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Conversación con un rockero irremediable

Una deliciosa selección de entrevistas a 30 personajes del mundo del rock --entre ellos Nick Mason y Chris Squire-- conforman ‘Satisfaction’, un libro recientemente publicado por Aguilar. Charla con su autor, Jacobo Celnik, un rockero irremediable

29 de noviembre de 2015 Por: Catalina Villa | Editora de GACETA

Una deliciosa selección de entrevistas a 30 personajes del mundo del rock --entre ellos Nick Mason y Chris Squire-- conforman ‘Satisfaction’, un libro recientemente publicado por Aguilar. Charla con su autor, Jacobo Celnik, un rockero irremediable

¿Qué podría esperarse de un niño cuyo padre, melómano absoluto,  era dueño de una de las mejores colecciones de música de la ciudad --desde clásica hasta jazz, desde salsa hasta soul—y además era capaz de organizar en su casa rumbas memorables que ninguno de sus amigos se quería perder? Pues que el niño amara u odiara la música con todo su corazón. A Jacobo Celnik le sucedió lo primero.

 Rodeado de acetatos de los Rolling  Stones, The Beatles, Abba, Santana, George Harrison, Donna Summer, Diana Ross, Simon & Garfunkel y  Barrabas Power, este niño creció obsesionado por los sonidos de las guitarras eléctricas. Y  a los 11 años, al  escuchar el álbum ‘Now!’ de los Stones, ya no hubo más dudas.  “Puedo confesar que en ese momento se abrió en mí una pasión por el rock inglés que sigue intacta hasta el día de hoy”, afirma Celnik.

Y aquel niño, hoy de 35 años, sí que supo cómo convertir esa pasión en oficio. Una vez se graduó de comunicador social, buena parte de su vida la ha dedicado a entrevistar a sus admirados ‘rock stars’.

La primera entrevista la hizo en el 2004 a Peter Hammill,  líder de la banda inglesa de rock progresivo Van Der Graaf Generator. “Fue el primer personaje del mundo del rock con el que hablé  y fue muy emocionante porque en ese momento era un fanático radical de ese grupo”. Pronto vendrían más conversaciones. Con Steve Hackett, de Genesis; con Daevid Allen de Gong; con Hugh Hopper, de Soft Machine; con Roy Albrighton de Nektar. “Por esa misma época empecé a colaborar en la revista Rolling Stone Colombia. Allí publiqué algunas entrevistas a músicos como Pete Trewavas de Marillion, Roger Hodgson de Supertramp y Dolores O’Riordan de los Cramberries”.

La buena noticia para los amantes del rock es que muchas de esas entrevistas hacen parte de ‘Satisfaction’, un  libro en el que Celnik recopila 30 conversaciones con  cantantes, músicos y mánagers de esa fascinante estirpe musical.

Jacobo, la lista de personajes que incluye el libro es asombrosa. Pero quizá Nick Mason, de Pink Floyd, es la joya de la corona. ¿Me equivoco?

Cada uno de los músicos, mánagers y productores que están en el libro han hecho aportes importantes para el rock y tienen historias maravillosas, así que sería injusto afirmar que uno es más importante que otro. No puedo negar que Pink Floyd es una de las bandas más grandes de todos los tiempos y el hecho de haber entrevistado a Nick Mason fue motivo de inmenso orgullo pues Pink Floyd, como ninguna otra agrupación en su momento, supo conjugar la experimentación artística sin importar los resultados comerciales.

Fueron visionarios, proponían, arriesgaban y crearon grandes obras como ‘Dark Side of The Moon’ y ‘The Wall’.  Nick Mason fue una especie de embajador que ayudó a que la banda no se desmoronara antes de tiempo por cuenta de la lucha de egos entre Gilmour y Waters.

En la entrevista Mason cuenta un detalle revelador: dice que en el  álbum con el que Pink Floyd debutó, ‘Piper at the Gates of Dawn’, se inspiró en The Beatles. ¿Perciben esa influencia los puristas del rock? 

The Beatles  inspiraron a generaciones enteras de músicos. Cuando Pink Floyd grabó ‘Piper At The Gates of Dawn’ en el verano del 67, The Beatles ya había publicado ‘Revolver’, un disco que  hizo aportes importantes  a la música  en cuanto a composición y grabación. Eso fue determinante, así como Pet Sounds de los Beach Boys, Miles Davis y su época psicodélica, Frank Zappa y la corriente del rock sinfónico que desde el 67 creó un nuevo concepto en torno al rock.

