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El arte callejero se toma a Cali

El poder transformador del arte urbano cada vez toma más fuerza en las ciudades, entre ellas Cali. Así se evidenció en la 'Semana de la Gráfica Urbana', evento liderado por Gráfica Mestiza. GACETA dialogó con algunos artistas invitados mientras dejaban su huella en la pared.

21 de agosto de 2013 Por: Ricardo Moncada Esquivel / Periodista de GACETA

El poder transformador del arte urbano cada vez toma más fuerza en las ciudades, entre ellas Cali. Así se evidenció en la 'Semana de la Gráfica Urbana', evento liderado por Gráfica Mestiza. GACETA dialogó con algunos artistas invitados mientras dejaban su huella en la pared.

Basta una pared en blanco, mucha pintura, brochas, pinceles y  varios artistas con voluntad para que la calle, ese duro espacio de cemento, se transforme y pase de ser un simple elemento urbano a un oasis de colores y de formas.Eso se pudo palpar en días pasados cuando se celebró la ‘Semana de la Gráfica Urbana’, organizado por el espacio alternativo de comunicación Gráfica Mestiza con apoyo de Calicómix y Comfandi, entre otras entidades.El certamen, que tuvo lugar entre el 4 y 7 de agosto, incluyó entre sus actividades una convocatoria a un puñado de artistas para que intervinieran el parqueadero del Cuerpo de Bomberos, de la Calle 21 con Avenida de las Américas, al norte de Cali.Hasta allí llegaron la artista ecuatoriana Belén Bike (BLN Bike); el chileno Nélson Navarro (NN);  Gabriel Sabogal (ARK), de Bogotá; el pereirano Julián Muñoz (Rojo), además de artistas locales como Chato, Nouz y nuevos exponentes como Sebastián Medina (SAM).Ese extenso muro de cerca de 80 metros de largo se convirtió en un reflejo de lo que es la urbe, es decir, de diversas formas de sentir y percibir el mundo. Sólo que allí, en vez de hacer de las diferencias un eterno conflicto, se generó un diálogo no exento de contradicciones que se plasmó armónicamente en una suerte de fresco de formas, colores, de expresiones e ideas.Y eso es lo que se ha empezado a notar en las calles de Cali. Cada vez es más frecuente toparse en muros, paredes de casas o espacios públicos con imágenes abstractas, figurativas, hiperrealistas, tipográficas, geométricas, con mensajes ecológicos, cívicos, políticos, sociales o étnicos. Es una expresión que hace parte de una corriente mundialmente consolidada, pero que en nuestro medio aún no tiene suficiente reconocimiento.Eso lo sabe bien  Jesús David Rodríguez, joven diseñador gráfico egresado de la Universidad del Valle, motor de  Gráfica Mestiza, quien se ha empeñado en difundir e investigar sobre los movimientos de arte urbano en América Latina.Para Rodríguez, a diferencia de otras formas de arte urbano como el graffiti político o el ‘street art,’ que en algunos casos son formas de expresión que transgreden la legalidad, en el caso del arte mural se refiere a propuestas artísticas que son programadas. “Son proyectos de arte que tienen fines específicos, que se contratan con instituciones o fundaciones que pueden contener mensajes sociales, culturales o políticos y que se realizan con permisos respectivos”.El gestor aseguró que aunque es incipiente el movimiento de artistas urbanos, ya comienza a hacerse visible en Cali. “La gente apoya no solo cediendo el muro, sino también con alimentación o insumos. Aunque también se dan  rechazos y hay murales de gran calidad realizados por artistas de gran reconocimiento que lamentablemente han sido tapados, pues no se entiende que se trata de arte y lo toman como vandalismo”.Parte de la tarea de Gráfica Mestiza es promover este arte como una alternativa para la ciudad y el continente.  “Infortunadamente, la falta de organización también ha impedido que exista una visibilidad del movimiento. Hoy en día estamos comenzando a trabajar el tema del emprendimiento con Industrias Culturales de Cali, como parte del sector de artes visuales, a través del cual esperamos llegar de forma más organizada para que nos tengan en cuenta en el plano institucional”.La mirada de los artistasNacida en Quito, Ecuador, la diseñadora gráfica Belén Bike o mejor BLN Bike es, a pesar de su juventud, una de las figuras del arte urbano de su país. Luego de trabajar como artista e ilustradora en distintas editoriales, empresas de videojuegos y talleres de arte se inició en el arte urbano.Gracias a su talento no solo ha recorrido su país sino que ha plasmado sus obras monumentales en Brasil, donde recorrió ciudades como  Macaé, Florianópolis, Curitiva, Sao Pablo, Río de Janeiro y Salvador de Bahía. También ha sido invitada a Argentina y desde hace varias semanas llegó a Colombia para participar del  Encuentro de arte urbano ‘El Dorado, Calle 26’ que se acaba de realizar en Bogotá.La huella que la artista deja en Cali tiene la forma de una chica con casco de pájaro. “Como soy ilustradora tengo un estilo con el que quiero reflejar esos momentos en que te sientes conectado, me refiero a esos instantes en que no estás preocupado. De cierto modo es una manera de decir que hay cosas como el dinero que puedes tenerlo o no, pero no te llena y que es más importante compartir con los amigos, con la gente que quieres, eso es lo que busco expresar”.Bike considera que el arte es una representación de las culturas, del pensamiento de un país o una comunidad. “En el arte de Egipto o Israel puedes ver en esas obras sus conflictos, sus hechos históricos. Aquí en Colombia vi unas imágenes del humorista Jaime Garzón plasmadas en un muro de Bogotá y eso es interesante porque refleja la historia de la ciudad. Cuando miras pinturas rupestres de la cueva de Altamira, te das cuenta, al