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Carta de la ministra Mariana Garcés sobre la polémica de la Bienal de Danza

La ministra de Cultura, Mariana Garcés, defiende la realización del certamen cultural que se hará en Cali, así como la decisión de entregarle su manejo a Proartes.

26 de septiembre de 2013 Por: Redacción de El País.

La ministra de Cultura, Mariana Garcés, defiende la realización del certamen cultural que se hará en Cali, así como la decisión de entregarle su manejo a Proartes.

La ministra de Cultura, Mariana Garcés Córdoba, afirmó que tras la decisión de entregarle a Proartes la organización del la Bienal de Internacional de Danza, que se realizará en Cali en noviembre próximo, no hay “nada oscuro”. En respuesta a la columna ‘La Danza de la discordia’, escrita por Diego Martínez Lloreda y publicada en El País el viernes anterior, la funcionaria subrayó que “he actuado a la luz de la ley” al tiempo que enfatizó que no hizo “nada oscuro, ni tampoco inconsulto con todas las instancias pertinentes de la ciudad, incluso con su máxima autoridad”. Asimismo, la Ministra enfatizó que es temerario “aseverar que le estoy entregando unos recursos a dicha Asociación (Proartes) por el solo hecho de que Amparo de Carvajal es mi amiga”. Por considerarlo de interés público, El País transcribe a continuación el texto completo de la misiva: “Apenas hasta hoy ha llegado a mis manos su columna titulada La Danza de la Discordia, del pasado 20 de septiembre, y de la lectura de la misma me queda claro que no se ha entendido el propósito de la Bienal de Danza y se quiere reducir a una disputa entre dos instituciones. (...)En julio de 2012 promoví una reunión en Cali con las autoridades que tienen la dirección y ejecución de los Festivales de Danza que se llevan a cabo en la ciudad. Déjeme decirle que es la Alcaldía, a través de la Secretaría de Cultura y Turismo, la que tiene a su cargo los siguientes festivales: Festival de Salsa, que nace en el 2007, mientras me desempeñaba como secretaria de cultura de la ciudad; por obvias razones el más grande y más popular; el Festival Mercedes Montaño, que nace en el año 1996 en la División de Cultura de la Secretaria de Educación (el festival folclórico de mayor trascendencia) y por último se crea la celebración del día de la danza, estando también yo ejerciendo como Secretaría de Cultura, y posteriormente el Festival de Ballet, que nace en el 2009. Este último, reitero, es una iniciativa de la Alcaldía de Cali, quien decidió de manera directa y sin procesos de convocatorias públicas o licitaciones, porque así se lo permite la ley, que el operador sea y siga siendo Incolballet. (...)Con esto quiero puntualizarle que el Festival de Ballet no es un Festival de Incolballet en estricto sentido, es de la Secretaría de Cultura de Cali operado por Incolballet.En la ciudad existió un festival denominado Caliendanza, anterior al de Incolballet, iniciativa de la Alianza Colombo Francesa y de Comfandi en el 2005. Este último dedicado a la danza contemporánea. Fue ese festival quien planteó por primera vez la posibilidad de hacer una Bienal de Danza.Me permito anexar el acta de esa primera reunión a la que hago referencia, a la que asistieron el Alcalde de Cali, la Señora Secretaria de Cultura de la ciudad, una serie de asesores de esas dependencias, Comfandi representado en su director doctor Armando Garrido Otoya, la Alianza Colombo Francesa, y Proartes.Se trataba de discutir sobre la posibilidad de realizar, dada la tradición que tiene Cali principalmente con la salsa, y por supuesto con otros Festivales especializados, una Bienal de Danza que permita que la ciudad se posicione otra vez, en el contexto cultural nacional como en otras épocas. Una Bienal, para la danza, como lo es para el movimiento teatral, el Festival Iberoamericano que se realiza en Bogotá. La idea de la Bienal surge en el Ministerio, en el marco del Plan Nacional de Danza.En esa reunión manifesté que se requería, para que el proyecto fuera viable, asociarnos con recursos de la Alcaldía, y de la empresa privada. Bajo