Conozca la crónica fílmica de 'Psicosis' a propósito de la película Hitchcock

Está en cartelera la película con Anthony Hopkins que narra el periodo creativo de 'Psicosis' y la alianza de Hitchcock con su esposa para sacarlo adelante.

Precedido de ser considerado el director más prometedor del cine británico, en particular gracias a '39 escalones' (1935), el londinense Alfred Hitchcock se instaló en Hollywood dos años luego de este éxito, para trabajar en el estudio del mega productor David O. Selznick ('Lo que el viento se llevó').'Rebeca', su primera película, lo elevó a la categoría del Óscar (obtuvo once nominaciones), abriendo un camino de éxitos que lo coronaría como "maestro del suspenso" gracias a la mítica 'Vértigo', en 1958. Pero poco después entraría en un difícil período, marcado por los obstáculos en torno a la empeñada producción de 'Psicosis', película que Hollywood en principio consideró "demasiado fuerte" para los parámetros morales de la época.Con la complicidad de su esposa, la editora británica Alma Reville (convertida a la postre en su principal socia y colaboradora), incluso hipotecando la casa de ambos en Los Ángeles, Alfred Hitchcock respondió a un llamado creativo que le indicaba que ‘Psicosis’ sería su obra maestra. Insistió en mantener las escenas más sangrientas y sometió a Janeth Leigh para lograr imágenes que hoy son símbolo del cine de horror: la rubia desnuda que intenta defenderse del cuchillo de un frenético psicópata en una bañera blanca.Todo el proceso creativo, de producción y el mercadeo para su estreno, constituyen interesante temática para 'Hitchcock', película dirigida por el inglés Sacha Gervasi, centrada en el momento biográfico que transcurre entre 1959 (cuando el cineasta estrenó la que muchos consideran su verdadera mejor película: 'Con la muerte en los talones', con Cary Grant y Eva Marie Saint); y 1961, cuando el éxito de ‘Psicosis’ cambió la historia del 'thriller'.Reconocido desde 2004 por el guion de 'La terminal' de Steven Spielberg, Sacha Gervasi adquirió notoriedad en el documental debido a 'The story of Anvil', que le sigue los pasos a un grupo de rock heavy que persigue sus sueños aún sin haber logrado el éxito comercial. Este le mereció entre otros premios, el Espíritu Independiente al mejor documental de 2010.Sin embargo, 'Hitchcock' no llegó a sus manos porque sí. "No cayó en mi regazo, tuve que luchar por ganar la confianza de los productores, quienes querían tener muy clara la óptica con que se miraría la leyenda", explica Gervasi. "Les hice ver que lo que más me interesaba era la historia de comunión creativa entre Alfred y Alma, la forma como ambos interactuaron para lograr darle vida al proyecto de 'Psicosis', y pude convencerlos de aceptarme como director. Recuerdo que Ivan Reitman señaló que la experiencia con Viktor Navorski (el personaje de Tom Hanks en 'La terminal'), me iba a servir mucho para dirigir 'Hitchcock', ya que ambos eran personajes 'medio lunáticos'”.El director enfrentó otros retos. El escaso presupuesto solo alcanzaba para 35 días exactos de grabación, lo cual se convirtió en un motivo de estrés para todo el equipo. Y a punto de comenzar a rodar, “descubrimos que algunos técnicos estaban desanimados. Les parecía que era un atrevimiento muy grande meterse con alguien como 'Hitchcock'. Tuvimos que hacer reuniones para que la energía del grupo se mantuviera estable, y se comprendiera que ante todo se trataba de un homenaje a la memoria de un gran artista”.Es clara la intención de Gervasi, basándose en la novela de Robert Bluch, en ofrecer a la audiencia un entretenimiento ligero (con aire de teleserie), al contar este breve lapso de la vida de Alfred Hitchcock, cuyos intereses narrativos radican en las penurias del artista para dejar al mundo su más brillante legado fílmico, y los entretelones dramático-románticos de su relación con Alma, a quien descubrimos como ficha clave en el parto que significó 'Psicosis'.Detalles como que ella fue quien decidió que la protagonista muriera a la mitad de la película y no al final, como se estilaba en la época, resultan muy atractivos para los seguidores de Hitchcock.Con la maestría escénica que le caracteriza, Anthony Hopkins se apersona del majestuoso rol de su legendario compatriota, pero esto no logra opacar a la que resulta eje histriónica del asunto: la gran dama inglesa Helen Mirren, quien termina robándose el show con elegante precisión.