Poetas que no son poetas se dan cita esta noche en el Teatro Salamandra

Cuatro profesionales caleños a los que los une una gran amistad harán pública su creación este viernes. Aquí, algunos apartes del recital.

En Cali son bien conocidos por ser grandes profesionales: Adolfo Vera como cardiólogo, Joaquín García como urólogo, Leonardo Medina en calidad de abogado y  Fernando Duque, como  filósofo y músico.  

A estos hombres los une la amistad, el amor por la cultura y la sensibilidad para escribir poesía, aunque sus versos jamás hayan salido a la luz pública y por eso, sin pretenderlo,  se han convertido en ‘Poetas clandestinos’.

Precisamente, estos poetas no poetas, hoy se le medirán, por primera vez, a poner a consideración del público caleño su trabajo literario   en un recital que se cumplirá en el Teatro Salamandra, desde las 7:00 p.m.

Uno de los ‘clandestinos’, el abogado Leonardo Medina, reconoce que ninguno es poeta de oficio. “Tenemos escritos camuflados  que pueden tener alguna resonancia en el mundo de la poesía y hoy queremos darlos a conocer. Será una prueba de fuego”. 

Esta noche  públicamente se exponen a la ciudad  con versos que abordan temas como  el amor, el desamor, lo existencial, temas de actualidad como el proceso de paz así como la violencia en el país.   

La idea de los ‘Poetas clandestinos’ es seguir con sus veladas en diferentes teatros de la ciudad, precisamente, para promover  el reconocimiento de los epicentros de la cultura.

En la actividad de esta noche, cada uno leerá cinco poemas. El  maestro de ceremonias será Rodrigo González Caicedo, el estadista  Armando Barona Mesa hará una introducción sobre la obra de cada uno de  los poetas clandestinos y  Roberto Gómez  tocará la guitarra. Así los versos verán la luz.

El Teatro Salamandra está ubicado en la Carrera 36 No.4A-31, San Fernando. Aporte $10.000

Presencia(Fernando Duque) Intempestivamente, la lluvia ahogó el brillo de la tardeUn alce buscó refugio a la sombra de un cedroUn inquieto colibrí atravesó la invisible luz de un rayoUn bosque cesó su música y se entregó a la nochey en un instante, mi pensamiento, al ver la fuga de los elementospartió veloz, e inquieto, llegó temblando hasta ti. Miedo de amarBorrachera de mí, aférrate a la orillaHaz que este hombre solitario y tristeVuelva a sus prejuiciosAparta de mí este esplendor de maravillasBórrame de este asombroY haz que yo vuelva a serUn hombre solitario y tranquilo. Poemario de la desolación (Adolfo Vera)  El agua que nos inundaba de gozo hoy nos ahoga de amargura,el fuego que sólo consumía corazoneshoy arrasa vegetaciones indefensas. El aire que respirabas felizhoy envenena tu entorno. La madera que soportaba felizmente tu cuerpo,hoy no alcanza para guardar tus despojos. El sol que gozabas desnudo,hoy arruga, quema y destroza tu piel. La tierra que te prodigó sus frutos, hoy es una enorme costra fisurada. Las guerras que fueron por petróleo, carbón, gas natural, alcohol carburante, mañana serán por el agua y los molinos de viento. Los pájaros que anunciaban la madrugada, silenciaron su canto.Los gallos de la huerta casera, nunca más estallaron de gozo. Las golondrinas del próximo verano,no fueron más. El agua que aliviaba la sed de tu cuerpo, hoy es manantial putrefacto sin redención posible.Los peces de la divinidad bíblica,naufragaron de tristeza.Y las aves del cielo prometido, se derrumbaron de dolor. Chapules, grillos y chicharras silenciaron su algarabía lujuriosaen las noches de soledad sin pausa. Sin título(Leonardo Medina)  La belleza,extraña fiera que te atacaafina la sonoridad de tu nombreRastro de Diosareposa en tu cuerpoCruza, con sigilo, para no azuzar ese animalque nos embiste. Al proceso“Déjenos vivir nuestra edad media tranquilos”, decía Bolívar,y creo, con pesar,que su sentencia cae hoy como una bomba,en medio de un inútil palabreo. Voces(Joaquín García)  Oigo voces, murmullos, gritos, quejidos, susurros lejanos y cercanos, no estoy seguro si es amanecer o anocheroigo el latido de mi corazón, de mi respiración, música cercana y lejana, distingo voces de niños, ancianos, mujeres. No sé dónde estoy...pero percibo que estoy vivo.