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La obra ‘Equus’ se presenta en Cali Teatro

Invitado a la temporada actual de Cali Teatro, el director del Teatro Enebro de España, Indalecio Corugedo, presentará en nuestra ciudad una nueva versión de la reconocida obra ‘Equus’.

5 de julio de 2015 Por: Redacción de GACETA

Invitado a la temporada actual de Cali Teatro, el director del Teatro Enebro de España, Indalecio Corugedo, presentará en nuestra ciudad una nueva versión de la reconocida obra ‘Equus’.

Desde hace años usted y Teatro Enebro mantienen una relación de intercambio artístico con Cali Teatro ¿Qué han encontrado aquí que ha logrado que sea una relación duradera en el tiempo?

En el verano de 2011 y durante las presentaciones de Enebro Teatro de mi obra ‘Devoción’ en el International Fringe Festival de Edimburgo conocí a Alvaro Arcos, director de Cali Teatro. Él tuvo la amabilidad de invitarnos a mi compañía y a mí a representar esta obra en su teatro colombiano.

Por ello, en febrero de 2012 se estrenó ‘Devoción’ en varios escenarios del Valle del Cauca como Promédico, Fundación Hispanoamericana, Universidades de Santiago de Cali y Autónoma de Occidente, un teatro de Sevilla y finalmente en Cali Teatro.

Paralelamente al éxito de las representaciones, las relaciones personales entre Álvaro y yo se fueron fortaleciendo, de forma que en agosto de 2013 acepté de nuevo la invitación de Cali Teatro a dirigir ahora la muy conocida obra ‘Equus’, de Peter Shaffer, con un elenco caleño que habría que seleccionar. Ello supone el comienzo de una relación duradera y estable entre la compañía colombiana Cali Teatro y la española Enebro Teatro.

‘Eqqus’ es una obra que usted ha trabajado desde hace mucho. ¿Por qué es tan cercana a ella? ¿Qué elementos la hacen tan atractiva? 

‘Equus’ ha sido siempre una obra muy cercana para mí, pues tuve ocasión de trabajarla en Londres, cuando asistí a los talleres y encuentros que organizaba el Royal Court Theatre (1981); luego, en Madrid, en otros talleres organizados por la Universidad Complutense (1987) y por la Escuela de Teatro de las Rozas de Madrid (2003), lugares en los que estuve dirigiendo grupos de teatro universitarios.

El atractivo principal de ‘Equus’ es su temática. La pregunta principal que se plantea el autor sobre el significado de la “normalidad” en el comportamiento personal y su desarrollo a lo largo del espectáculo teatral con las figuras de un psiquiatra infantil y uno de sus pacientes como actores principales del drama me ha parecido siempre fascinante, más si el autor ofrece en este caso una enorme libertad para su representación teatral.

Usted realizó la escogencia de los actores en este nuevo montaje. ¿Qué concretamente buscaba en ellos?

‘Equus’ se estrenó en Cali Teatro en septiembre de 2013 con el honor de contar entre los invitados con la Ministra de Cultura colombiana. Se hicieron dos temporadas con gran éxito. El público solicitó su reposición, por lo que nos planteamos un reestreno del espectáculo con una nueva temporada que comenzará en este teatro el próximo 2 de julio y se extenderá a lo largo de tres semanas.

Pero quién haya visto el primer ‘Equus’ encontrará ahora con un espectáculo diferente. Un elenco marca esencialmente una cierta propuesta teatral y el elenco actual es prácticamente nuevo respecto al que llevó a cabo su estreno en Cali. Nuevamente en mi adaptación, el entorno colombiano sustituye al británico. Winchester se traslada a Ubaté y las playas del occidente inglés se transforman en las cálidas costas de la costa antioqueña.

¿Qué vivencias le ha dejado esta experiencia bicultural? ¿Qué encuentra en la escena artística caleña o en los actores que lo haya enriquecido?

‘Equus’ está representando para mí una vivencia muy rica, no solo en lo teatral sino en un sentido cultural y humano más amplios. Por una parte estoy reuniendo en un libreto culturas tan opuestas como la colombiana y la británica, que han dejado una profunda huella en mi vida.

Por otra parte, el trabajo con actores caleños supone un enorme estímulo, pues ofrecen una serie de características, tanto artísticas como personales, que son de gran interés para mí. Me voy a referir al ‘movimiento’ en escena. Un actor británico, por ejemplo, se mueve bien en escena debido a una acumulación de conocimientos que va incorporando a lo largo de su amplia preparación. La riqueza del movimiento en el actor caleño es innata.

El actor caleño es enormemente generoso y ello permite a un director escoger la opción interpretativa más adecuada para su espectáculo. No tengo la suficiente experiencia para hablar con rigor sobre la escena caleña, pero puedo decir que la enseñanza que se origina en la Universidad del Valle es la que más me interesa. Es además la que mejor se adapta a mi manera de dirigir teatro.

Así mismo, ¿Cuál cree que es el legado que usted ha dejado en el grupo caleño?

Sobre mi aportación personal y artística a los actores caleños con los que he trabajado y seguiré trabajando no soy la persona adecuada para valorarla. Lo que sí percibo de una manera continuada es una enorme empatía entre ellos y yo, lo que permite que todos aprendamos.

¿Cómo ve en general el estado del teatro en Colombia? ¿Goza de buena salud?

El estado de salud del teatro colombiano es excelente. Lo mismo pienso sobre España. Quizás se trata de una actividad cultural de tal importancia que merezca un mayor cuidado estatal

Vivir del teatro tradicionalmente ha sido un asunto complejo ¿Cómo se las arreglan en España para seguir a flote?

En España hay muy pocas personas que puedan vivir del teatro. Nuestros políticos han ido relegando el teatro y la cultura en general a un estado de marginación. Todo está en que ellos tienen una concepción de la cultura como un bien de consumo que no puede desarrollarse en épocas de crisis económicas.

La cultura es un elemento necesario para el crecimiento y el desarrollo de un país. El teatro es una de las actividades culturales más antiguas y con una mayor influencia en la educación de los pueblos. Mientras en mi país se siga pensando así, hacer teatro supondrá nadar contracorriente y, en ocasiones, se convertirá en un absurdo acto de heroísmo.

¿Qué cree que le hace falta al teatro hecho en Colombia?

En Colombia veo una excesiva concentración de la actividad en Bogotá. De ahí que todos los incentivos para talentosos actores caleños es la emigración a la escena de Bogotá. Creo que eso no es bueno, pues me encuentro a veces actores caleños muy talentosos cuyos escasos medios económicos les impiden salir del lugar de residencia familiar.

Me interesa mucho el teatro colombiano por su enorme potencialidad. Es un teatro que ahí está, aún sin un suficiente desarrollo. Tengo que decir que en España el teatro colombiano es prácticamente desconocido. De ahí la gran necesidad que existe de un desarrollo progresivo de los medios de comunicación artística entre Colombia y otros países latinoamericanos y, sobre todo, europeos.

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