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Kurt Hollander, el fotógrafo neoyorquino que adelanta un proyecto gráfico sobre sexualidad en Cali. | Foto: Foto: Especial para El País

Hollander, el fotógrafo neoyorquino que estuvo viviendo 15 días en el motel Kiss Me

Además de haber realizado esta serie fotográfica, también tiene pensado publicar un fotolibro en el que se muestren prostíbulos, videochats eróticos, salones de masajes y moteles de Cali.

17 de diciembre de 2018 Por: Natalia Vivas  | Especial para El País

El fotógrafo neoyorquino Kurt Hollander se atrevió a vivir en Kiss Me, uno de los moteles más estrafalarios de la ciudad, ubicado en la Calle 29 con Carrera15, que tiene en su fachada una estatua de Venus que alcanza los 16 metros de altura.

En las habitaciones del motel, conocidas por su decoración 'kitsch', el artista realizó una serie fotográfica en la que retrató a doce chicas, investigación en la que trabaja desde hace tres años.

Hollander nació en Nueva York pero lleva más de veinte años viviendo en la Ciudad de México. Desde el 2013, divide su tiempo entre Cali y la capital mexicana. Sus fotos han sido publicadas en 'Vice', 'LensCulture', 'The Los Angeles Times', 'Huffington Post', entre otros.

Su experiencia en Kiss Me fue tan solo el primer paso para embarcarse en un proyecto fotográfico mucho más ambicioso, pues actualmente está haciendo un fotolibro que busca retratar cómo es el mundo del sexo en la ciudad de Cali. El País habló con Hollander para conocer cómo ha sido su experiencia retratando las diferentes expresiones sexuales de la ciudad.

¿Cómo un neoyorquino termina fotografiando un motel en Cali?

Todo empezó en República Dominicana, en Santo Domingo. Allí vi una serie de moteles de amor, en una carretera en la parte industrial de la ciudad que tenían enormes estructuras fantásticas. Entonces estuve tomando fotos de las fachadas y me gustó. Luego me puse a investigar sobre otros moteles de amor en Suramérica, ahí fue cuando encontré a Kiss Me y me pareció un mundo fabuloso. Así empecé.

¿Cómo describiría la experiencia de vivir en Kiss Me por dos semanas?

Era la primera vez que venía a Cali. Pasaba mucho tiempo con los empleados que trabajan ahí, comía con ellos y eran muy divertidos. Los sonidos hacían parte de mi rutina: escuchaba música, gritos de placer, gritos de todo tipo a toda hora. Me la pasaba de habitación en habitación tomando fotos. Como el dueño tiene un billar en el último piso varias veces me invitaba a jugar. La mayoría del tiempo permanecí en el motel, a excepción de algunas ocasiones en las que salí a recorrer el barrio. En ese momento Kiss Me fue mi mundo.

¿Qué tal le parecieron las habitaciones con decoración temática?

Me parecieron una locura, la que más me sorprendió fue la que estaba decorada con una figura de Hitler y cosas alusivas a Alemania. Al dueño le interesa mucho la política, entonces es común encontrarse con figuras decorativas de Sadam Hussein o figuras que recrean el ataque de las torres gemelas.

¿Cómo fue el proceso para hacer los retratos de las chicas en Kiss Me?

Como no conocía a nadie cuando llegué a Cali contraté a una profesora de Bellas Artes, Lina Rodrígues, para que me ayudara a conseguir doce chicas entre sus amigas, estudiantes y demás contactos. Ninguna de ellas era modelo, eran mujeres que estaban estudiando danza, teatro, una de ellas trabajaba en el zoológico. No hubo un criterio específico para escogerlas, fue una mezcla variada.

Después de haber seleccionado a las chicas, cada una de ellas escogió la habitación con la que más se identificaba su personalidad. Ellas mismas escogían su ropa y ellas posaban como querían. Yo solo les dije "imagínense que están en una cita con un amante". No dije nada más.

¿Cuál es su percepción de la ciudad frente al sexo?

Es un mundo medio escondido, muy grande, dicen que hay mas de 300 establecimientos ilegales en torno al sexo. Un mundo que no se ve, pero que está en todos lados.

¿Qué otros sitios ha visitado en Cali que lo hayan impactado mucho?

El Bar la 20 es impresionante, por una semana estuve viviendo ahí, en uno de los prostíbulos más grandes y antiguos de la ciudad; es increíble la cantidad de mujeres que viven y trabajan en este lugar. Me dijeron que yo era el primer hombre que había pasado la noche allí, por este tiempo me quedé en una habitación como la de las otras chicas. Andaba con mi cámara por todos lados y las entrevistaba. También hablaba mucho con los empleados. Es un mundo muy interesante. Les pareció muy raro que hubiera un hombre que estuviera compartiendo con ellas por tanto tiempo en ese mismo espacio. A los clientes les daba envidia que yo tuviera mi propia llave de la habitación.

En este momento se encuentra trabajando en su próximo fotolibro, ¿qué puede contar sobre él?

Los retratos que hice en Kiss Me solo son mi primer acercamiento a este mundo, mi punto de partida. Desde hace tres años estoy yendo a todos los prostíbulos, videochats eróticos, salones de masajes y moteles de Cali. También quiero indagar sobre las frutas afrodisiacas que hay acá, los juguetes sexuales, santería relacionada con sexo, en fin. La idea es publicar un fotolibro en el que se encuentre un gran reportaje sobre cómo es el panorama del sexo a nivel gráfico. Es un largo proceso de investigación.

¿Cuándo saldrá publicado el fotolibro?

Por ahora apenas lo estoy mandando a editoriales. Si todo sale bien, se publicaría en dos años. Mientras tanto, me interesa realizar varias exposiciones fotográficas. Las fotos de las chicas de Kiss Me las expuse hace poco en Ciudad Juárez, México, y al público le gustó mucho.

¿Qué fotógrafos lo inspiran?

Me gusta mucho el trabajo de Nobuyoshi Araki, un fotógrafo japonés que trata el tema erótico y el cuerpo de la mujer.

Sabemos que el fotolibro tendrá una dimensión autobiográfica, ¿a qué se debe esta decisión?

También me interesa contar una etapa de mi vida. Quiero agregar la parte autobiográfica a mis estudios de investigación porque es una narrativa más amena de leer, también porque esto da cuenta de mi perspectiva o mirada personal. Si saben más sobre quién soy pueden entender más de mi forma de mirar.

El fotógrafo sigue en su investigación sobre la sexualidad en Cali. Si conoce lugares relacionados al tema puede escribirle a kurt.hollander@gmail.com.

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