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Luis Ospina (al centro) y la secretaria de Cultura de Cali, Luz Adriana Betancourt, disfrutaron con el público en el lanzamiento del Festival, el pasado jueves en Unicentro Cali. | Foto: José Luis Guzmán / El País

CINE

Hoy termina el Festival Internacional de Cine de Cali y estos fueron sus protagonistas

El Festival cierra este lunes con ‘Vientos de La Habana’, protagonizada por la caleña Juana Acosta. Ella, Barbet Schroeder y Luis Ospina, protagonistas de FICCALI.

12 de noviembre de 2017 Por: Isabel Peláez y Ánderson Zapata / Reporteros de El País

“¿Un sueño que no haya cumplido? ¡Muchísimos! Hay muchos directores con los que no he trabajado y me encantaría. Y aunque mi sueño fue el europeo y no el americano, este último mercado se empezó a abrir a mí, con la edad que tengo, y me gusta, porque es romper con ese mito de que las actrices a partir de los 40 ya no interesamos o no somos atractivas o no hay tantos personajes para nosotras.

A mí me llegó la oportunidad en Estados Unidos, a punto de cumplir 40 y con un personaje poderoso, en ‘Imprisoned’ con Equal, una productora que cree en la mujer, en empoderarla en la industria. Me gusta darle voz a esa necesidad que tenemos las actrices de que se cuenten historias potentes con personajes femeninos que no son solamente el acompañante del hombre o su adorno, sino mujeres proactivas con cosas que contar. He tenido mucha suerte de entrar al mercado americano de la mano de una productora que cree además en la igualdad de pago”.

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Quien habla es Juana Acosta Restrepo, actriz caleña, residente desde hace 23 años en España, homenajeada el pasado viernes en el Festival Internacional de Cine de Cali, y protagonista de ‘Vientos de La Habana’, que se presentará este lunes a las 8:30 p.m. en la Megasala 1 y sala 2 de Chipichape, en la clausura del evento.

Y estas palabras son parte de una conversación con El País, en la que la exalumna del Liceo Francés Paul Válery, la actriz de telenovelas colombianas como Mascarada, La Reina de Queens, Es Mejor ser Rico que Pobre y La Dama del Pantano, confiesa que se trasladó a España para estudiar interpretación en la Escuela de Juan Carlos Corazza, de Madrid, por consejo de Margarita Rosa de Francisco.

Sobre ‘Vientos de La Habana’, que presentará en FICCALI, dice: “Yo había trabajado con Félix Viscarret, en uno de sus primeros ‘cortos’ ‘Canciones de invierno’, después coincidimos en la serie ‘Hispania’, y luego me ofreció el personaje de Karina en ‘Vientos de La Habana’. Me encantó porque está basada en una de las novelas del cubano Leonardo Padura, ganador del Premio Princesa de Asturias de Literatura. Es la primera de cuatro novelas con el personaje de Mario Conde, el protagonista, que interpreta Jorge Perugorría, la estrenamos en el Festival de San Sebastián y las cuatro se emitieron en Netflix, en la miniserie ‘Cuatro estaciones en La Habana’ (Premios Platino a Mejor Serie Iberoamericana).

Me leí la novela y me enamoré de la historia y del personaje, hacer de cubana me parecía súper atractivo y trabajar con Perugorría fue cumplir un sueño.

Yo había visitado la isla muchos años atrás, pero no había trabajado allí, fue un mes entero para enamorarme más de su gente. Mi personaje toca el saxofón, Félix me iba a doblar, pero quería que se vieran creíbles los momentos en que lo interpreto, así que tomé clases en El Malecón. Fue algo inolvidable.

Las novelas de Padura, traducidas al cine, se convierten en cine negro, cada uno de los libros es un caso policial. En ‘Vientos de La Habana’ Karina es una mujer atractiva, que no se deja leer fácilmente y vuelve loco al protagonista. Para interpretarla me teñí el pelo de rojo por primera vez”.

Ya en Cali, Juana luce su ondulada melena rubia, que deja bailar al antojo de la brisa de su ciudad amada. Y continúa: “Un año después me lo volví a teñir para ‘Perfectos desconocidos’, la película de Álex de la Iglesia, que estreno este 1 de diciembre en España. En esta se plantea un juego en una cena de amigos en donde todos debemos poner los celulares sobre la mesa y cualquier mensaje que entre lo debemos leer en público. Luego nos damos cuenta, a medida que aparece lo que esconden estos en sus celulares, que no nos conocemos tanto como creemos. Fueron semanas claustrofóbicas de rodaje, metidos durante dos meses en un mismo espacio rodando esta historia que sucede en una noche. Somos tres parejas en momentos diferentes de su relación, con mi esposo, el actor Ernesto Alterio, me tocó la pareja que está a punto de separarse. Yo hago de una mujer muy frustrada, que desde la mitad de la película está muy borracha”, dice, y suelta la carcajada.

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Cuenta que acaba de rodar ‘Jefe’, de Sergio Barrejón: “Una historia que se desarrolla en el mundo empresarial, y estoy rodando ‘Ola de crímenes’, de Gracia Querejeta, directora española en la que hago de abogada desquiciada”.

Pese a tantas puertas que le ha abierto España, admite que no ha sido fácil. “Han sido años de perseverancia, de recibir algunos ‘no’. Se necesita de aguante y amor, de no parar nunca de formarse, de tomar esto como un oficio de fondo, es el consejo que le doy a la gente que empieza, y que crea.

Siento que ‘Anna’, película colombo-francesa, marcó un antes y un después en mi carrera, de la mano de Jacques Toulemonde, allí interpreté a una colombiana y fui nominada a los Premios Platino y a los Fénix a Mejor Actriz, me dio el Macondo en Colombia y por esta, directores españoles me han ofrecido personajes muy potentes.

