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Un viaje a las estrellas con Manuel José Rincón

Este escritor caleño sorprende a sus lectores con un libro de cuentos sobre las constelaciones. Para ello tuvo que internarse durante años a investigar sobre la mitología griega. Café más cerca de las estrellas.

7 de junio de 2015 Por: Redacción de GACETA

Este escritor caleño sorprende a sus lectores con un libro de cuentos sobre las constelaciones. Para ello tuvo que internarse durante años a investigar sobre la mitología griega. Café más cerca de las estrellas.

Manuel ¿cómo surge la idea de escribir ‘Cuentos y pasiones del cielo? 

Coincidieron dos cosas. Por un lado, una pregunta muy simple de la hija de un gran amigo mío. Estábamos contemplando el cielo, y le estaba mostrando  la constelación de escorpión y ella me preguntó cuál era su origen. Le conté que era la historia de Artemisa, la diosa de la cacería y la castidad,  y de Orión que era un gran cazador. Resulta que ella intentaba guardar su castidad, pero sentía mucho amor por Orión. Pero Orión, por su  carácter de guerrero, trató de violentarla. Entonces ella  le suelta un escorpión y lo mata. 

Esa pregunta de la niña coincide con un taller de cuento  que yo estaba haciendo en la Universidad Central, y se me ocurrió que sería bueno hacer una serie de cuentos sobre las constelaciones del zodiaco, porque todos sabemos algo sobre nuestro signo, pero poco sobre sus orígenes y sus  personajes en  la mitología. 

¿Y desde antes se había interesado por la astrología? 

Más que por la astrología, por la astronomía.  Desde hace varios años persigo lluvias de estrellas y más o menos puedo identificar   constelaciones del cielo. Y por esa afición tuve alguna curiosidad sobre cada una de las constelaciones, pero a raíz del libro es que empiezo a indagar mucho más sobre mitología griega. 

¿El libro es una mezcla de ficción y mitología?

Lo que hago es recrear la mitología desde la ficción. Y el valor agregado que le doy es que trabajo los cuentos desde la primera persona. La mayoría de los textos griegos son en tercera persona, como es el caso de ‘La Iliada’ y ‘La Odisea’. Entonces con lo que se encuentra el lector, es, por ejemplo, con los dioses hablando en primera persona. 

¿Cómo es su versión de esos dioses?

Digamos que es una versión más humana, más terrenal. Fue la forma que encontré para poder trabajar sus pasiones, sus perversidades, sus defectos. Son, aunque suene paradójico, menos dioses. 

Y ocurren en tiempos mitológicos…

Sí. Pero además, ocurren en un orden particular. Arranca con la constelación de capricornio, que es la que narra el origen de Zeus. Cuando nace Cronos, este devora a todos sus hijos porque le han dicho que uno de ellos lo va a derrocar. Pero Rea, la madre, al nacer Zeus, le entrega una piedra y esconde al niño en una isla. A partir de allí, voy mostrando la evolución de Zeus, que en un principio es un ser conciliador, pero después sus pasiones los sobrepasan y se convierte en un déspota. 

Los primeros cuentos ocurren, además, cuando  el cielo aún no está poblado de estrellas. Y a lo largo del libro se va llenando de estrellas. 

¿Cada cuento es independiente? 

Sí, pero en conjunto también representan una unidad. Trabajo, además, los signos del zodiaco astronómico que no es de 12 signos sino de 13, y cuyas duraciones son asimétricas.  

¿Fue difícil que todos los cuentos giraran en torno a la misma temática?

Sí costó trabajo. El ambiente es el mismo para todos los cuentos, el Olimpo, entonces  había que tener mucho cuidado en no ser repetitivo. Hay personajes que aparecen en varios cuentos, y eso me generó cierta dificultad. Pero a la vez fue interesante ir construyendo el cosmos, y el cielo. Fue bonito

¿Qué retos literarios supone  el cuento frente a la novela?

Para mí el cuento es más difícil que la novela. La novela al ser de tiro largo le da a uno un mayor margen de maniobra. Uno puede, por ejemplo, jugar con los personajes, hacerlos desaparecer y luego hacerlos regresar, en fin.  El cuento, en cambio, tiene que ser más concreto y preciso. Tiene que llegar a unos niveles de perfección en que nada sobre ni nada falte.

Lo mejor del libro...

Cuando una persona hace poco me dijo: “Después de haberlo leído veo el cielo con otros ojos”. Eso fue muy gratificante, y entonces creo que sí valió la pena.

¿Qué destaca de todo este boom de escritura creativa que hay en el país?

Me parece muy interesante porque antes uno entraba a estudiar literatura y terminaba siendo crítico de libros o profesor universitario. Hoy en día la gente puede entrar a la universidad a aprender a escribir, a estudiar literatura para ser escritor, y eso es bueno. En la Universidad Central, por ejemplo, hay pregrado en creación literaria. Y hay muchas maestrías. Eso me gusta.

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