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Oswaldo Golijov, el apóstol de la música

El compositor argentino Oswaldo Golijov habló sobre ‘La Pasión según San Marcos’, su obra más esperada en el Festival Internacional de Música de Cartagena.

11 de enero de 2012 Por: Meryt Montiel Lugo, editora Equipo de Domingo.

El compositor argentino Oswaldo Golijov habló sobre ‘La Pasión según San Marcos’, su obra más esperada en el Festival Internacional de Música de Cartagena.

La obra más esperada del VI Cartagena Festival Internacional de Música, La Pasión según San Marcos, del compositor argentino Oswaldo Golijov, llega a escena esta noche, a partir de las 7:00, en el Centro de Convenciones de la Ciudad Heroica.Es una pieza monumental, en la que participan más de cien artistas, entre ellos, los de la Schola Cantorum de Venezuela; famosos violinistas, chelistas, cantantes y bailarines, que viene precedida de una estela de éxitos, principalmente en Europa y Estados Unidos (ver microformato).Por sólo mencionar uno de los reconocimientos de esta obra maestra que ha sido calificada como revolucionaria del mundo de la música, el CD de su estreno recibió nominaciones al Grammy y al Grammy Latino en 2002.El argentino, quien ha trabajado con los cuartetos de cuerdas St. Lawrence y Kronos, con la soprano Dawn Upshaw, la Sinfónica de Boston y recientemente ha hecho bandas sonoras para películas de Francis Ford Coppola (Youth without Youth y Tetro) recibió la misión, por parte de la Academia Bach Europea, por la conmemoración de los 250 años de la muerte de Juan Sebastian Bach en el año 2000, de crear una Pasión de Jesús, acorde con su visión y sentir latinoamericano. Logró así, luego de tres años de trabajo, una obra contemporánea y majestuosa, que se apreciará en Colombia por vez primera.Como antesala a este estreno, Golijov participó ayer en uno de los conversatorios que el periodista estadounidense Jonathan Levi, conduce en horas de la mañana, en la Capilla del Hotel Santa Clara. La temática: Arte y Religión. A través del ameno diálogo conocimos sobre la vida y la magna obra del compositor y director argentino.Formación“Una parte importantísima de mi formación fue ser músico de la sinagoga, tanto en coro desde chico, como tocando el órgano eléctrico en servicios y celebraciones. La Sinagoga a la que yo iba era la única en mi ciudad, Mar del Plata, era una sinagoga ortodoxa, donde los hombres estaban divididos de las mujeres. En mi casa había también una división, porque mi papá (médico) no era para nada religioso y mi mamá sí, pero se querían y se entendían (risas). Mi mamá era pianista y para ella la cima de la humanidad era Bach y Beethoven y mi papá venía de una familia que leía muchísimo, sobre todo los grandes novelistas rusos. Literatura y música eran las expresiones más altas del espíritu humano para mis padres”.La escritura“ Todas mis experiencias de niño judío entre niños cristianos hizo parte del bagaje que tuve cuando escribí la obra”.“ Tardé unos tres años en escribir la obra, de los cuales dos estuve paralizado por miedo. ¿Cómo voy a escribir algo así? Me decía. Pero tuve una revelación, me acordé de un cuadro de Rembrandt, el pintor holandés: una pintura que mi bisabuela tenía en la cocina sobre Jeremías lamentando la destrucción de Jerusalén. Yo miraba la cara de Jeremías, con una tristeza profundísima y miraba la cara de mi bisabuela y eran iguales. Me ponía a pensar, ¿cómo Rembrandt pintó a mi bisabuela 200 años antes de que ella naciera? (risas). Y Rembrandt no era judío, pero logró penetrar el alma judía de una manera tan profunda que ningún pintor judío que yo conozco lo ha logrado. Me acordé que Rembrandt como no judío vivía en el barrio judío de Amsterdam yo vivía como no cristiano entre los cristianos. Empecé por ahí, alguien que está en la comunidad pero que está fuera, puede tener una perspectiva dentro de esa familia, de esa cultura, de esa religión, de esa fe que es verdadera y que es nueva. Y eso me dio ánimo para escribir la obra.Su intención“La idea de la obra era reflejar la historia de La Pasión en Latinoamérica y obviamente Latinoamérica es demasiado grande y rica como para decir esta es la pasión latinoamericana. Me pareció que los lugares donde la Pasión se transformó más profundamente fueron Cuba y el noreste de Brasil, donde el sincretismo de culturas, de tradiciones, de religiones y de música produjo algo que no había sucedido en Europa”.