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Así fue la presentación de Andrés Calamaro en la Plaza de Toros de Cali

Este jueves en la noche se presentó en la Plaza de Toros de Cañaveralejo el cantante argentino Andrés Calamaro. Noche de rock, tangos y epifanías.

14 de junio de 2013 Por: Redacción de El País

Este jueves en la noche se presentó en la Plaza de Toros de Cañaveralejo el cantante argentino Andrés Calamaro. Noche de rock, tangos y epifanías.

Tratándose de Calamaro hay que ponerlo todo en términos literarios: su concierto fue más que un concierto, fue un conjunto de epifanías. Hacia las 8:45 p.m., salió al escenario, hizo un gesto de saludo con la manos y la música empezó. En la quinta canción dijo: “ni siquiera Keith Richards viene a Colombia y trae su propia yerba”, y sacó una bombilla de mate y bebió. Empezó con ‘A los ojos’ y siguió con ‘El salmón’ y ‘Crímenes perfectos’. Luego, en la séptima canción presentó a la banda y saludó a los asistentes a su concierto con otra epifanía: "Cali, en esta noche plateada por la luna que alumbra mi cigarro”, dijo. Hacia la mitad del concierto, bajo una luz blanca, serenó la dureza del rock y cantó dos tangos: 'Melodía de arrabal' y ' Jugar con fuego'. Lo hizo con el acento fuerte y marcado de la voces de los tangueros, golpeteando el piso con el talón y acompañado por el piano. Abajo y en las graderías había un cántico, voces que repetían: Andrés, Andrés, Andrés. La última epifanía se dio cuando dijo: “estoy agradecido con esta tierra”, y de un modo simbólico, arrodillado, besó el tablado. Luego vinieron los clásicos del argentino: ‘Sin documentos’, ‘La flaca’ y ‘Paloma’. Siete mil personas las cantaron hasta el fin. Sus seguidores vieron a un Calamaro incansable con más de 50 años bajo una pantalla en la que se proyectaban imágenes de su juventud. El cántico seguía. Al final, después de 21 canciones y más de dos horas, dijo: “es verdad, Cali es la sucursal del Paraíso”. Sí, tratándose de Calamaro, hay que ponerlo todo en términos literarios.

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