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Los secretos de Hernán Peláez, legendario periodista de Palmira

A raíz de la publicación del libro ‘Las historias de Hernán Peláez’, el dr. Peláez le contó a El País otros secretos.

5 de diciembre de 2012 Por: Redacción de El País

A raíz de la publicación del libro ‘Las historias de Hernán Peláez’, el dr. Peláez le contó a El País otros secretos.

Hernán Peláez Restrepo, oriundo de Palmira, es considerado como el gran referente del periodismo deportivo en Colombia desde hace más de 40 años. Cuando se acerca a los 70 de edad y al medio siglo en el oficio, su colega Édgar Artunduaga publicó el libro ‘Las historias de Hernán Peláez’, que lo retrata como uno de los personajes más respetados de este país y como narrador que matiza sus comentarios con anécdotas de todos los tiempos. “He visto en el fútbol tipos muy raros”, cuenta en el libro, y rememoró a Óscar Muñoz (futbolista del Deportivo Cali) a quien Peláez vio “haciéndose masajes en las piernas, que más parecían sesiones de autocastigo. Descubrí que se frotaba con una estampita de no sé qué santo, para protegerse de las fracturas”.El dr. Peláez, como lo llaman, cuenta que su buena memoria “es en parte fotográfica y la ejercito diariamente. Miro fotos, leo del pasado, esculco información y mantengo la mente lista para regresar en el tiempo y estar al día con lo de hoy”, dice a El País.Y admite, además, que en sus referencias al pasado hay mucho de nostalgia, porque “extraño, más que el fútbol del pasado, a los jugadores y personajes del pasado. Disfrutaba más el fútbol. Hoy es más previsible, porque todos quieren jugar a lo mismo”.Es que ha sido testigo cercano de muchas jornadas futboleras, pues surgió en 1964, “en la época grande de los narradores, cuando Carlos Arturo Rueda era el líder y los comentaristas tenían limitada influencia. Por eso Weimar Muñoz, Javier Giraldo Neira, Óscar Rentería, Mario Alfonso Escobar y yo comenzamos en los años 60 a ganar espacio en las trasmisiones de fútbol”. Como no tenía de quién aprender, “diría que fui autodidacta e hice mi propio estilo después de mucho leer de fútbol y conversar con jugadores o entrenadores de fútbol”, confiesa.Y en esta época, en que se arman garroteras al aire entre los comentaristas por tal o cual jugada, Peláez hace gala de ecuanimidad: “Las polémicas dan oportunidad para tener una opinión y defenderla sin necesidad de avasallar a quien piense distinto”.Por eso Daniel Samper Pizano dice que Peláez “ha sido siempre ejemplo de sobriedad personal. Es difícil oírle descalificaciones desagradables”.En cambio, Darío Arismendi asegura que su colega “es casi bipolar, con momentos de queridura y otros...”, aunque “son amigos, con notorias diferencias”, acota en el libro su autor, Édgar Artunduaga.Pero, enemigos-enemigos: “Seguramente los tuve y los tengo. Y hoy en día, en los correos que recibo en cantidad, hay personas que me descalifican por el trabajo o lo que digo, con términos durísimos. De pronto me dan pie para enmendar algún juicio”, explica Peláez a El País.Este hombre de amores, que debe ocultar el que siente por el Cali, nunca vaciló en cantar el que tiene por su esposa Beatriz, a quien en sus columnas siempre mencionaba, como si fuera un espíritu inspirador: “Ese truco, si así puede llamarse, lo copié de un columnista de ‘As’ de España y de Diego Lucero, cronista de ‘Clarín’. Ambos ‘conversaban’ con imaginarios contertulios y le daban oportunidad al lector de entender mejor el escrito. Con Beatriz era la ocasión de imaginar las preguntas de cualquier aficionado al salir del estadio”. Y va la anécdota: “Recuerdo que la primera vez que en mi columna ‘Cara y sello’ la invoqué, fue tras una goleada que le metieron al Cúcuta. Ella preguntó: ‘¿Qué pasó con el Cúcuta?’ y allí respondí y conté lo que creía le había ocurrido al equipo”.Cuando se le pregunta si algún día exribirá sus memorias, responde tajante: “Seguramente en el libro faltaron temas, pero no tengo proyecto alguno. Mientras esté comprometido en el oficio no dispongo de tiempo para otros cuentos”.Su sueño “es seguir haciendo radio y ojalá pudiera hacer un programa de música y fútbol. Pero solo”.‘Las historias de Hernán Peláez’Autor: Édgar ArtunduagaGénero: biográfico182 páginas, Grijalbo.Hernán Peláez Restrepo, en los casi 50 años que ha dedicado al periodismo, se ha convertido en una leyenda de los medios de comunicación, querido y respetado. El autor, también periodista, echó mano de la prodigiosa memoria de Peláez, tanto como de sus propios recuerdos e investigaciones, así como de varios testimonios de amigos y colegas, para reunir una colección de historias, anécdotas, experiencias y recuerdos de la vida y los trabajos de Hernán Peláez Restrepo. En ellas afloran el periodista y el melómano.

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