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Colombia celebra su Independencia con música, bailes y desfiles

Agitando pañuelos blancos el público asistente al Coliseo de la Universidad del Cauca le siguió el ritmo a las agrupaciones que durante tres horas rindieron tributo a la música colombiana en el concierto ‘Notas de independencia’.

21 de julio de 2012 Por: Silvio Sierra, redacción de El País Popayán

Agitando pañuelos blancos el público asistente al Coliseo de la Universidad del Cauca le siguió el ritmo a las agrupaciones que durante tres horas rindieron tributo a la música colombiana en el concierto ‘Notas de independencia’.

Como brotados mágicamente del cielo cultural y artístico de Colombia, 400 niños y jóvenes hicieron el delirio de miles de caucanos, payaneses y grupos de turistas otros departamentos que colmaron las instalaciones de la Universidad del Cauca para celebrar los 202 años de independencia.Desde las primeras horas de la mañana, un radiante sol engalanó la jornada organizada desde el Ministerio de Cultura, que se constituyó en bálsamo saludable para el Cauca que en las tres últimas semanas cargó un pesado madero de dolor por los hechos de orden público ocurridos en el norte y nororiente.Y, no faltaron las personas que aprovecharon para vitorear a los soldados y policías, que han ofrendado sus vidas en la región, también hubo condenas para las organizaciones y las autoridades indígenas que, humillaron y sacaron de las montañas de Toribío y Miranda a los miembros de la Fuerza Pública.Antes del mediodía, luego del mensaje del presidente de la República, Juan Manuel Santos, desde San Andrés Islas, una jauría alegre y muy ordenada de niños y muchachos vistiendo orgullosos los atuendos representativos de sus terruños, desfilaron frente a las autoridades de la región entonando canciones que, se confundieron en una especie de coro celestial. En representación del gobierno nacional hicieron presencia Federico Rengifo Vélez, Ministro del interior; Juan Camilo Restrepo, Ministro de Agricultura; María Fernanda Campo, Ministra de Educación; Rafael Pardo, Ministro de Trabajo y Seguridad Social; Catalina Crane, Alta consejera presidencial para la gestión pública y privada; y Mariana Garcés Córdoba, Ministra de Cultura. A medida que el coliseo universitario se iba llenando de bote en bote, el gigantesco escenario se iluminaba para dejar ver su bien montada coreografía, canales televisivos institucionales y de la región, marcaban el inicio de la fiesta patria que sirvió de marco para recordar a unos de los maestros de la cultura musical: Lucho Bermúdez.Seguidamente, los 4.000 asistentes al acto, entraron en la onda bullanguera que, tenía grupos, melodías y bailes para todos los gustos.Todos eran parte de esa misma humanidad esculpida entre pinceladas de esperanza, de ahí, que llaneros, vallunos, caucanos, chocoanos y costeños, quizá nietos del mismo maestro Lucho Bermúdez, estaban listos para el gran concierto. Niños de Caloto abrieron el conciertoLa orquesta Caucana de Viento, formada por niños de resguardos cansados del aturdimiento provocado por las explosiones del conflicto, abrieron la programación entonando melodías con sabor a su pellejo ancestral y su espíritu rumbero, algo nostálgicas y con mensajes de amor y paz. Sus trompetas, requintos y bandolas recibieron una gran ovación, cuando sus integrantes abandonaron la tarima blandiendo un pañuelo blanco alusivo que anhelan.Sus integrantes que oscilan entre los 7 y 10 años, tienen un sueño: acallar los ruidos de las balas y los explosivos de los enemigos de la paz, mediante melodías, danzas y bailes.El universo maravilloso de la música, tiene fronteras cada día más ricas en mensajes, que como en el caso del Grupo Scala, cimenta su arte entre expresiones de sentimiento y felicidad, que dejan correr entre danzas y bailes alegres muy propios de los territorios afros.Por su sentimiento espirituoso y con mucho del folclor del Pacífico, los niños de la escuela Niña María de Caloto, dejaron ver la magia de sus canciones, la expresividad en deseos de que, los pueblos se amen a través del arte, pero que el mismo tiempo tomen a Dios como cántico de todos los días.Hechos a la velocidad con que el viento del Llano se lleva sus canciones entre el galopar de sus alazanes galoperos, Los Niños del Joropo, de Villavicencio, hicieron el delite del público que los aplaudió hasta delirar cuando cantaron y bailaron su himno ‘Ay Mi Llanura’. Los de la Salsa, cierre de lujo.Los 70 niños de la Escuela Juvenil de Salsa de Cali, fueron la sensación porque llevan ese ritmo ancestral profundamente arraigado, que deja siempre impreso el por que su baile es más un ícono, casi un dios del arte y del espíritu.Al cierre, la banda Rítmica de Sucre, de la cuna del maestro Lucho Bermúdez, no sólo mostró esa universal alegría, sino que, se dio el lujo y el gusto de interpretar la mayoría de sus canciones. Por su parte, el alcalde de Popayán, Francisco Fuentes Meneses, expresó, que el día no sólo había sido de festejo patrio, sino de encuentro con hermanos del alma que también tienen los padecimientos que el Cauca.Al cierre de la jornada, la ministra de Cultura, Mariana Garcés, dijo estar feliz porque el concierto había concitado voluntades, esperanzas y proyecciones para seguir en la construcción de una patria con mucho amor y arte.

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