Ese revuelto de información marcó a Pink Floyd. Pero lo interesante es que ese disco no suena igual a ninguna de estas referencias y en eso radica la grandeza del grupo, encontró su propia voz e identidad a tiempo. En eso tuvo mucho que ver el genio de Syd Barrett.

Mason  también dice en la entrevista algo que define su esencia: “No estábamos tratando de crear éxitos, el punto era hacer obras de arte  por medio de la experimentación constante"...

El gran aporte de Pink Floyd fue crear una especie de pirámide de Egipto para el rock.  Nadie, por más de que lo intente, ha logrado igualar o imitar ese sonido que obtuvo Pink Floyd. Fueron perfeccionistas de la producción musical, del sonido y de álbumes conceptuales.  Hay un antes y un después de ‘Dark Side of The Moon’, un disco cuyas letras hoy en día están más que vigentes. Crearon obras universales, globales, que pasaron a la inmortalidad de la misma manera que lo hizo la Quinta Sinfonía de Beethoven.

Es legendaria la pelea entre Waters y Gilmour. Inevitable preguntarle con cuál de los dos se queda...

Waters sigue viviendo del pasado usando las ganancias que deja The Wall y su apuesta en vivo es majestuosa. Pero me parece aún más interesante David Gilmour que se aleja de su pasado y  que propone nueva música. Este año Gilmour ha lanzado uno de sus mejores discos, ‘The rattle lock’. Él arriesga, crea y propone nueva música.

¿Intentó entrevistar a Waters cuando estuvo en Bogotá en 2007?

Lo intenté, pero fue imposible. Me lo crucé en el Hotel La Fontana, cuando reaccioné, ya estaba en el carro camino al Simón Bolívar. Pero lo pude ver y fue  inolvidable.

Uno de mis cantantes  favoritos del libro es, junto a Mason, Roger Hodgson.  Y  me sorprendió  saber que su canción favorita de Supertramp fuera ‘Give a little bit’, por encima de canciones gigantes como ‘School’ o ‘Fools Overture’ e, incluso, ‘Take the long way home’...

Roger Hodgson junto a Rick Davies crearon una de las duplas creativas más importantes de la historia del rock, al mismo nivel que Jagger/Richards o Lennon/McCartney. ‘Give a Little Bit’ tiene un significado especial desde el punto de vista de un filántropo que ha aportado parte de sus ingresos a causas sociales. Así que no me sorprende,  Hodgson tiene un corazón inmenso.

En algunas entrevistas, quizá en la de Hodgson, es inevitable percibir cierta nostalgia en ellos por los viejos tiempos.  ¿Quizás para muchos todo tiempo pasado fue mejor?

No estoy tan seguro. Por ejemplo los últimos años en Supertramp fueron tensos para Hodgson por cuenta de una feroz lucha de egos con Davies. Así que dar un paso al costado fue buscar la felicidad. Le pasó a Peter Gabriel y Steve Hackett cuando dejaron Genesis. A Rod Stewart cuando se apartó de los Faces, A Phil Collins cuando decidió lanzar su disco debut en solitario en 1980. Siento que Hodgson disfruta más de lo que hace hoy en día que lo que hacía hace 40 años. Tiene menos presión, no tiene que probarle a nadie que es un grande.

En la entrevista con Eric Clapton , él dice que si no hubiera sido por la música no habría salido del infierno de la heroína. ¿Qué tan indisoluble es esa relación de drogas y rock?

Puede haber buen rock sin drogas. Hay músicos que son abstemios como Gene Simmons de Kiss. En los 60 y 70 hubo una tendencia normal para la época en la cual los músicos experimentaban con todo tipo de sustancias y de alguna manera tuvieron que ver en los procesos creativos. Pero también pasó en la pintura, en la literatura, en el cine y nadie cuestionó si era posible tener grandes creadores como Dalí o un Pollock sin drogas o a escritores como Hemingway sin grandes cantidades de licor. 

También habló con Roger Daltrey, a propósito de los 50 años de The Who.  ¿Qué  lo seduce  de su música?

