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Hoy en los cines de Chipichape, La Sinfonía No. 8 de Mahler dirigida por Dudamel

Este lunes se presenta en el Multiplex del Centro Comercial Chipichape, La Sinfonía No. 8, de Gustav Mahler, que está a cargo de la Orquesta Filarmónica de Los Ángeles y el director de orquesta, Gustavo Dudamel. La proyección será desde las 7:45 p.m.

16 de abril de 2012 Por: El País

Este lunes se presenta en el Multiplex del Centro Comercial Chipichape, La Sinfonía No. 8, de Gustav Mahler, que está a cargo de la Orquesta Filarmónica de Los Ángeles y el director de orquesta, Gustavo Dudamel. La proyección será desde las 7:45 p.m.

La Orquesta Filarmónica de Los Ángeles y el reconocido director de orquesta venezolano, Gustavo Dudamel, llevan a las pantallas de cine una experiencia musical única. El concierto, originado desde el Teatro Teresa Carreño, en Caracas, será transmitido en directo en salas de Cine Colombia, este lunes 16 de abril, a las 7:45 p.m.Como ya es costumbre en salas de cine del mundo, esta moderna técnica ‘in live’, se supone aumenta la emoción del espectador que está sentado en una silla en el teatro (con una sola óptica), dada la diversidad de tomas que se aprecian en la transmisión, gracias a las cámaras robóticas que giran en torno al escenario.Con múltiples agrupaciones corales y la participación de más de 1.400 músicos en escena, el espectáculo le rendirá tributo a uno de los compositores de música clásica más emblemáticos de la historia: el austriaco, Gustav Mahler.Durante 103 minutos, Gustavo Dudamel conduce la Sinfonía No.8 de Mahler (1906), conocida como la Sinfonía de los Mil por el volumen de coristas e instrumentistas que requiere la composición. Una de las obras corales de mayor escala del repertorio orquestal clásico y una apoteosis de las sinfonías románticas.Nacido en Barquisimeto, Venezuela, en enero de 1981, Dudamel es quizás el nombre más resonante de la música clásica en su país.Ha sido director de la Orquesta Filarmónica de Los Ángeles, la Sinfónica de Gutemburgo, la Sinfónica de Birmingham, la Orquesta Estatal Sajona de Dresden, la Sinfónica de Chicago, la Filarmónica de Viena, la Filarmónica de Nueva York, la Sinfónica de San Francisco y la Sinfónica Simón Bolívar, entre otras. En febrero de este año resultó ganador del Premio Grammy por la dirección de la Sinfonía #4 de Brahms, interpretada por la Filarmónica de Los Ángeles.Posteriormente, debido al centenario de la muerte de Gustav Mahler, el músico venezolano realizó en Los Ángeles y Caracas el ciclo completo de las 9 sinfonías y el Adagio de la décima con la Orquesta Simón Bolívar y la Filarmónica de Los Ángeles. El gran homenaje a Mahler tuvo su clímax en Caracas con la ejecución de la ‘Sinfonía de los mil’, en el Teatro Teresa Carreño, que fue transmitido vía satélite a todo el mundo.El acontecimiento resultó tan extraordinario para el mundo melómano que desde disímiles lugares del globo se elevó el clamor por la repetición de este momento inolvidable.A lo largo de su carrera ha recibido múltiples reconocimientos, desde 2004, cuando obtuvo el primer premio en el Concurso de dirección Gustav Mahler, que se realizó en Bamberg, Alemania. Desde allí se hizo evidente su apasionamiento por la música de este maestro bohemio-austríaco.Sobre la pieza, sinfonía no. 8En mi bemol mayor, de Gustav Mahler, es una de las obras corales de mayor escala del repertorio orquestal clásico. Se le denomina la ‘Sinfonía de los Mil’ a pesar de que se interpreta con menos de mil intérpretes y que Mahler no aprobó el sobrenombre. Fue la última obra que Mahler estrenó en vida y contó con un gran éxito de crítica y público cuando la dirigió en el estreno absoluto en Múnich, el 12 de septiembre de 1910.En esta obra renunció al pesimismo que marcó gran parte de su música y ofreció la Octava como una expresión de confianza en el espíritu humano.Se necesitaron muchos años para reconocer categóricamente el talento de Mahler, en parte por su irreverencia y también por el auge del nazismo en Alemania y Austria, pues su condición de judío catalogó a su obra como “degenerada”.Si a mí la música no me diera placer, no lograría que otros lo sintieran. No habría música, sólo notas”.

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