la misma figura jurídica de otros proyectos que realiza el Ministerio, tales como el Salón Nacional de Artistas, por ejemplo. Se pensó que un evento que reuniera todos los géneros dancísticos sería muy pertinente, no solo para la ciudad, sino sobre todo para el país y de paso para el fortalecimiento de esos Festivales que tendrían una vitrina aún más importante. La Bienal sería un momento para la visibilización de los procesos propios, confrontación con quehaceres en otras latitudes y un gran evento para fortalecer procesos de formación de diversas escuelas y tendencias(...)Presenté una propuesta. Una propuesta que a todos les pareció no sólo viable sino que de inmediato recibió el respaldo financiero del Señor Alcalde y de las demás instituciones. En esa reunión se dijo además, que era necesario definir el operador de la Bienal. Claramente manifesté que cualquiera de las entidades culturales idóneas estaba en capacidad de asumir su administración y en especial me referí a Comfandi o a la Alianza.Como puede leerse del documento que adjunto, fue Armando Garrido, director general de Comfandi, quien planteó y sugirió que fuera Proartes por su idoneidad, experiencia, seriedad y reconocimiento, el operador de la Bienal Internacional de Danza y dicha propuesta recibió el respaldo del Señor Alcalde de la ciudad Rodrigo Guerrero y de todos los participantes de la reunión por unanimidad.¿Que si la Bienal debe unirse a algunos de los Festivales existentes? Creemos que definitivamente no. Cada uno debe seguir existiendo como acontecimientos anuales, que son de gran impacto. Y si la discusión está en la fusión. ¿Por qué tiene que ser con el Festival de Ballet? ¿Por qué no con el de Salsa? ¿O con el Mercedes Montaño? ¿O por qué cuando nació el de Ballet nadie manifestó que debía fusionarse con el de Salsa, que es anterior? ¿O con el de Danza Contemporánea, que también lo es?Los demás Festivales seguirán existiendo como parte de las actividades ordinarias y anuales de la Secretaría de Cultura y Turismo de Cali, tal y como debe ser.Adicionalmente a Gloria Castro se le invitó a participar en la Bienal, y le anexo la carta que se recibió por parte de la Maestra y en especial hago referencia al último párrafo de la misma, el cual me permito transcribir: “me alegra inmensamente esta nueva iniciativa de la Bienal de Danza y celebro su realización, así como espero que la ciudad le dé apoyo generoso a todo lo que en ella surge sin exclusión, ni discriminación ninguna. Creo que lo que ustedes hacen es una gestión importante por el bien del arte y la cultura de excelencia que esta ciudad requiere, no comparto la opinión de quienes creen que los eventos surgen contrapuestos entre sí, por negación y animadversión de las personas que lo dirigen, eso serían algo perverso moralmente. Valoro su iniciativa y les deseo éxitos en dicho evento”.Aprovecho este espacio para aclarar que Amparo de Carvajal es una de las personas más cercanas a mi vida. No solamente me formé a su lado, siendo mi primer trabajo haberle servido como asistente de Colcultura y desde allí ha sido mi jefe en innumerables oportunidades, sino que con ella me une una sincera y entrañable amistad a toda prueba. Entonces, algunos vallecaucanos, se sirven de esta amistad y del hecho de haberme yo desempeñado como directora de Proartes, hace más de tres años, para aseverar que le estoy entregando unos recursos a dicha Asociación por el solo hecho de que Amparo de Carvajal es mi amiga, y además manifiestan que es enemiga de Gloria Castro; estas aseveraciones son temerarias. El contrato para la Bienal de Danza es un contrato de asociación, amparado por la ley, que cumple todos los requisitos, en el que Proartes ha gestionado más de dos mil millones de pesos, el Ministerio aporta 1.400 millones y la Alcaldía 1.000 millones. Sorprende que una propuesta que consideré favorable para Cali, sea capaz de generar ruido y tan absurdas acusaciones; solo produce vergüenza, desconcierto y hasta hilaridad, oír al cineasta Carlos Palau hablar de las supuestas frustraciones de Amparo. Tal vez él no conoce