Clara María Ochoa, la caleña tras los éxitos de la tv y el cine colombiano
Conozca la historia de la caleña Clara María Ochoa Domínguez, el cerebro tras exitosas series como 'La ronca de oro', ganadora de cinco premios India Catalina. Una mujer sensible, amorosa y con voz de mando.
Conozca la historia de la caleña Clara María Ochoa Domínguez, el cerebro tras exitosas series como 'La ronca de oro', ganadora de cinco premios India Catalina. Una mujer sensible, amorosa y con voz de mando.
Ella tiene claro lo que quiere: historias universales que toquen emociones y sentimientos. Esa visión ha hecho que el ángel del éxito acompañe a la productora caleña Clara María Ochoa Domínguez, en cada uno de sus proyectos para el cine y la televisión.
El más reciente es que la serie La ronca de oro, inspirada en la música de Helenita Vargas, haya logrado cinco premios India Catalina: Mejor Serie o Telenovela, Mejor Actriz Protagónica (Majida Issa), Mejor Actriz Antagónica (Laura García), Mejor Actor Antagónico (Leonardo Acosta) y Mejor Música Original (Nicolás Uribe).
Pero no es solo eso, La ronca ha viajado por 23 países, ya habla en árabe, mandarín y tailandés. Y como si fuera poco estuvo nominada, en noviembre pasado, por la revista británica C21, especializada en temas de televisión, al International Drama Awards.
Por su empresa CMO Producciones, que ya completa 15 años de labores, han pasado proyectos para televisión como La promesa, Fugitivos, Correo de inocentes, Bazurto y Regreso a la guaca.
Y en cine: Del amor y otros demonios, Bolívar soy yo, Esto huele mal, El ángel del acordeón y Soñar no cuesta nada.
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La próxima apuesta es la película Siempreviva, ópera prima del vallecaucano Klych López, que planean estrenar en octubre de este año. El proyecto tiene feliz a Clara María, quien desde su oficina en Bogotá aceptó descubrir para El País lo que hay en su corazón:
¿Es verdad que la llaman La generala del cine?(Risas) Sí, es verdad. Ese nombre me lo pusieron los hombres del Ejército que nos ayudaron tanto en la película Soñar no cuesta nada, me decían Ahí llegó la generala. Y desde allí Gilberto Gallego, de Cine Colombia, cada vez que me vé me dice, Hola mi generala.
¿Y qué tiene de generala?Que mando. Me toca y si no mando yo, ¿quién manda? A mí me toca dar instrucciones y poner a toda la gente lista para la foto. Siempre debe haber una cabeza y para eso hay que tener carácter, y sí que lo tengo.
¿Es un carácter fuerte o es una coraza para mantener el mando?Si fue coraza, ya no lo es. Cuando estaba muy chiquita y empecé a dirigir en Cali, me tocaba con 30 o 40 hombres que no me paraban bolas porque era mujer y así era difícil. A lo mejor sí fue como una coraza al comienzo, pero luego se quedó. Pero soy fuerte y tengo una personalidad estricta porque soy exigente y me gusta que las cosas se hagan de una manera profesional.
¿Y cómo se le llega al corazón o se le arrebata una sonrisa a la 'generala'?No es difícil porque vivo feliz, creo que una mujer más feliz que yo no existe. Vivo plenamente cada segundo de la vida, soy apasionada, hablo con mucha fuerza y así transmito mis ideas, por eso pueden decir que soy muy fuerte. Pero yo me conmuevo con una flor, con el bosque, las plantas, me encanta la jardinería, la mezcla de ingredientes y cocinar, estar sentada viendo el mar, caminar. Soy una apasionada de las emociones, de las sensaciones, de la naturaleza. Soy muy sensible y creo que por eso mismo he logrado contar tantas historias.
"Lo mío es desarrollar ideas y llevarlas a la pantalla. Me gusta trabajar y compartir con gente echada para adelante que no le tenga miedo a nada".¿Dentro de esa sensibilidad, en algún momento se proyectó como esposa y mamá? ¿Eso estuvo en sus planes de vida?
Sí, a los 21 años quería tener un hijo, de esas locuras que a uno le dan cuando está joven o no conoce. Pero la verdad yo no tengo tiempo, y a lo mejor mi vida sería otra si hubiera tenido familia porque yo no creo que uno pueda hacer tantas cosas a la vez.
Admiro a las mujeres que tienen 3 o 4 hijos y están con ellos, los educan y fuera de eso son exitosas en el trabajo, viven viajando. