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Todo sobre el hundimiento del barco Britannic, el trágico hermano del Titanic

El 21 de noviembre se cumplen los 100 años del hundimiento del Britannic, que acabó con la vida de 30 personas, de los 1.125 tripulantes. Entre los sobrevivientes estaba una Argentina que también había salido ilesa de la tragedia del Titanic.

20 de noviembre de 2016 Por: Andrés Perdomo Córdoba / Especial para Gaceta

El 21 de noviembre se cumplen los 100 años del hundimiento del Britannic, que acabó con la vida de 30 personas, de los 1.125 tripulantes. Entre los sobrevivientes estaba una Argentina que también había salido ilesa de la tragedia del Titanic.

Este 21 de noviembre, se cumple el primer centenario del hundimiento del Britannic, el hermano menos famoso del Titanic. Un barco diseñado para ser uno de los más lujosos de su época, pero que por circunstancias del destino, fue convertido de un buque de transporte de tropas y heridos.

Sin embargo, lo que pocos conocen es que estos dos barcos hacen parte de una larga historia de infortunios.

La naviera ‘White Star Line’ era una empresa en ascenso a mediados del siglo XIX fundada por Thomas Henry Ismay.

Su primera línea de barcos de clase Oceanic  consistió en  cinco naves: el RMS Tayleur, el Oceanic, el RMS Atlantic, el Baltic y el Republic. Curiosamente ninguno de ellos, a excepción del Republic, superó los 30 años de antigüedad. 

El primero, el RMS Tayleur, encalló y naufragó en su viaje inaugural debido a que muy pocos de sus marineros hablaban inglés y como consecuencia de defectos en la quilla. Debido a que el accidente fue en Australia, la compañía buscó acallar los rumores.

El segundo, el RMS Atlantic, colisionó con un barco en la bahía de San Francisco dejando un saldo de 12 muertes. Una década después fue desguazado. El tercero naufragó dos años después de su viaje inaugural en Halifax durante una tormenta y finalmente el Baltic, el más longevo de todos, naufragó al estrellarse con un barco abandonado. 

Posteriormente, White Star Line decidió renovar sus diseños produciendo naves lujosas y veloces, recibiendo en varias oportunidades el galardón Blue Riband o banda azul para los barcos más veloces de la época. Parecía que los fracasos del pasado eran historia. Hasta que de nuevo la maldición regresó. 

A principios del siglo XX, White Star Lines nuevamente se preparó para producir otra línea de barcos, denominada Olympic gracias a sus colosales tamaños. Sus proporciones para la época eran tan enormes e impresionantes que dicha clase fue denominada como el hogar de los dioses griegos. Los tres barcos se denominaron: el Olympic, el RMS Titanic y el Britannic. 

El Olympic fue el más versátil de los tres. En sus inicios fue un barco civil y, al igual que su hermano el Britannic, se “enlistó” en el Royal Navy, o la Marina Inglesa, como barco de transporte de tropas. Durante su larga vida tuvo una serie de accidentes serios y debido las crisis administrativas y financieras generadas por el hundimiento de sus hermanos, fue desguazado en 1935 a las puertas de la Segunda Guerra Mundial.

Sin embargo, fue su hermano, el Titanic, el que opacó todos los estándares de la época. Cientos de personas se reunieron en el muelle de Belfast, Irlanda del Norte, para ver con sus propios ojos la colosal construcción. Y en la publicidad expuesta por sus constructores fue escrita la soberbia palabra “unsinkable”: inhundible. 

“¡Dios mío! ¡Es magnífico!”, exclamaba con asombro y alegría la gente que se aglutinaban en el muelle 44 para despedir a sus seres queridos que viajarían a la ciudad de Nueva York; muchos de ellos humildes y soñadores irlandeses que buscaban una vida mejor en el nuevo continente. 

El resto es historia. En la noche del 14 de abril de 1912 chocó contra un Iceberg. Entre sus pasajeros se encontraba el hijo de Thomas Henry Ismay, Bruce Ismay, quien ayudó valientemente con la preparación de los botes salvavidas y, milagrosamente, sobrevivió al ser invitado a abordar un bote, una vez que no hubo mujeres ni niños en la cubierta.

El Britannic fue construido en el astillero Harland and Wolf, el mismo donde se erigió el Olympic. Se dice que su nombre original era  Gigantic, pero que finalmente fue modificado en el último momento en aras de evitar evocar la tragedia de su colosal familiar.

Finalmente, el Britannic entró en servicio dos años después del hundimiento de su hermano. Tuvo un diseño bastante similar, aunque con algunas mejoras en su estructura y de equipamiento, entre ellas, mejores y más botes salvavidas. Sin embargo, de nuevo el destino llamó a la puerta y el Britannic fue puesto al servicio de la Royal Navy como buque hospital en la Primera Guerra Mundial. 

Durante sus días de servicio fue parte de la nefasta y terrible campaña de Gallipoli en donde casi 300.000 soldados aliados fueron heridos o fallecieron en las costas turcas. 

El Britannic, casi a tope de hombres heridos, prestaba sus servicios en el mar Mediterráneo cuando a las 8:00 a.m.  una explosión sacudió a sus pasajeros. Nunca se supo si fue un torpedo o una mina otomana. Una hora más tarde, el hermano mellizo del barco más famoso de la historia, se encontraba bajo las aguas cerca de la isla Kea. 

Dentro de las miles de historias que pueden contarse de estos grandes colosos, se encuentra la de la camarera argentina Violet Jessop, quien sobrevivió al más grave accidente del Olympic, al naufragio del Titanic en donde un pasajero le lanzó a su bebe desde el barco, y al hundimiento del Britannic donde después de un fuerte golpe en la cabeza que la dejó inconsciente fue rescatada al ser avistada por un bote salvavidas.

Toda esta serie de incidentes llevó casi a la quiebra a White Star Lines y ésta fue finalmente absorbida por una empresa más grande, sin dejar más que su nombre como una de las navieras más gloriosas y a la vez infames de la historia.

Basados en los errores de diseño del Titanic, los ingenierons fabricaron para el Britannic un   doble casco que cubriera el motor y la sala de calderas y duplicaron la cantidad de  salvavidas.

 

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