Este año rodé mi primera película norteamericana en Puerto Rico ‘Imprisoned’, de Paul Kampf. Actué con Laurence Fishburne (Matrix) y con Juan Pablo Raba en este drama carcelario, con la pena de muerte de telón de fondo. Allí soy una mujer que pelea por lo que quiere”. Confiesa que la han tentado con proyectos para volver a Colombia, y si no ha vuelto es por su hija, Lola, de 11 años, mitad colombiana, mitad argentina —por parte de padre— y nacida en Madrid. “Cuando uno tiene un hijo fuera de su tierra echa raíces”.

Se siente colombiano

Los aplausos no paraban de sonar el pasado viernes cuando se le realizó el homenaje al director, actor y productor Barbet Schroeder en el marco del Festival Internacional de Cine de Cali.

Nació en Teherán, Irán, de padre suizo y madre alemana, vivió algunos años de infancia en la Bogotá de la década de los cuarenta. Gran parte de su carrera transcurrió en Francia, después regresó a Colombia y dirigió ‘La virgen de los sicarios’, película que estrenó en el año 2000 donde adaptó la novela homónima de Fernando Vallejo que cuenta la historia de este escritor homosexual que regresó a Medellín tras varios años de ausencia y se encontró con una ciudad plagada de violencia a causa de los carteles de la droga.

“La alcaldía le dio a Barbet Schroeder un reconocimiento porque es un pilar del cine europeo e hizo grandes producciones de Hollywood. Es un cineasta muy particular porque se ha movido entre las grandes producciones, los documentales y las películas filmadas en diferentes países del mundo, entre ellos Colombia. Es muy polifacético y se lo merece”, aseguró

Siempre cinéfilo

Sin duda alguna realizar un festival de cine con más de 70 proyecciones es una tarea a la que solo se le miden valientes como el director, productor y guionista caleño Luis Ospina, quien siempre se ha preocupado por visibilizar el cine hecho en el Valle del Cauca y en Colombia.

Para la novena versión del Festival Internacional de Cine que por estos días se lleva a cabo, Ospina, su director artístico, decidió orientarlo sobre ‘la nueva ola de cine que llega a Cali’, y aprovechó para hacer alusión al movimiento que se llamó La nueva Ola en Francia, que “guardadas las proporciones es parecido a lo que ocurrió con ‘El grupo de Cali’”, explica Luis, quien actualmente tiene 68 años.

Además, el Festival busca que los habitantes del Pacífico también sean involucrados, por tal motivo se decidió incluir las palmeras en el afiche.
“Cali es una ciudad que siempre ha estado ligada al mar y al Pacífico, de alguna forma u otra es como un puerto sin mar con sus altas y bellas palmeras. Además, las palmas también están ligadas al cine, pues en el Festival de Cannes está presente la Palma de Oro”, dice el director, quien realizó sus estudios de cine en California, Estados Unidos.

Este caleño que formó parte del ‘Grupo de Cali’ junto con Carlos Mayolo, el popular Andrés Caicedo, Ramiro Arbeláez y otros artistas que en la década de los 70 fundaron el Cine Club de Cali y la revista Ojo al Cine, se preocupa por darle un espacio a las producciones del Valle en medio del Festival y creó la categoría ‘Cali, ciudad abierta’.

“Esta categoría es muy importante, pues el Valle debe tener conciencia de que el cine que se hace en nuestro departamento tiene una historia que sigue vigente y que produce grandes talentos. Películas como ‘La tierra y la sombra’, de César Acevedo o ‘La sirga’, de William Vega, son producciones que han sacado la cara por la región. El Festival tiene una función de educar al público y de crear nuevos talentos en la región”, explica Luis.

Otra de las categorías consentidas del director es la de ‘Obras
maestras únicas’, espacio que ideó porque confiesa que le causó curiosidad que hubiese grandes cineastas que solo hicieron una película en toda su vida.

Ospina, quien dirigió los largometrajes de ficción ‘Pura sangre’ en 1982 y ‘Soplo de vida’ en 1999, explica que los caleños deben asistir a estos dos días que le restan al Festival porque “el cine es una parte muy importante de la cultura general de un país. Colombia tiene que conocer una oferta diferente a lo que ofrecen regularmente como el cine norteamericano que muchas veces es intrascendente”.

Y agrega que “una de las funciones del Festival es hacer visible lo invisible y presentarle al público películas a las que por lo general es muy difícil acceder. Esto no solo educa al público sino que sirve de estímulo para los realizadores y talentos locales”.

Es precisamente por este motivo que el Festival desde sus inicios busca que las universidades con escuelas de cine como la Autónoma y la Universidad del Valle estén representadas en el comité conceptual del Festival. Además, el público que acude a las proyecciones de las diferentes cintas es universitario y los encuentros académicos se realizan en los auditorios de varias universidades de la ciudad.

Capítulo aparte merecen los homenajes que se realizaron el viernes en la noche, espacio donde Barbet Schroeder y la caleña Juana Acosta recibieron reconocimientos. “Era muy joven cuando conocí a Barbet en París. Se ha movido en todos los medios del cine y ha trabajado con grandes directores europeos. Es un hombre con quien se puede hablar de todos los temas”, recuerda Luis.

Por su parte, Juana Acosta para Ospina es, sin duda, “un ejemplo a seguir para las actrices colombianas, porque ha realizado una carrera brillante tanto en la pantalla chica como en la gigante”.

Finalmente, el barranquillero Luis Ernesto Arocha, cineasta y productor pionero de la vanguardia, que falleció el año pasado, recibió el homenaje póstumo.

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