sus innumerables realizaciones; solo para recordar cito algunas: creó la emisora de Música Clásica para Cali; fue la gestora de Telepacífico, nuestro canal regional, dirigió más de quince Festivales de Arte de Cali donde la danza ocupó un lugar de privilegio, fundó y ha estado al frente de Proartes en calidad de Presidente por más de 32 años, reconstituyó la Orquesta Filarmónica de Cali que hoy administra, es la gestora de la Escuela de Música de la Comuna 21. ¿Puede alguien creer que en semejante calidad de persona cabe la frustración?No estoy dispuesta a que Carlos Palau y Alvarado Tenorio pongan siquiera por un segundo en duda mi buen nombre. En este país, la injuria y la descalificación están a la orden del día. Y no pasa nada. Tengo claro cuáles son mis responsabilidades como funcionaria pública, y es por eso que le envió esta comunicación con mis apreciaciones manifestándole que además estoy a disposición de la Contraloría y la Procuraduría quienes investigarán mi proceder.Aquí no hay nada oscuro, ni tampoco inconsulto con todas las instancias pertinentes de la ciudad, incluso con su máxima autoridad. He actuado a la luz de la ley. Uno puede discrepar de este, como de tantos otros proyectos culturales, pero lo que no puedo permitir es que se acuda a la injuria y a dejar en la opinión pública un manto de duda. Por eso decidí acudir a las instancias judiciales necesarias.Ahora bien, si Cali, que es mi ciudad, considera que no debe ser la sede de una Bienal de Danza, (como lo es Bogotá para el iberoamericano de Teatro) lo que sí está claro para el Ministerio de Cultura es que una Bienal, es una necesidad nacional: que por encima de unas cuantas pocas voces mezquinas caleñas, que creen que nació como un enfrentamiento con Incolballet, o como un proyecto local iniciativa de Proartes, debe seguir existiendo; que hace parte de un proceso y del Plan Nacional de Danza, para establecer un diálogo entre lo que se produce en el país y lo que acontece en el resto del mundo. Cali, precisamente por sus innumerables Festivales, por la salsa que se baila en cada barrio, por el reconocimiento nacional e internacional de Delirio, porque Swing Latino es pentacampeón mundial de salsa, creemos desde el Ministerio, es el lugar ideal para realizarla. Incluso el Presidente se comprometió con un Bailodromo. La Bienal Internacional de Danza es un gran evento de danza para Colombia no exclusivamente para Cali.Pero si no hay consenso, pues simplemente Medellín, Bucaramanga o Barranquilla, estarían felices de ser su sede en el 2015. Tal y como se realiza desde hace más de 70 años el Salón Nacional de Artistas que este año se lleva actualmente a cabo en Medellín y para el cual existe un aporte del Ministerio de Cultura, (aporte que asciende a 2 mil millones) y aportes de la empresa privada y de la Alcaldía en un contrato con el Museo de Antioquia.La Bienal Internacional de Danza cuenta con un comité directivo, que define sus políticas (distinto a la Junta de Proartes) con un equipo curatorial conformado por tres personas que son: Miguel González en representación de Cali; Ana Piedad Jaramillo que representa a Medellín y Mónica Margarita Gontovnik que representa a Barranquilla; son ellos, en un espacio democrático los que deciden la programación. Además para su administración fue nombrada como gerente Fabiola Perdomo. Con esto quiero manifestarle que Proartes administra los recursos pero que la Bienal tiene vida propia.Este es un país que baila, que cuenta con más de 55 mil bailarines, y de esos, el 70 por ciento son folcloristas, entonces una Bienal es un evento que reclama Colombia. Y reducirlo a un enfrentamiento entre Proartes e Incolballet es simplemente no entender la dimensión de lo que se está proponiendo.Las Bienales son espacios que reúnen nuevas propuestas, tendencias que se imponen, se apuesta por nuevos coreógrafos y general un diálogo en torno al movimiento dancístico en el mundo. Sin lugar a dudas interpelan y sacuden. Este es el verdadero sentido de lo que estamos haciendo”.

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