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Pierrik Malebranche en Cali, un actor sin fronteras

Más allá de si usa técnicas de la danza, el teatro, el mimo o las marionetas, lo que le interesa al dramaturgo francés Pierrik Malebranche es el potencial poético del hecho escénico. “Las fronteras entre las disciplinas tienen que ser porosas”, dice. A partir de mañana dictará un taller en Cali sobre manipulación de objetos.

9 de noviembre de 2014 Por: Redacción de GACETA

Más allá de si usa técnicas de la danza, el teatro, el mimo o las marionetas, lo que le interesa al dramaturgo francés Pierrik Malebranche es el potencial poético del hecho escénico. “Las fronteras entre las disciplinas tienen que ser porosas”, dice. A partir de mañana dictará un taller en Cali sobre manipulación de objetos.

Quizá porque fue discípulo de Marcel Marceau -ese actor francés considerado el mejor mimo de todos los tiempos que con sus interpretaciones silenciosas lograba sacudir al público a través de las emociones que generaba- Pierrik Malebranche es hoy un convencido de que las fronteras del teatro desaparecieron hace mucho tiempo. Para la muestra, Pierrik menciona el número cada vez mayor de artistas plásticos que hacen puestas en escena, así como a los dramaturgos que hacen coreografía; “la diferencia entre teatro y performance pertenece al pasado”, dice contundente. Su propuesta está basada entonces en lo que aprendió no solo de Marceau sino de la mano de otro de sus grandes maestros, Philippe Genty: apoyarse en los recursos propios del intérprete. “El teatro actual es un reflejo de nuestra sociedad: tenemos muchas referencias. El actor hoy debe tener la curiosidad de acercarse a otras disciplinas y experimentar otros procesos creativos y eso vale para el bailarín o el titiritero”, dice. “En este camino quizá haya confusión respecto a las fronteras, pero esta incertidumbre ofrece una libertad creativa así como una gran oportunidad para el artista de convertirse en un actor global, más completo, más capaz de pintar la complejidad de la vida humana”. Y tiene razones para decirlo, Malebranche. Haber crecido con maestros de esa talla tiene su peso. A esa herencia se suma, también, su cercanía con la coreografía, con la que ha experimentado a lo largo de su carrera. Y justamente esa propuesta teatral es la que podrán conocer de cerca actores caleños, pues Malebranche estará en Cali entre el 10 y el 15 de noviembre, donde dictará el taller Materiales y Objetos Partenaires del Actor, invitado por la Fundación Escénica Dulce Compañía, en el marco de la Primera Vitrina de Intercambio Cultural para las Artes Escénicas.Esta es su segunda visita a la ciudad de la que, dice, “espero nazca una larga historia con Cali”. Hablamos con él vía correo electrónico antes de su arribo. ¿Qué es el teatro de manipulación de objetos y cuál es el aporte que le hace el teatro visual a la escena mundial?Teatro visual es una definición que usamos por comodidad, necesitamos definir una especificidad en pocas palabras. De hecho, es sólo teatro. Un teatro que trata de utilizar todos los recursos disponibles, un teatro en movimiento, flexible. No es un teatro de símbolos, sino un teatro de la metáfora, donde una imagen puede concentrar varios sentidos. El objeto, la materia, son muy concretos y su encuentro con el actor es un desafío para el intérprete: “Los materiales desviados de su función habitual crearán los obstáculos físicos que se confrontarán a los intérpretes como metáforas de sus conflictos”, decía Genty.¿El contenido pedagógico que desarrollará en Cali es heredero de las metodologías pedagógicas de Philippe Genty? ¿Qué tradición tiene ese método?Philippe tiene una formación en artes visuales y empezó en el teatro con las marionetas. A los 22 años se fue alrededor del mundo en coche (Citroen 2 CV) con una pequeña obra y una cámara, con el proyecto de producir un documental sobre las distintas tradiciones de teatro de marionetas en el mundo. Este viaje, que duró varios años, fue su “universidad”: una sucesión de encuentros artísticos y humanos, de experiencias de vida, de recorridos por paisajes naturales impresionantes. Todo eso impactó su vida y su arte y esos elementos todavía están presentes en sus obras. A lo largo de los años, Philippe desarrolló un camino propio, incluyó materiales y objetos a su trabajo de manipulación y movimiento. Luego el psicoanálisis entró en su vida y el escenario se convirtió en el espacio del inconsciente. No pertenece a una escuela o a un movimiento pero recibió influencias, entre otras, de Bob Wilson.¿Quiénes pueden tomar su taller Materiales y objetos partenaires del actor?Actores, bailarines, titiriteros, clowns, acróbatas, malabaristas, cantantes, todos los que se dedican a las artes escénicas o que tienen curiosidad por ellas. También una persona que no tiene experiencia en teatro pero que está dispuesta a viajar con nosotros ¡es bienvenida!¿Cómo siente su venida a Cali y el trabajo que desarrollará con artistas escénicos de la ciudad?El trabajo que desarrollaré en Cali lo veo más como un laboratorio. Propondré un punto de partida pero la calidad del trabajo y la profundidad de la búsqueda será responsabilidad de todos. Y respecto a eso -la calidad humana y artística de los actores y bailarines locales- no tengo ninguna duda. ¿Cuál es su relación con Latinoamérica entendiendo que Argentina es uno de sus países de permanencia? ¿Qué trabajo de creación está desarrollando allí?Desde que me establecí en Argentina, gracias a la notoriedad de la Compañía Genty, tuve muchas oportunidades de dar clases y talleres. Eso me permitió entrar en contacto con el ámbito teatral argentino. De allí nacieron proyectos como ‘Territorios del cuerpo’, un taller largo e intensivo de entrenamiento escénico que estoy armando en Mar del Plata. La falta de recursos es un desafío. Sin embargo, hay mucho entusiasmo y flexibilidad, la espontaneidad es sin duda una fuerza de este continente.Usted es actor, bailarín, artista de circo y director. ¿Hacia dónde le interesa dirigir su experiencia? Mi trayectoria ‘torcida’ me permitió acercarme a una visión más global del teatro. Cuando empecé ni siquiera iba al teatro, me gustaba más el cine. Fue una casualidad pisar el escenario, aunque la casualidad no existe. Y rápidamente descubrí el potencial poético del hecho escénico, sin preocuparme de saber si era danza, teatro, mimo o marioneta. Las fronteras entre las disciplinas tienen que ser porosas, dejarse influenciar la una a la otra. Esto me interesa como director y como intérprete, caminar el hilo que separa las disciplinas permite un desarrollo más completo del actor y no nos deja instalarnos en una comodidad aburrida y sin vida. Me gusta la frase de Peter Brook: “El espacio donde trabajamos tiene que ser de libre intercambio.” Esta es su segunda visita a Cali…El año pasado tuve la oportunidad de conocer a Cali. La experiencia fue muy rica pero corta. Entonces volver acá responde a un doble interés, de un lado seguir compartiendo esta práctica del teatro con actores y artistas que tienen curiosidad y de otro lado dar la posibilidad a los integrantes del año pasado de volver y profundizar. Es importante establecer una regularidad para lograr cierta calidad. Espero sea el principio de una larga historia con la ciudad de Cali.

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