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Henry Manyoma, el melómano que rescata del olvido la música afrolatina

El coleccionista Henry Manyoma, hermano de Wilson Manyoma, célebre vocalista de Fruko y sus Tesos, es el creador de un espacio radial que rescata las canciones que la industria musical afrolatina se ha esforzado en ignorar: ‘Lo que trajo el barco’.

22 de marzo de 2015 Por: Redacción de GACETA

El coleccionista Henry Manyoma, hermano de Wilson Manyoma, célebre vocalista de Fruko y sus Tesos, es el creador de un espacio radial que rescata las canciones que la industria musical afrolatina se ha esforzado en ignorar: ‘Lo que trajo el barco’.

El coleccionista Henry Manyoma, hermano de Wilson Manyoma, célebre vocalista de Fruko y sus Tesos, es el creador de  un espacio radial que rescata las canciones que la industria musical afrolatina se ha esforzado en ignorar: ‘Lo que trajo el barco’.

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Hace cerca ya de ocho años, cuando comenzó a acariciar la idea de crear un programa de radio, Henry Manyoma trajo a la memoria uno de sus álbumes de salsa favoritos, ‘Esto fue lo que trajo el barco’, que vio la luz en 1972. En la carátula se dibuja la cara del ‘Sonero mayor’, que había  grabado esa pieza junto a sus ‘Cachimbos’. El vinilo contenía uno de sus himnos cardinales: El Incomprendido.

Sobraban, pues, las razones para bautizar con este nombre ese sueño de juventud de hacer viajar la buena música  a través de las ondas hertzianas. Henry no lo dudó y cuando los micrófonos de la emisora de la Universidad del Valle se encendieron por primera vez, con él al frente, este caleño de 62 años —contador de oficio y melómano de corazón— les dio la bienvenida a todos. 

Solo después hizo lo de siempre, lo que aprendió desde que era un muchacho bueno para el baile y el fútbol en el barrio El Troncal: hacerse preguntas e investigar. “Y descubrí que Ismael había bautizado así este álbum por la historia de un conocido puerto de San Juan, en Puerto Rico, en el que atracaban barcos que transportaban drogas. Cuando lo supe pensé que ese no era el sentido que deseaba darle a mi programa”, cuenta Manyoma.

Desde entonces, lo dejó como aún suena hoy, todos los lunes festivos a las dos de la tarde, en el 105.3 del FM: ‘Lo que trajo al barco’. Una variación sutil que, dice Henry, lo dejó más tranquilo y de paso le mejoró la audiencia.

Lo que se escucha en este espacio no es la música comercial que pregonan otras emisoras. Son dos horas que bien podrían compararse con las estanterías de un anticuario. Suenan canciones añejas, prensadas en Lp a veces muy antiguos,  incluso de los años 40.

Lp que, una vez se ponen a girar, dejan escapar rarezas. En ‘Lo que trajo el barco’ han sonado, por ejemplo,  canciones a las que la fama les fue esquiva como ‘Tubela’, del Grupo Kekele;  ‘65 Th Infantería: descarga marcial’ de la Orquesta Narváez; o  ‘Clap my guaguancó’ del maestro Charlie  Palmieri. 

Son temas de gran factura que hacen parte de la extensa colección de cuatro mil acetatos que Henry atesora en su casa del Primero de Mayo. Junto a ellos, haciendo cuentas, el hombre  cree tener la misma cantidad de Cd, más cerca de dos mil videos musicales. Todo un universo sonoro que se escribe con bolero, guaguancó, son montuno, guajira, chachachá, punto cubano, currulao, cumbias y porros. “Mis preferidos son los ritmos afrocubanos. Pero escucho de todo,  si es de calidad. A veces he llegado a pensar que la música es infinita. A mí mismo me pasa que  pongo a sonar un Lp en mi casa, comprado hace mucho rato, y encuentro versiones de canciones que ni sabían que existían. Eso es justamente lo que hace de la música un patrimonio”, dice Henry.     

En eso de coleccionar  comenzó por allá, en 1986.  Pero no por vanidad, advierte con énfasis. Ni  ha invertido una fortuna en la música que  habita su casa ni es de esos excéntricos capaz de gastarse medio sueldo o dejar sin mercado a la familia con tal de quedarse con un álbum que nadie más tiene para chicanear ante los demás. 

La música simplemente le llega a uno. De eso está seguro. Le pasó alguna vez cuando un conocido le vendió por $1000 ‘El clarín de la selva’, de la orquesta de Antonio María Romeu, una exquisita colección de danzones del que es considerado uno de los mejores músicos de finales del siglo XIX. “Creo que no sabía de la joya que se estaba deshaciendo”.  Hoy Henry Mayoma sospecha que él es uno de los pocos privilegiados en tener un ejemplar de esa grabación.  

Sentado en una cabina de Univalle Estéreo, Henry cuenta que su pasión por estas músicas fue solo la consecuencia obvia de haber crecido en un hogar donde la melodía y el vacilón estaban en todas partes.

Allá, en El Troncal, los vecinos saben que es uno de los hijos de doña Esneda Gil, la mujer que parió a los hermanos Manyoma.

El más célebre de los tres es Wilson. Desde pelao lo llamaron ‘Saoko’ y fue una de las voces de Fruko y sus Tesos, a comienzos de los 70. El intérprete de ese temazo que es ‘El preso’. Hermes tomó el mismo camino de micrófonos y orquestas y en esa misma época conformó una propia, La Ley.

Henry, en cambio, creyó que dos artistas en la familia eran más que suficiente. Comenzó a estudiar en la Universidad del Valle, pero aburrido de tanto paro se marchó a la Universidad de Antioquia, donde finalmente se graduó como contador. De eso vive. Y en las pausas de sus cuentas y sus números hace lo que todo buen melómano y coleccionista: escoger un álbum al azar y  sentarse  a escuchar y a esperar con la secreta esperanza de que la música lo sorprenda.   

Otras veces, movido por su buen oído, les ‘mide la temperatura’ a canciones viejas que no pegaron en su época y que él rescata de su musicoteca. Las hace sonar en fiestas. En otros tiempos lo hacía en salsotecas. Y varias veces ha ocurrido el milagro de que la gente por puro instinto, por puro goce y bacanería, termina llenando la pista bailando una melodía hasta entonces desconocida.

Entonces, si eso es así, si esa canción elegida por él tomó el lugar que las emisoras comerciales le negaron décadas atrás, Henry decide llevarla a ‘Lo que trajo el barco’ y contar la historia que tiene detrás. Quién la compuso. Quién la cantó y con qué orquesta. Quién en los timbales. Quién en el piano.  Por algo, cuando cruza las puertas de la emisora, todos los que lo saludan llaman a Henry Manyoma ‘profesor’.

Si usted aún no ha dejado que el ‘profe’ Manyoma le dé cátedra,   puede hacerlo mañana, lunes festivo, cuando nuevamente su programa esté al aire. El hombre adelanta alguna de esas rarezas que a él le gusta hacer sonar. Mañana sonará ‘Perdido’, que se grabó bajo el respaldo musical de la orquesta de Tito Rodríguez. Y una versión de El Manicero con el piano maravilloso de Edy Martínez. Él estará feliz enseñándole la historia de cada canción. Y usted al final, seguro, entenderá como él alguna vez que la música en efecto sí es infinita.

 

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