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Camina el Río: cuando el arte se toma la calle

¿Qué sucede cuando un videoarte es proyectado sobre algún muro de la ciudad, en los alrededores del Río Cali, a las 6 de la tarde? Pasa que una mujer se enoja, que un niño se asombra, que un hombre se detiene, por primera vez, en esa caminata diaria de regreso a casa, y piensa en la ciudad que habita; la vive. De eso se trata ‘Camina el río’, una iniciativa para llevar el arte a la calle. Y para invitar a los caleños a apropiarse de su ciudad.

23 de marzo de 2014 Por: Catalina Villa | Editora de GACETA

¿Qué sucede cuando un videoarte es proyectado sobre algún muro de la ciudad, en los alrededores del Río Cali, a las 6 de la tarde? Pasa que una mujer se enoja, que un niño se asombra, que un hombre se detiene, por primera vez, en esa caminata diaria de regreso a casa, y piensa en la ciudad que habita; la vive. De eso se trata ‘Camina el río’, una iniciativa para llevar el arte a la calle. Y para invitar a los caleños a apropiarse de su ciudad.

La señora, de unos 30 años, se quedó mirando la proyección casi sin pestañear. En silencio observó el video que se proyectaba sobre una de las paredes del Concejo de Cali, mientras la brisa jugaba con su pelo. Cuando la imagen desapareció, la mujer volvió en sí visiblemente molesta. “¡Cómo es posible que ustedes pasen estos videos!”, se quejó. A su lado, decenas de jóvenes, que también se habían detenido ante la inusual proyección, rieron. Luego, alabaron la iniciativa -“qué bueno que no todo sea fútbol”, se les oyó decir- y siguieron su camino. La señora, los jóvenes, se referían a la obra ‘De piedra en piedra’ (2009) de la artista bogotana Adriana García Galán, un video en el que la propia artista aparece besando la estatua de Bolívar que se encuentra en la Plaza del mismo nombre, en la capital. A ella no le pareció adecuado que en un espacio público se dieran esas ‘extrañas’ muestras de afecto entre una mujer y una estatua. A ellos, en cambio, les encantó. Gajes del arte contemporáneo.María José Garcés y Leonardo Herrera, directora y coordinador respectivamente del programa Camina el Río -presentado en la ciudad en noviembre pasado- cuentan que esa es tan solo una de las muchas reacciones que el programa ha generado entre los ciudadanos. “La gente, en general, lo ha recibido muy bien. En una exposición recogimos cerca de 500 firmas de visitantes que vieron la proyección completa. Los comentarios son positivos, la gente se ve alegre, hay sonrisas y muy buena actitud. Pero lo principal es que no son indiferentes. La gente se detiene, curiosea, se pregunta. Y eso, cuestionarse, es ya una ganancia para nosotros”, explica María José, profesional en arte y literatura y magister en historia del arte y mercado del arte. Camina el Río es una iniciativa relativamente sencilla: llevar el arte a la calle, a espacios abiertos, con tres propósitos fundamentales: desmitificar el arte contemporáneo, acercarlo al ciudadano común y corriente, e invitarlo a que se apropie de su ciudad. Para ello, explica Herrera, se han centrado en tres plataformas: carteles, videos al aire y el local. “El primero es un espacio en el que artistas presentan obras bidimensionales. La idea es rotarlos a lo largo del año, tanto al artista como el espacio, para que la gente tenga posibilidad de ver muchas propuestas. Porque no se trata tampoco de invadir el espacio público dejando una obra para la eternidad sino, más bien, de recuperar la zona, sugerir distintos recorridos para los transeúntes, por ejemplo, que caminen dos o tres cuadras más de lo normal, sin que lo que está viendo se vuelva paisaje”, explica.La segunda plataforma es la de videos al aire. “Son las proyecciones de video arte que hacemos en los muros de los edificios o de los lotes vacíos. Este ha sido el más exitoso en cuanto a afluencia de público”, explica Herrera.Y la tercera es el local, un garaje que funciona como espacio no convencional para mostrar obras de arte pero con la particularidad de que está destinado a artistas en formación, es decir estudiantes de arte, diseño y arquitectura de la ciudad que tengan ya una propuesta consolidada. Para seleccionar las obras, Camina el Río -que está constituido como fundación- hizo una convocatoria en la que obtuvieron 33 propuestas. De esas, fueron seleccionadas dos para carteles, cinco para videos al aire, y cuatro para el local. Para esta última categoría se amplió la convocatoria hasta el 17 de abril próximo.Existe una cuarta plataforma, está destinada a artistas reconocidos, bajo el nombre de comisiones. “Son invitaciones para hacer obras en espacios específicos. Habrá instalaciones, esculturas efímeras o pinturas, en fin, una diversidad de formatos. El primer invitado será Wilson Díaz, quien trabajará un proyecto en alianza con Emcali que busca proteger la cuenca del río Cali”, cuenta Herrera.El formato que propondrá Díaz será el de los títeres, apelando a aquellos años cincuenta cuando el legendario TEC, del maestro Buenaventura, exploró, mucho antes que el teatro, con estos muñecos como forma de expresión artística. “Siempre me han interesado las narrativas, y en este caso, una de ellas hablará de la historia del río Cali. Es un trabajo que incluye escultura, pintura, instalación y acción, con mucho contexto de las artes visuales”, dice Wilson, mientras agrega que será un reto pues aquí se llegará no al público que busca una obra de arte, sino a la gente que habita la ciudad. La obra se presentará a finales de abril y principios de mayo y luego vendrán cinco comisiones más. Arte, pues, es lo que habrá en la calle.Así que si usted, lector, aún no ha visto ninguna de estas obras, una buena idea será recorrer el Bulevar del Río y sus alrededores. Es probable que allí se tope con alguna escultura efímera, con una pintura, con un video. Y es probable que ría o que se moleste o que se detenga a pensar en esa Cali que usted habita. En cualquier caso, no le será indiferente.

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