“Para la Pasión latinoamericana tuve que preguntarme: ¿Qué es lo importante aquí? Que aquí también hubo esclavitud, que también se suprimió la humanidad de la gente que vino esclavizada, la religión, la cultura, y sin embargo, esa cultura logró crear un nuevo árbol de algo que nunca existió en Europa. Quise reflejar en mi pasión esta fusión, no siempre armónica, de cultura, de religión y de música”.Lenguaje:“Hay varios lenguajes que surgen, que se van trenzando a medida que la historia avanza. Hay un lenguaje de simples melodías basado en los ritmos de los tambores batá o afrocubanos y que es el lenguaje que se usa para contar la historia.Otro lenguaje es el de la balada del noreste brasileño, es ese lenguaje de una tristeza, de una interioridad profundísima y de una sensualidad al mismo tiempo que uso, por ejemplo, en la agonía de Jesús en Getsemaní. Para los momentos en que Jesús mira hacia adentro.Hay otro lenguaje muy litúrgico, influenciado por el gregoriano que es para los momentos donde hay una entrega absoluta, como en el de la Eucaristía.Y está el cantejondo, que casi siempre está asociado a los condenados a muerte . El juicio de Jesús ante Pilato está expresado en ese lenguaje.Narrativa“Están principalmente los tambores afrocubanos que son los que hablan, que cuentan historias. En el caso de las pasiones de Bach el avance de la narrativa procede a través de un evangelista cantando recitativos acompañado por órgano, después Jesús con su halo lo hace con acompañamiento de cuerdas.En La Pasión según San Marcos yo decidí que la historia es tan conocida que no es necesario que un solista sea Jesús y un solista sea el evangelista. Sino que, para mí, Jesús, más importante que la persona, es el mensaje y para mí el mensaje de Jesús en Latinoamérica es el pueblo y el pueblo es en una obra el coro. El coro es muchas veces el que dice la palabra de Jesús. Pero también la narración procede muchas veces con los tambores batá y pregones y también tomé del gran maestro García Márquez, como la historia era tan conocida y no era necesario tener un evangelista y un Jesús, podía ser una narración colectiva como en El Otoño del Patriarca, donde es un monólogo que uno nunca sabe quién está narrando. Pero la historia también es la historia del dictador latinoamericano tan arquetípica, que uno puede permitirse esa versión: ¿Quién es Jesús: este cantante o son los del coro o es la guitarra en este momento? Como todos conocemos la historia podemos tener interpretación de monólogo- colectivo”.Religión“No sé qué va a pasar con lo que se llama hoy la religión. Lo que sí sé es que las preguntas que todos nos hacemos sobre la muerte, la trascendencia de la vida, sobre quiénes somos, qué venimos a hacer a este planeta, cuál es el significado de estar aquí por los años que estamos, siempre van a inspirar a un creador”.Un desafío“Nunca había pensado escribir una Pasión, sigo amando las pasiones de Bach, pero creo que esta es una oportunidad. Cada compositor necesita un gran desafío y esto lo tenía que hacer, por Bach y por la historia misma o sea que uno no puede como creador pasar por la vida y dedicarse a hacer cositas chiquititas, había en un momento que enfrentarse a los monumentos: decir, ¿cómo nuestra generación y yo como vehículo de mi generación vamos a confrontar un tema fundamental de la cultura occidental? Para mí siempre fue muy importante todo el tema de lo que significa la posibilidad de la existencia de Dios, de qué hacemos en este planeta. Para mí esta fue una experiencia transformativa en mi vida, no era sólo componer una sinfonía o una sonata, sino enfrentarme con las cuestiones fundamentales de mi vida”.Lo complicado“Fue un elemento muy difícil de enfrentar en la obra el momento de culpa colectiva de los judíos por la muerte de Jesús . En la historia es muy claro que el pueblo fue manipulado por la jerarquía. Los escribas y los sumos sacerdotes hicieron el complot para entregar a Jesús y para mí una experiencia muy importante fue haber vivido bajo la dictadura en Argentina en los años 70. Una experiencia inolvidable que tuve fue que la misma semana en la que los dictadores desaparecieron a varios curas que trabajaban en la periferia de la capital, hubo una misa televisada donde el Arzobispo de Buenos Aires bendijo las armas de estos dictadores. Y para mí la revelación era, que estos curas estaban haciendo el trabajo verdadero, ayudando a los pobres, educando y que la jerarquía era la que estaba amenazada y se alió con el poder militar. Lo más importante era ver cómo muchas veces los pueblos como el de Israel en la época de Jesús como muchos pueblos latinoamericanos, con todas estas dictaduras que hemos sufrido, fueron manipulados tanto por las jerarquías militares como por las religiosas y la historia refleja mucho de eso”.

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