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"Queremos reconocer el buen momento que vive la salsa en Cali": Carlos Trujillo

Carlos Trujillo es uno de los gestores culturales de la salsa más reconocidos de Cali y el hombre detrás de grandes espectáculos como el Salsódromo. Esta vez, se tomó un café para hablar de los premios Punta Talón, que reconocerán a los mejores de la industria salsera este martes 15 de octubre.

4 de octubre de 2013 Por: Redacción de GACETA

Carlos Trujillo es uno de los gestores culturales de la salsa más reconocidos de Cali y el hombre detrás de grandes espectáculos como el Salsódromo. Esta vez, se tomó un café para hablar de los premios Punta Talón, que reconocerán a los mejores de la industria salsera este martes 15 de octubre.

¿Cómo nacen los premios ‘Punta talón’ que buscan reconocer a los actores de la industria de la salsa en Cali?En 2004 se habían creado los premios Asobasalsa, la única asociación de salsa de Cali, para reconocer los mejores proyectos de la expresión salsera en Cali. Ahora, con apoyo de la Fundación Delirio, el Proyecto Paso Firme y el Ministerio de Cultura, logramos sacar adelante estos premios ‘Punta Talón - Los Mejores de la Salsa’. Ya existen en Cali tres asociaciones, Asobasalsa, Asosalcali y Fedesalsa, que agremian a los bailarines. Y este es un acto de unión para reconocer a la gente que hace parte de este gremio y de este buen momento en la salsa en Cali. ¿Ya podemos hablar de una industria de la salsa?Vamos por buen camino. Aún hay procesos por consolidar. Pero esta es una ciudad que ama el baile, a pesar de esa cultura de no apoyar al otro. Los premios quieren demostrar que unidos podemos lograr las metas que tenemos alrededor de la salsa. Hoy en día contamos hasta con diseñadores especializados en vestuarios de salsa, que han hecho carrera universitaria. Los zapateros son cada vez más reconocidos en el mundo. También los que hacen los tocados. Hasta la manera en que estamos haciendo salsa, tocándola y bailándola, tiene sello propio en el mundo pues no andamos copiando estilos de Cuba y Puerto Rico. Qué cifras conocemos ya sobre esta industria...Hoy existen 5 mil bailarines activos, que han salido de escuelas. 1.250 de ellos son de alto nivel, listos para representar a Colombia en grandes certámenes. En Cali, nuestros niños, sobre todo de estratos populares, primero bailan y luego caminan. Ni siquiera en Puerto Rico, donde la danza es apoyada fuertemente por el gobierno, se vive ese fenómeno. Hay 10 modistas especializadas, 5 sastres y 5 zapateros de talla internacional. Y 72 escuelas registradas en Cámara de Comercio que albergan hasta 200 alumnos. Y eso que hay muchas escuelas que aún no están registradas. ¿Qué tan fácil es vivir hoy del baile de la salsa?Esa es nuestra meta. Ya hay mucha gente viviendo del baile, pero es un porcentaje bajo. La mayoría lo ve aún como un divertimento.¿Qué hace falta?Que Cali se vuelva más turística para crear más espacios de trabajo. Ya tenemos tres espectáculos, Delirio, Salsa Cabaret y Ensálsate, pero necesitamos más para fortalecer a las escuelas. Falta crear universidades de la salsa, escuelas de maestros. Hay mucho por hacer. Muchos bailares se han ido a otros países. ¿Cómo interpreta esa migración tan fuerte?Sí, son muchachos que se van a bailar a otros países porque aquí no encuentran posibilidades de desarrollar su arte y allá hay oportunidades económicas que acá son impensables. Los vemos en países inimaginados como Turquía, también en Estados Unidos, Japón y países de Europa, donde participan masivamente en festivales y escuelas. Es un fenómeno que crece. Lo bueno, a pesar de que nos duele que se lleven su talento, es que representan con honores a la salsa caleña. Usted ha sido muy cercano, como director artístico, a un evento de ciudad que es el súmmum de nuestra pasión por la salsa, el Salsódromo... ¿Qué se viene para esta séptima versión?Seguimos buscando consolidar un evento que debe ser la apertura de la Feria de Cali. Ya las 25 escuelas que participarán fueron seleccionadas en agosto. Algunas pondrán 50 bailarines, otras 20. La respuesta ha sido muy positiva, pues este proceso implica unos sacrificios y los jóvenes se someten a ellos solo por cariño y respeto a su arte y al Salsódromo. Ha habido críticas de parte de algunos que nos comparan con carnavales como los de Río y Barranquilla, pero es un poco injusto porque esos procesos culturales llevan casi un siglo de tradición. Nosotros somos apenas unos bebés. Este año hemos empezado a intervenir el salsódromo, que se llamará ‘Despertar del carnaval’. Entonces, de los bailarines en escena por cada escuela, 15 parejas bailarán salsa y otras 10 parejas irán con otra puesta en escena diferente al baile, serán más de carnaval.¿En qué va la consolidación de la política cultural alrededor de la salsa?Va por buen camino también. Todas las asociaciones fueron escuchadas, plantearon sus necesidades. Siento que ya la ciudad, a pesar de todos los tropiezos que ha habido en este camino, ha comenzado un poco a entender la importancia de consolidar y apoyar a las escuelas y, sobre todo, a los bailarines de Cali. Si logramos consolidar eso, en poco tiempo tendremos una industria fortalecida.

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