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Así se recorre el 'Viacrusis' de Botero en Cali

Estudiantes y egresados de arte de Cali son los encargados de orientar a quienes visitan la exposición del maestro Fernando Botero.

9 de octubre de 2013 Por: Redacción de El País

Estudiantes y egresados de arte de Cali son los encargados de orientar a quienes visitan la exposición del maestro Fernando Botero.

Las obras que conforman la exposición 'Viacrucis, la pasión de Cristo', del maestro Fernando Botero, están custodiadas por una brigada humana que permiten a los espectadores vivir de una forma particular la experiencia de aproximarse a la obra del destacado artista antioqueño.Diez guías acompañan la muestra instalada en el Domo Museo de la Biblioteca Departamental ‘Jorge Garcés Borrero’ y en su mayoría son egresados de las facultades de Artes Plásticas y Artes Visuales del Instituto de Bellas Artes y la Universidad del Valle. Todos ellos fueron seleccionados y capacitados especialmente para participar en este proyecto cultural. Irina Rolón, la coordinadora de este grupo de expertos en la obra de Botero, explicó que para dicha selección se tuvo en cuenta sus conocimientos en arte así como su buen manejo corporal y del lenguaje. “Generalmente un guía de sala se limita a entregar una información determinada al público y no permite que este intervenga. Lo que hemos propuesto es fusionar la figura del guía con la de mediador para que se genere un diálogo a partir de preguntas o de darle la oportunidad a quien visita la muestra de tener una experiencia interactiva, que le permita apropiarse de las obras y reflexionar sobre ellas”.Al llegar al primer piso del recinto expositivo, Luis Tobón, maestro en artes plásticas de Bellas Artes es quien se encarga de dar la bienvenida y acompañar a los espectadores a conocer la sección dedicada a los dibujos. “Ha sido una oportunidad de conocer mejor la obra de un artista como Fernando Botero de quien admito, antes de asumir este trabajo no conocía muchos aspectos de su obra y de su vida. Más allá de sus dibujos y pinturas me ha parecido interesante su proceso como artista, ver cómo, por ejemplo, a través de sus viajes y contacto directo con las grandes obras de la historia del arte que están en museos de Italia, Francia o México, su obra se ha ido nutriendo”, agregó este joven de 26 años quien se dedica a la realización de historietas.Ya en el segundo piso, William Narváez, de 24 años y quien cursa décimo semestre de Artes Plásticas en Bellas Artes, señaló que es interesante ejercer el papel de mediador en la exposición. “Hay que saber manejar el discurso según el tipo de personas. Hace poco, por ejemplo, tuvimos la visita de dos religiosas y eso implica abordar la guía de forma distinta”. El joven también dijo que uno de los aspectos más interesantes sobre esta exposición es ver cómo el artista juega con el tiempo y el espacio, al ubicar unos personajes de la historia bíblica en un contexto contemporáneo. “Esa ruptura genera un discurso más global que le permite a la gente hacer sus propias interpretaciones a partir de temas que son comunes a la historia de la humanidad como la violencia, la injusticia, la impunidad o la figura del mártir”.Otra mediadora de la exposición es Diana María Jíménez, quien también es egresada de artes plásticas de Bellas Artes. A esta joven guía le ha llamado la atención la irreverencia del artista. “El hecho de asumir un tema -como el religioso- del que ya poco se habla en el arte lo pone ya a contracorriente de las tendencias actuales. Por otra parte Botero es reconocido especialmente por ser pintor y un gran colorista. Sin embargo, en un contexto contemporáneo en el que la pintura ha perdido interés, resulta significativo lo que él hace porque nos pone a reflexionar sobre el papel de la pintura en la actualidad”.Si bien ya ha tenido experiencias guiando exposiciones, Jennifer Andrea Moreno, licenciada en artes visuales de la Universidad del Valle, aseguró que trabajar en esta exposición ha sido interesante por tratarse de un artista que tiene tanta relevancia en nuestro país. “Interactuar con las personas ha sido un aprendizaje recíproco. Las personas preguntan cosas interesantes y hacen comentarios que van nutriendo nuestro trabajo, en ese sentido cada experiencia se vuelve también un reto”, agregó.Y eso lo perciben también los visitantes a la exposición como Patricia Mosquera, quien considera que era imperdonable no aprovechar la presencia de estas obras en la ciudad y venir a verla. “Ha sido muy enriquecedor. Yo había leído sobre el maestro Botero, pero al visitar la exposición, con el apoyo de los guías aprendí muchas cosas que no sabía”.Entre tanto, Juan Carlos Ramírez, de 14 años y quien cursa noveno grado en el Colegio Pío XII, dijo que fue muy bueno contar con el acompañamiento de estos mediadores. “Me gusta mucho el arte y al ver la exposición surgieron muchas preguntas, porque como dicen los guías la pintura de Botero no hay que analizarla desde una perspectiva realista sino con un pensamiento del arte y de lo mágico e irreal”, dijo el adolescente.

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