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¿Por qué los grandes productores de cine quieren filmar en Cali?

Los caleños tendrán que acostumbrarse al tráfico de cámaras, actores y escenografías. ¿Qué hay detrás de este fenómeno?

13 de noviembre de 2016 Por: Isabel Peláez y Claudia L. Bedoya S. | Reporteras de El País

Los caleños tendrán que acostumbrarse al tráfico de cámaras, actores y escenografías. ¿Qué hay detrás de este fenómeno?

Los caleños vivieron a comienzos de este mes una congestión vial que duró cinco horas y  que convirtió  las calles 5 y 7,  en plena hora pico, en un cuello de botella. Todo ocurrió por cuenta de la grabación de dos producciones audiovisuales en  la ciudad.  

Según directores y productores de cine y televisión consultados por El País, “van a tener que acostumbrarse” al trancón, ya que cada vez más productores tanto nacionales como extranjeros, están viendo como escenario ideal de sus películas a Cali.

El productor ejecutivo Diego Ramírez Schrempp, que  en sus diez años ha hecho películas en Cali como ‘Perro Come Perro’ (en coproducción con Antorcha Films) y ‘¡Que Viva la Música!’ (basada en el libro homónimo de Andrés Caicedo), dice que:  “Cali apenas está empezando a aprender  lo que significa tener una producción de Hollywood  donde en los sets de producción hay 20 camiones, 15 tráilers y grúas,  300 personas trabajando. Es un reto enorme. Lo vivimos en Bogotá y Medellín. Para los caleños es una novedad”.

Ramírez,  productor general de la serie de Netflix que ocasionó el trancón vehicular, asegura que “si bien la  primera semana tuvimos un impacto negativo grande por la sorpresa y la magnitud, en los últimos días hemos estamos más coordinados con la Secretaría de Tránsito y de Gobierno,  evaluando de qué forma generamos el menor impacto en la movilidad. Que   si vamos a utilizar locaciones en el centro, ojalá  sea un día festivo, cuando hay  menos circulación, evitar las horas pico,  grabar  escenas de noche o en las afueras de la ciudad”.

Eso sí, aclara que tener  producciones como estas en Cali trae también un impacto positivo para sus habitantes:  “Hemos generado más de 500 empleos temporales directos y muchos más indirectos,   nuestro  equipo de más de 300 personas estará en  Cali por  7 meses consumiendo   servicios de hotel (unas 12.000 noches, entre todo el equipo),  restaurantes, bares, entretenimiento, compras,  inversión local en transporte, aseo, catering...”.

Samir Jalil,  subsecretario de Convivencia de Cali, reconoce que la audiovisual es una industria que “está creciendo y que Cali tiene una tradición grande pero que en este momento no es que constantemente se estén generando permisos para producciones. En lo transcurrido del año van 4 permisos para producciones audiovisuales”, le explicó  a El País.

Añade  que a través del Decreto 0409 de 2012, el capítulo V comprende los ‘Trámites y requisitos para la realización de filmaciones audovisuales en el espacio público y zonas de uso público’. Y si no se realiza  la gestión “la Policía puede, en determinado momento, hacer la suspensión de las actividades”.   

Anticipó que, con la reforma administrativa, se está trabajando en la implementación de la ventanilla única para la gestión de los trámites (permisos) que  hoy se realizan a través del Centro de Atención al Ciudadano. 

“Cali es la Hollywood de los años 30”. Así la define  Óscar Hincapié Mahecha,  director de la película ‘Petecuy’, rodada en dicho barrio caleño. “Tiene  gran diversidad de locaciones en un espacio reducido”, añade. 

Él asegura que aparte de ser la ciudad la protagonista de su historia,  hay  muchas razones para grabar en Cali: “No tenemos que viajar mucho para   encontrarnos una playa, un bosque o  una ciudad ya con cara de metrópoli. Eso ha hecho que se asiente acá la industria cinematográfica. Y parte del  engranaje de esa industria es que nos podamos vender como  escenario para producciones”.  

Cali: objeto de estudio

Una de las  razones que motiva a los realizadores a hacer producciones audiovisuales en Cali se debe a su interés de documentar qué pasa  en esta ciudad y, en ocasiones, es el eje de los argumentos narrativos. Un ejemplo de ello es la cinta ‘Siembra’, dirigida por Ángela Osorio y Santiago Lozano. 

Osorio cuenta que surgió tras “cuestionarse  la manera en que ese territorio en el que vivíamos se estaba transformando por todas las migraciones, a voluntad y/o forzadas por los desplazamientos y cómo eso transformaba el territorio físico. Además,  cómo eso cambiaba culturalmente a Cali porque traían otras tradiciones”.

Antonio Dorado dice que para  su primera película, ‘El Rey’, filmaron en algunos espacios de la ciudad que sabían que se iban a transformar y lo mismo ocurrió con otra película suya, ‘Amores peligrosos’, que se filmó antes del hundimiento de la Avenida Colombia. “A diferencia de otras capitales del mundo, aquí ha  habido una actitud muy displicente con la memoria arquitectónica de nuestros  espacios, entonces aunque sea, a través de las películas, podemos tener esos  archivos  y dejar para las futuras generaciones la memoria de lo que hemos sido o  de lo que somos. A medida que pasa el tiempo la ciudad se transforma. Que se sigan filmando historias permite que se vaya creando una memoria histórica de la ciudad”.

