y han construido una bella familia.

13 de octubre de 2013 Por: Redacción de El País y Colprensa

Ángela Álvarado, esposa de Robi Draco Rosa, ha acompañado al cantante desde hace 25 años en los momentos más difíciles y han construido una bella familia.

“Detrás de todo gran hombre, hay una gran mujer” es un dicho que se aplica a la perfección con Draco Rosa, quien celebra la ‘Vida’, tras ganarle la batalla a la muerte en varias ocasiones, algo que siempre reconoce que no hubiera logrado de no tener consigo a Ángela Álvarado, su esposa.Actriz, pintora y directora de buena parte de sus videos musicales, Ángela es según el cantante quien con su sabiduría ha sabido afrontar uno a uno los retos que, como familia, les ha impuesto la vida, asegurando que no pasa un día sin que la encuentre atractiva.Qué hubiera sido del destino del cantautor boricua sin su ángel, ¿Cómo saberlo? Lo cierto es que su figura volvió a salir a flote, a los medios de comunicación, tras el cáncer que padecía Draco y contra el cual luchó en los últimos años y del que da un parte de victoria.Son 25 años desde que este idilio comenzó, desde los primeros ensayos para la película ‘Salsa’ que juntos protagonizaron, un enamoramiento que parece intacto con una familia a la cual se sumaron con el tiempo dos hijos.Historia de un amorCorría el año de 1998 y Draco, que por ese entonces era conocido como Robi Rosa, se encontraba perdido en algún punto de Brasil. Atrás habían quedado los años más brillantes como figura del grupo juvenil Menudo y él quería marcar distancia con ese momento. Fue llamado para una película en la que exploraría sus raíces puertorriqueñas, pues todo giraba alrededor al ritmo de la salsa. No fue amor a primera vista, advierte él, pues le interesó más la hermana de Ángela, pero ensayo tras ensayo fue conociéndola y terminaron perdidamente enamorados.Pero las confesiones no paran allí. Siendo puertorriqueño y habiendo estado en Menudo, donde el baile era pieza fundamental de sus conciertos, Ángela pensó que él era todo un experto en bailar salsa, pero Rosa realmente aprendió a bailar ese género específicamente para la película. Draco recuerda que para aquel entonces, en pleno noviazgo, a ella le tocaba como pareja de baile a un tipo con pinta de metalero que casi lo hacía por complacerla, pero la situación ha cambiado tanto, que ahora es él quien la invita a bailar. La película tuvo un éxito moderado, pero fue la excusa para el surgimiento de este amor, que ha disfrutado momentos de gloria como en los años 90, cuando Draco logró gran éxito, y también devastadores, como su caída en el mundo de las drogas y su lucha contra el cáncer. Draco Rosa recuerda que por mucho tiempo las depresiones eran la constante en su vida.En su recuerdo vive el día en que le contó a sus hijos que padecía cáncer y no lograba que ellos dejaran de relacionar esta enfermedad con muerte, cuando él buscaba que pensaran más en vida y esperanza. Durante su lucha contra el cáncer, Draco dice que se acercó al piano, a la música clásica, a la Navidad, a la celebración de la vida, de la familia. Hoy disfruta de la compañía de su esposa y de sus hijos y de la preparación de su nuevo álbum e incluso de un libro que es un manual de alimentación, que utilizó para salir del cáncer. Todo esto de la mano de su esposa quien está pendiente de cada detalle, incluso de su look. Es ella quien le pide que se corte el cabello o se lo deje largo, le diseña el estilo de la barba, y él dice que solo está para complacerla.

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