no tener alguien que nos cuente qué sucedía en esos remotos tiempos, que esas imágenes son un formidable testimonio de nuestro pasado”.La firma ARK es una de las más reconocidas de la capital colombiana. Tras estos trabajos llenos de color, que mezclan tendencias del cómic y el arte figurativo, se encuentra el talento de Gabriel Sabogal, quien ha consolidado su trabajo a lo largo de una década de actividades en el arte callejero. ARK se sumó al proyecto representando el rostro de una mujer que lleva un ave roja en su cabeza.El ser humano, la naturaleza, los animales, la dicotomía entre la vida y la muerte, las cosas malas, lo bonito, lo feo, son algunas de las constantes que representa el artista en sus muros. “Lo más chévere de pintar en la calle es que te dejas permear por todo lo que hay en su entorno, por el diálogo con la gente, con la arquitectura, el ambiente del lugar, la relación que se da con ese espacio. No es lo mismo pintar al lado de un centro comercial que en una zona de tolerancia, cada contexto te va dando una dirección creativa que al final se ve reflejada en el muro. Pero para alcanzar un nivel de perfección uno debe curtirse en la calle, no lo puedes hacer sobre el papel o el computador”.Sabogal considera que el arte mural aporta y enriquece el entorno urbano. “Con nuestro trabajo se pueden recuperar nuevos espacios. Nosotros llegamos a un sitio, sucio, lleno de carteles publicitarios, usado de baño público y lo transformamos. Pero como en estas propuestas hay mucha gente joven, a veces se genera desconfianza, asumen que son inexpertos o creen que son vándalos, pero resulta que hay mucho talento escondido allí”.El artista, que dictó un taller sobre graffiti mural en el marco del evento realizado en Cali, señaló que es importante aprender a gestionar proyectos y a trabajar colectivamente para así impulsar el arte urbano. “Es importante saber elegir la gente adecuada según sus destrezas, también presentar un portafolio. En este medio hay mucha competencia, en especial entre los más jóvenes, pero deben asumirse como una gran familia. Si no están organizados, los grandes proyectos de arte urbano se quedan en manos de entidades que al final deciden quién la ejecuta y cuánto le paga al artista”.Un mundo en el que confluye el ser humano con la naturaleza integra la participación del chileno Nelson Navarro (NN), en este evento. Con 26 años, este artista tatuador e ilustrador lleva poco más de un año radicado en Colombia, y vino desde Bogotá para dejar plasmado en Cali su talento. “Me gusta abordar temas de la naturaleza y el hombre con elementos geométricos, en composiciones que generen en el espectador diversas sensaciones”.Para este artista chileno, que está dedicado de lleno al arte urbano desde 2005, lo mejor de pintar en la calle es contar con un gran formato. “Es mucho mejor que tener la obra en una galería, porque tiene acceso a todos. Despoja además el arte de toda valoración comercial, lo convierte en un bien libre”.Navarro dice que en su país existe una fuerte represión policial frente a estas propuestas. “Pero a la vez, existe una amplio movimiento de contracultura que hace propuestas interesantes”.Un arte entre lo legal y lo ilegalEl graffiti es uno de los principales intereses del artista pereirano Julián Muñoz, estudiante de diseño industrial, mejor conocido como ‘Rojo’, y quien lleva dedicado a este arte diez años. Su trabajo es una mezcla entre la tipografía del graffiti clásico que surgió en Nueva York y Europa, con elementos orgánicos, figuras de animales o texturas de lava o humo. En la Avenida de las Américas, ‘Rojo’ plasmó su nombre en una abigarrada grafía cuyos contrastes de forma y color crean una imagen cercana a la abstracción.Para ‘Rojo’, la relación entre lo legal y lo ilegal es una situación irremediable en el arte urbano. “No existe una cosa sin la otra. Muchos de nosotros empezamos haciendo cosas ‘ilegales’, para poder llegar a tener un buen nivel; la calle es el escenario de nuestra práctica. En nuestra labor no faltan problemas con la Policía o los vecinos que no les gusta lo que hacemos, pero son más las respuestas positivas”.El rostro de un hombre que mira casi de perfil, trazado con rasgos realistas, conforma la propuesta de Sebastián Medina, SAM, quien con  solo 18 años, comienza a despuntar en el arte urbano en Cali. Proveniente del barrio Puertas del Sol, y con apenas año y medio de experiencia, ya ha plasmado sus trabajos en muros de Siloé, Terrón Colorado y el Distrito de Aguablanca y el año pasado fue a Manizales invitado a un encuentro.Luego de hacer algunos trabajos con amigos de su barrio, SAM ha seguido las enseñanzas de  Anderson García Pérez, más conocido como Visual AGP, pedagogo y artista urbano, egresado de artes visuales de la Universidad del Valle.Él asegura que si bien hay un sentimiento de ego, frente al trabajo mural, lo importante es cómo se exprese. “Debe haber un mensaje claro, con el estilo que uno tenga como artista. A mí me gusta el realismo, hago retratos, rostros de indígenas o personas haciendo muecas o riéndose, de indigentes, en todo caso gente de la calle”.Jesús David Rodríguez opina que este es el arte del futuro. “Estoy convencido de que en poco tiempo esta expresión será  considerada el arte de la actualidad. El arte dejará de ser un pieza para museo y estará disponible para todos en la calle”.Para la muestra, un botón: la suma de esas ideas, estéticas y formas de ver el mundo han quedado plasmadas en ese muro de la Avenida de las Américas. De seguro, quien pase estos días por el lugar, notará que algo diferente, la magia del arte urbano. 

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