Negociar con la comunidad

Para Ángela Osorio, de ‘Siembra’, al margen de los permisos que se logren a nivel gubernamental para moverse por la ciudad sin contratiempos, ella insiste que la negociación más importante es con la comunidad. “A veces uno se olvida de eso en el quehacer cinematográfico. Hay que entender que en cada comunidad hay una estructura de liderazgo con la cual hay que entrar a negociar, a hablar, que merece ser tenida en cuenta para explicarle qué se está haciendo, cómo se está haciendo. Eso nos ayudó muchísimo. En Cali  a las personas les gusta el arte, les gusta el hacer, la práctica, saber qué se hace, hay un interés  del otro en  hacer algo, cómo lo hace, donde me pongo”.

El rodaje de una película, sea en una ciudad, población, barrio o cuadra, dice el director de cine Antonio Dorado, “siempre debe hacerse en consonancia con la comunidad, la idea es que uno junto a su equipo se adapte a la comunidad, no que la comunidad se adapte a nosotros”. “Hubo  días en los que hicimos recreaciones en el centro de la ciudad, pero  se hacían sábados o domingos o días en que no se generara mucho impacto, entre otras cosas, porque el ruido natural  de las ciudades  afecta el sonido y el registro”, agregó.    

Óscar Ruiz Navia, quien rodó ‘Los Hongos’,  y recientemente ‘Epifanía’,  en Cali, dice que no pretendieron “llegar e imponer las leyes de un rodaje y tapar calles, sino que por el contrario, el proyecto necesitaba que  nosotros pudiéramos mimetizarnos en esas realidades”. Para ello, previo a sus producciones siempre hay un trabajo de investigación muy fuerte donde se involucran las mismas comunidades, “hay mucha cercanía con las personas, para que haya mucho respeto. Hay muchas formas de aproximarse a los lugares. Una es teniendo dinero y comprando y pagando por todo, otra es llevando a cabo  un proceso para entender cómo son los lugares, qué ritmos tienen, qué leyes los rigen. Y nosotros nos fuimos por el segundo camino, necesitábamos retratar esos espacios y esas personas  de una manera que se sintiera cercana a la vida”.   Así  Ruiz Navia y su equipo,  previo al rodaje, investigaron sobre la vida  de los graffiteros, los skaters, estas subculturas urbanas que habitan la ciudad. 

Sobre ‘Epifanía’, su nueva película, que Ruiz estrenó hace tres semanas en el Festival de Busán, Corea, cuenta que “es la historia de una madre en diferentes momentos de su vida. Algunas partes se filmaron en Suecia y Canadá; otras  a las afueras de Cali, en la carretera Cañasgordas, el   Cementerio Jardines de la Aurora,  por la Avenida  Guadalupe y el rumbeadero de salsa La Topa Tolondra, en la Calle 5. 

Ciudad de múltiples escenarios

Osorio asegura que Cali tiene grandes ventajas en términos de movilidad y eso representa ahorros en tiempo y costos de producción. “Es una ciudad en la que puedes  rodar montañas, paisaje de río, hay una diversidad de pisos térmicos muy cerca: una finca o cañaduzales. La movilidad es  más sencilla, los traslados no son tan prolongados, se economiza en tiempo y la gente  llega  menos agotada al rodaje”.

“Este es un lugar  increíble para producir, porque  cuenta con locaciones visualmente muy ricas y una geografía impresionante. En esta ocasión grabamos una serie para Netflix, donde gran parte de la historia sucede en Cali en los años 90 y necesitábamos las locaciones reales”, anota el productor de cine y televisión, Diego Ramírez. 

Para ‘Los hongos’, Ruiz  eligió barrios  como San Fernando, Miraflores, el Parque de los Estudiantes, Universidad del Valle, el  sector de la Calle 5, la Avenida Colombia, Pance, y del oriente  como Mojica y  el Puente de los Mil Días.  

Mientras que Dorado, para su película de época ‘El Rey’, escogió la Plaza de Cayzedo, el barrio y la Plaza de San Nicolás y hasta  las bodegas de la Licorera sirvieron de set, “para no alterar la tranquilidad de la ciudad”. 

El productor Diego Ramírez destaca  el centro de Cali como uno de los escenarios favoritos para las películas, por sus “edificios emblemáticos, como el de Coltabaco, que es muy hermoso, la vegetación increíble de Pance y Jamundí, y locaciones  como la Base Aérea.  Cada una le aporta valor a la historia narrativa y visualmente”. 

Marlon Moreno  apostó por su ciudad  para grabar su  proyecto, la serie ‘Insurrección’, en la que interpreta a un profesor de ética con poco de ella. Contó con la generosidad de cientos de amigos,  que incluso los hospedaron y alimentaron  a él y a su equipo.  “Tengo la esperanza de   brindarle a Cali otra forma de industria, es  la ciudad que más le ha aportado a la televisión y al cine desde sus inicios. Yo  nunca quise irme, y si puedo hacer algo para que  otros no se tengan que ir, mucho mejor. Donde tenga trabajo allí estaré, pero como decidí crear trabajo, quise hacerlo en la ciudad que amo”.

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