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El escritor Jaime Lopera explica cómo debe ser un buen líder

Ese modelo del jefe o líder autoritario está mandado a recoger. Jaime Lopera, uno de los autores del libro ‘La culpa es de la vaca para líderes’, explica cuál es el nuevo modelo de liderazgo a seguir.

6 de noviembre de 2012 Por: Claudia Liliana Bedoya S. | Reportera de El País

Ese modelo del jefe o líder autoritario está mandado a recoger. Jaime Lopera, uno de los autores del libro ‘La culpa es de la vaca para líderes’, explica cuál es el nuevo modelo de liderazgo a seguir.

La llamada filosofía de ‘La culpa es de la vaca’, cuyos autores habían anunciado que finalizaría con ‘La vaca sin culpa’ revivió, esta vez para reflexionar sobre un tema que nos toca: el liderazgo. ¿La razón? Todos llevamos dentro un líder pero muchas veces no nos atrevemos a dejarlo salir por simple miedo o por comodidad y a veces preferimos meternos bajo el abrigo o la sombrilla de un líder autoritario. Por eso, el libro ‘La culpa es de la vaca para líderes’, escrito por Jaime Lopera y Marta Inés Bernal, quiere “hacer reflexionar a la gente de que los estilos autoritarios son nocivos para la personalidad de la gente creativa”. En diálogo con El País, Jaime Lopera explicó el nuevo modelo de liderazgo que plantean en su libro: ¿Por qué fijarse en el liderazgo? ¿Acaso hay carencia del mismo o por el contrario, existe, pero es mal manejado?Llegamos a los líderes por una razón sencilla: es un trabajo de muchos años que junto a mi esposa hemos venido experimentando como consultores de gerencia por 30 años. En esa labor hemos descubierto poco a poco que en sociedades como la nuestra y en países en vía de desarrollo ha venido cogiendo mucha fuerza y valor la actitud de los jefes, líderes o mandatarios que usan ciertas formas autoritarias de poder para ejercer influencia sobre los demás. El despotismo, que viene de siglos atrás, ha corrido con suerte porque la gente se ha acostumbrado a ver que ese sistema es efectivo porque se tienen resultados, porque se obra rápidamente y, porque finalmente, se actúa con mucha velocidad. Sin embargo, al analizar esa metodología, encontramos que aún cuando pueden ser efectivos, en su manera de conseguir resultados, los líderes autoritarios son grandes consumidores de la energía de la gente. Es decir, en la medida en que ellos con cierto grado de narcisismo logran alcanzar las metas, lo hacen sobre los hombros de un montón de gente que les está ayudando a ser y que reciben, por lo general, un trato impropio. Pero eso sucede con frecuencia en el mundo empresarial...La sociedad colombiana es proclive, desde hace muchos siglos, a que el caudillismo sea una forma de liderazgo en este país. En un momento de nuestra historia los caudillos se caracterizaron por ser severos, paternalistas y populistas; y esa es la condición que predomina en Colombia en materia de liderazgo. Y en el libro mostramos que eso no debe ser así. Entonces, ¿hay que romper el molde y decirle adiós a ese esquema del líder?El liderazgo es una responsabilidad social y el líder es la persona que es capaz de ayudar al crecimiento de las personas, a sacar lo mejor de los demás para que ejecuten su trabajo. Por eso, la anécdota con la que empieza el libro es la de Miguel Ángel, quien estaba esculpiendo una estatua en Italia, y cuando estaba con martillo y cincel en mano, un muchacho le preguntó: Maestro, ¿qué está haciendo? ¿Por qué está golpeando esa piedra? Y él le dijo: No la estoy golpeando, estoy intentando sacar un ángel que se encuentra adentro para que viva. Y la labor del líder es esa, sacar de los seres humanos lo mejor de ellos, esculpirlos, mostrarles el camino de los objetivos, de los resultados, aprovechar sus enormes destrezas y su motivación, y ese es el papel del líder, no es el de regañar y castigar. Y eso es válido, no solo para los líderes sociales sino para toda persona que ejerza, de cualquier manera, una jefatura o influencia sobre otros, desde el padre y el profesor, hasta el jefe.Según esto, todos tenemos potencial para ser líderes...Absolutamente todos. Hay casos de personas que salen de la nada, se les da o reciben un soplo de inspiración y se convierten en los mejores líderes de la sociedad. Un caso reciente es Mariana Pajón, salió de la nada, es una jovencita que desde que comenzó a pedalear se fijó una meta: que tenía que ser la mejor, que tenía que desarrollarse para ser una campeona y se puso en su cabeza esa idea, esa actitud y lo ha venido desarrollando toda la vida, de tal manera que hoy es una figura, una líder nacional del deporte. Cada ser humano tiene un potencial pero si un jefe se lo castra, le tumba esa potencialidad, si no deja que uno crezca como persona, se exprese con sus ideas, imaginación y creatividad, a uno lo tendrán siempre como un sumiso esclavo y dependiente de los demás, de esa manera no hay desarrollo sino subdesarrollo.Entonces, ¿cuáles serían los enemigos del liderazgo?Son muchos, entre ellos las personas a las que les gusta el poder y que tratan de utilizar ese poder como una manera de manipular a los demás.A propósito de jóvenes y liderazgo, ¿qué pasa con los jóvenes de hoy? Tiene uno a veces la percepción de que no les interesa ser líderes. Es muy complejo el grupo de los jóvenes porque en estos momentos están sujetos a una cantidad de influencias en los medios comunicación y las redes sociales que modifican su manera de ver el mundo. El mundo del joven hoy viene deformado desde el hogar y desde la escuela. Los padres no le dedican tiempo a los hijos y dejan que ellos se vayan educando un poco al azar, sin tener una orientación que les diga cómo es el mundo y cómo se hace un proyecto de vida. Además, el chico llega a la escuela y se encuentra con maestros a los que no les interesa la enseñanza sino ejercer poder sobre los demás, obligarlos a hacer cosas, pero mostrar su autoridad por encima de todo. Entonces, cuando el poder se ejerce sobre la mente de una persona, esa persona empieza a luchar, no aprende y por no dejarse imponer ciertas ideas, impone una resistencia que el maestro o los padres tampoco aceptan porque no quieren que sea rebelde, y en ese juego, de intervención y de rechazo, los muchachos están sujetos a otras influencias en donde los valores son distintos a los de la sociedad tradicional.

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