Instituto Popular de Cultura manejaba presupuesto sobredimensionado: rectora

La rectora del Instituto Popular de Cultura IPC, María del Pilar Meza, responde sobre polémicas irregularidades en el presupuesto de la institución.

Presupuesto sobredimensionado, robo de la plata de las matrículas por parte de una secretaria y una administración inadecuada para una entidad descentralizada fueron las denuncias hechas este fin de semana por la rectora del Instituto Popular de Cultura, IPC, la licenciada en literatura María del Pilar Meza Díaz. Las presuntas irregularidades, dice la funcionaria, sucedieron antes de su llegada al cargo, en abril de 2012. Otras, como la pérdida de recursos, se detectaron este año gracias a los cambios emprendidos. La rectora aseguró que la divulgación de las inconsistencias, año y medio después de sucedidas, no son un mecanismo de defensa de su gestión. Usted se posesionó como rectora el 24 de abril del 2012. ¿Por qué año y medio después de estar en el cargo hace esta clase de denuncias?Desde mi llegada empecé a darme cuenta de las irregularidades en el tema financiero y más aún cuando se revisó el tema contractual. De hecho, yo hablé con el Alcalde porque encontré un presupuesto sobrevalorado al aprobado por el Concejo Municipal. ¿Qué tan sobredimensionado estaba?El presupuesto aprobado por el Concejo era de $2012 millones y el consejo directivo lo aumentó a $3140 millones. El problema es que ese incremento se hizo sin soporte, no existía adición presupuestal del Municipio, contratos o convenios que lo soportaran. La situación fue compleja, pero logramos subsanar con el apoyo de la Alcaldía. El 29 de marzo de 2011, por acuerdo municipal, se hace la transformación de lPC, de unidad administrativa (dependiente de Sec. de Educación) a entidad pública descentralizada. Usted dice que esto se quedó en el papel... La entidad se estaba manejando como una unidad. Entonces pedí que la Escuela Superior de Administración Pública, Esap, hiciera el diagnóstico administrativo y financiero y además entregó una proyección de planta de cargos propia porque la que existe no es funcional, debido a que la única funcionaria es la rectora, el resto del personal es contratista (maestros y cargos administrativos). Cuando hay contratistas, estos desarrollan actividades, no funciones y eso es bastante inconveniente para un establecimiento público. El diagnóstico lo tiene el Alcalde, la idea es presentar un proyecto de acuerdo al Concejo que permita que el IPC tenga su recurso humano propio. ¿Cuándo se presenta ese proyecto de acuerdo?Creo que en estas últimas sesiones ordinarias del Concejo (octubre-noviembre). El Alcalde está estudiando el tema financiero porque en el acuerdo dice que la planta de cargos se asume con recursos propios de la entidad, que provienen de las matrículas. Se necesitan las vicerrectorías administrativa y académica, la secretaría académica, las oficinas de planeación, control interno, jurídica y de comunicaciones, tesorería, jefatura de presupuesto, coordinaciones de escuelas. Actualmente todas esas funciones están en cabeza del rector. La entidad necesita 25 personas de planta.¿Cuántos estudiantes tiene el IPC?Tenemos 500 estudiantes que pagan $200.000 por semestre en las escuelas de música, artes plásticas, danzas, teatro y la escuela infantil y juvenil de artes integradas. Me dice que el Alcalde conocía la situación. Vuelvo a mi pregunta inicial, ¿por qué decidió que los medios de comunicación y la Procuraduría conocieran estas inconsistencias después de tanto tiempo? Desde que llegué le hicimos el requerimiento a los órganos de control, pero qué sucede, que como el instituto no era un establecimiento público como lo es ahora, sino que dependía de la Secretaría de Educación hasta el 2011, el control focalizado empezó cuando la entidad hizo su transformación a establecimiento público, en el 2012. Por eso hemos hecho cambios, que algunas personas no han entendido y genera críticas. Da la impresión que usted hace públicas las irregularidades como mecanismo de defensa de su gestión...No, no, no. Este no es un tema personal, esto es absolutamente institucional. Lo que hay que entender es que tenemos que organizarnos en muchísimos procesos porque si no incurriríamos en acciones que no le convienen al IPC. Nosotros hemos hecho correctivos, pero sucede que hay gente malintencionada que anda con el ‘corre, ve y dile’, que no ayuda a construir una entidad mejor. ¿Qué cambios ha hecho?Se centralizó la matrícula financiera y la académica, se evaluó la necesidad de maestros según el número de estudiantes, se fijó plazos de matrículas porque antes había demasiada flexibilidad. Esos cambios empezaron en noviembre de 2012. Lo que buscamos es que el IPC sea no solo un establecimiento de educación para el trabajo, sino que a futuro pueda ser una institución de educación superior, con programas técnicos y tecnológicos.¿Qué pasó con el dinero que pagaron los estudiantes a una secretaria?Como la matrícula financiera se formaliza con la tesorera (antes se hacía en las escuelas) detectamos que había una persona que recibía el dinero de los estudiantes y no lo reportaba, por eso teníamos muchos estudiantes en clases, pero pocos matriculados. La persona que hizo esto fue desvinculada en julio. Sé que llevaba más de diez años en el instituto y espero que la Fiscalía, porque ya se denunció, determine el tiempo y los montos. Los alumnos van a continuar en sus clases porque prima el principio de la buena fe de ellos.El IPC aspira ser una institución universitaria. ¿Para qué, si en Cali esa oferta la tienen Bellas Artes y Univalle?Primero, queremos acceder a recursos del Mineducación y desde el año pasado tenemos su apoyo para certificar programas y para implementar el sistema de calidad. Esperamos que a mediados del 2014 estemos presentando la propuesta al Ministerio. Además estamos desarrollando un estudio de demanda social que nos indicará la pertinencia de la oferta del IPC, pero yo le aseguro que tenemos programas que no los tienen Bellas Artes ni Univalle. A nosotros nos hace diferentes la oferta en artes populares y tradicionales.