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Buscan 'papá adoptivo' para las entidades culturales del Valle del Cauca

La Gobernación propuso municipalizar los institutos descentralizados como Incolballet, Bellas Artes y la Biblioteca Departamental. Cultura huérfana.

2 de diciembre de 2012 Por: Alda Mera | Reportera de El País

La Gobernación propuso municipalizar los institutos descentralizados como Incolballet, Bellas Artes y la Biblioteca Departamental. Cultura huérfana.

Como una sonata inconclusa. Así sonó la propuesta del gobernador del Valle, Ubéimar Delgado, de municipalizar los entes descentralizados como son el Instituto Colombiano de Ballet Clásico, Incolballet; el Instituto Departamental de Bellas Artes, y la Biblioteca Departamental Jorge Garcés Borrero.A esta voz la siguió un coro de voces del entorno de la cultura y del Municipio que repitió el estribillo: no hemos recibido una información formal, pero es una propuesta que hay que analizar y evaluar.Aunque en la página web de la Gobernación se aseguró que el alcalde, Rodrigo Guerrero, ya conocía la propuesta, la alcaldesa (e) Ximena Hoyos, y la secretaria de cultura del Municipio, María Helena Quiñones, dijeron desconocer el hecho.Los argumentos son la grave situación financiera del Valle del Cauca; que las tres entidades benefician mayoritariamente a la población caleña, y que el Municipio de Cali tiene mayor presupuesto. Pero la sensación que pende en el ambiente es que el Departamento se quiere deshacer de estas entidades y buscarles otro padre adoptivo, el Municipio. La alcaldesa (e) dijo que municipalizar “tiene sus más y sus menos” y se inclinó por buscar “apoyarlos institucional y económicamente, pero integrarlos a la estructura municipal, hay que estudiarlo”.La funcionaria admitió que “es posible (que el Municipio tenga más recursos), porque la Alcaldía sí le está apostando a una recuperación financiera del Municipio y se han tomado medidas estructurales que deben mejorar la disponibilidad de recursos para el 2013 y años siguientes”. La secretaria María Elena Quiñones dijo que la propuesta “no la hemos digerido todavía, tenemos unas responsabilidades y un presupuesto establecido y aprobado; tenemos que analizar en profundidad con el Alcalde y ponernos de acuerdo según la disponibilidad presupuestal y capacidad de atención, nos reuniremos con el señor Gobernador y acordaremos al respecto”.Mientras tanto, un drama con visos de tragedia se pinta en el Instituto Departamental de Bellas Artes, cuya naturaleza jurídica y académica difiere de las otras dos por cuanto fue creada originalmente en 1936 con carácter departamental.El rector Fernando Charria dice que el lío comienza cuando los recursos no llegan en la cantidad y en la oportunidad debida. Se explica: Las transferencias por $6.000 millones de la Gobernación y de la estampilla no han sido puntuales ni tampoco alcanzan para pagar la nómina. Para cubrir ese déficit, el Instituto debe recurrir a los $2.000 millones de recursos propios, que se deberían invertir para las actividades propias de la universidad tales como investigación, presentaciones artísticas, fondo editorial, actualización y mejoramiento de equipo e infraestructura.Bellas Artes funcionaba hasta marzo sin recibir un peso de las transferencias departamentales y con mucho esfuerzo logró firmar un convenio para que le entregaran el 70% de los recursos con la promesa del Gobierno Departamental de que en septiembre se normalizarían los pagos. “Si con el 100% no se alcanza a pagar nómina y demás rubros de funcionamiento, mucho menos con el 70%. Y con el gobernador Ubéimar Delgado logramos firmar el otro sí para el 30% restante, dice el maestro. Situación que tocó por igual a Incolballet, Inciva y Biblioteca Departamental.Estudiantes de diseño gráfico que deben digitalizar en salas de sistemas con ‘software’ desactualizados; salas de escultura donde los artistas plásticos manipulan químicos sin máscaras de seguridad; pianos que son patrimonio cultural por su antigüedad y factura, pero que han sufrido reparaciones a lo criollo, como tener teclas atadas con un cáñamo, son algunas de las falencias del escenario poco digno donde se forman los futuros artistas por falta de presupuesto. Claudia Sánchez, alumna de diseño gráfico, y representante estudiantil ante el Consejo Directivo, señala que desde 2005 el Departamento dio vía libre a Bellas Artes para estratificar las matrículas, lo que es muy bueno porque da acceso a jóvenes de estratos 1,2 y 3, pero el presupuesto asignado no corresponde a esa realidad. “El Departamento incumple cuando no permite actualizar el Fondo Patrimonial del Instituto, cuando no aumenta el 15% sino el 3% del presupuesto, porque son políticos que ni siquiera leen bien la Ley 30 para respetarla”, denunció la joven. Charria rechaza ese juego inconsecuente de entregar los recursos al final de año, porque al terminar la vigencia, no se alcanzan a ejecutar y el Instituto de Bellas Artes aparece como si tuviera excedentes fiscales, lo cual no es verdad. Ese círculo vicioso de devolver los recursos a la Asamblea para que esta a su vez los reintegre a Bellas Artes, se repite año tras año. Esa es otra causa de la crítica situación del Instituto, dice el rector mientras se levanta de su escritorio buscando señal para dar una entrevista radial desde su teléfono celular. La razón: el Instituto está incomunicado desde el invierno diluviano del pasado 18 de abril, cuando la sede se inundó y la planta del PBX se dañó. La reparación vale $80 millones y no ha sido posible conseguirlos.“Todo se debe a no entender que somos una institución universitaria regida por la Ley 30 de Educación Superior de 1992, pero nos tratan como establecimiento público”, denunció y enfatizó que lo que sí debe quedar claro es que si el Departamento está en una dificilísima situación económica no es por Bellas Artes. “Lo que sí ha hecho Bellas Artes es cumplir cabalmente con los planes de desarrollo –y los ha sobrepasado– y no es justo que por culpa de un tercero o de un cuarto que daña todo, castiguen al que sí ha hecho las cosas bien”, dice refiriéndose a las últimas administraciones y la falta de gobernabilidad que ha tocado al Valle.Por los lados de Incolballet, institución con 430 alumnos, la Gobernación asignó un presupuesto para la vigencia 2012 de $2.399.036.669 por transferencias del Departamento. Para 2013 fue aforado en $2.162.007.769, es decir que tiene un recorte de más de $230 millones.Recorte que le ha significado no traer maestros extranjeros invitados y no hacer mejoras y reparaciones en infraestructura física, dijo Consuelo Bravo, subdirectora administrativa de Incolballet. “La mayoría de nuestras funciones son gratuitas o a muy bajos precios por nuestra responsabilidad social y cultural de formar públicos. Tenemos cinco alianzas fijas con patrocinadores, entre ellas, El País que nos promociona gratis todas nuestras presentaciones”, dice la subdirectora. Y para el Festival de Danza se suman con aportes o canjes unas siete u ocho empresas.Sin embargo, estuvo de acuerdo en que “debemos doblar esfuerzos para la generación de recursos propios, hemos aumentado y debemos mantenernos en esa línea de incrementar la venta de funciones y proyectos y así ayudar a mitigar la situación financiera de la Gobernación”.Ese parece ser el final que los actores de esta obra le contraproponen a la Gobernación para no restringir sus alcances a Cali sino que se proyecten a todo el Departamento.

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