The Who fueron precursores de lo que la palabra rock significa, no solo en cuanto a sonido sino en actitud, imagen, concepto.  Fueron precursores del álbum conceptual con ‘Tommy’, incursionaron en óperas de rock desde el 66 y tuvieron mucho que ver con el surgimiento de estilos como el hard rock y el punk. Alan Parsons  siempre ha dicho que el mejor trabajo de los años 70 es ‘Who’s Next’.

¿Está de acuerdo con Daltrey en su amor por los vinilos?

El vinilo refleja la máxima expresión de sonido de alta calidad en todo sentido. Incluso el sonido del compact disc me parece bien y la gente no debería perder esa posibilidad. Solo compare lo que se siente al oír Dark Side of The Moon en spotify y en vinilo. Son dos discos diferentes. Hay frecuencias que se pierden en la compresión digital. 

Un común denominador en el libro es el papel fundamental que han jugado los managers en el éxito o fracaso de las bandas de rock...

La grandeza de varios grupos tuvo que ver con la visión y fe de sus mánagers. De la misma manera que el fracaso comercial  de algunos grupos estuvo relacionado con la poca visión o el poco riesgo que éstos tomaron como le sucedió a The Kinks en los 60 y a los Pretty Things. Brian Epstein con The Beatles, Andrew Loog Oldham en los Rolling Stones, Peter Grant con Led Zeppelin, Jazz Summers con The Verve, Chris Stamp y Kit Lambert con The Who y  Albert Grossman junto a Bob Dylan son casos de éxito que deben ser estudiados para entender cómo la fe, la visión y la perseverancia de sus mánagers, fueron determinantes en el éxito de sus artistas. También son ejemplo de la toma de decisiones correctas, de saber mover las piezas en el momento indicado. Esa figura hoy en día lamentablemente no existe pues los músicos jóvenes quieren ser mánager, productor, vocero, community manager y  roadie.  

Andrew Loog Oldham, quien fuera manager de los Rolling Stones, hoy radicado en Colombia, asegura que David Bowie es probablemente el artista más influyente del rock. ¿Está de acuerdo?

Estoy de acuerdo. Bowie es el gran artista de nuestro tiempo.  Basta con escuchar el álbum ‘The Next Day’ (2013) y su más reciente sencillo ‘Blackstar’ para comprenderlo. En su último álbum Bowie quiso recuperar sus raíces y plasmar sonidos retro muy en la onda de lo que hizo a finales de los 70 y que se acoplaran al momento en el que fue lanzado el disco. Es decir, ser un clásico contemporáneo. En su nueva canción, que hará parte de un álbum que se lanzará el 8 de enero de 2016, Bowie experimenta con sonidos de avant garde rock, con rock progresivo y algo de Scott Walker. No suena a nada parecido que haya hecho anteriormente y en eso radica su grandeza, en no repetirse y avanzar.

Hay muy pocas entrevistas con personajes del rock contemporáneo.  ¿Piensa, como tantos, que el buen rock ya no se volvió a hacer?

Los clásicos están y seguirán estando de moda y eso tiene que ver con su talento. Este fue un gran año para los clásicos: Van Morrison, Leonard Cohen, David Gilmour, Rod Stewart, Bob Dylan, Keith Richards, Ringo Starr   sacaron grandes trabajos. Creo que el rock necesita con urgencia dignos sucesores que apuesten, que arriesguen más allá de buscar clicks en youtube o Spotify... Steven Wilson de Porcupine Tree, Dave Grohl de los Foo Fighters y Jack White son tal vez los músicos contemporáneos más interesantes.

Queda en deuda con las mujeres...

Sin duda. He tenido el gusto de entrevistar algunas voces femeninas como Sylvie Simmons, Dolores O’Riordan, Loreena McKennitt. Pero ellas  merecen  un libro aparte.

¿Cuál es su top 5 de canciones de rock?

1.  ‘Gimme Shelter’,  de Rolling Stones; 2. ‘Nowhere Man’, de The Beatles; 3. ‘Baba O´ Riley’, de The Who; 4. ‘ I talk to the wind’ de King Crimson; y 5. ‘Hotel California’, de Eagles’.

Finalmente, ¿who’s next?

Sueño con entrevistar a Paul McCartney y a Keith Richards.

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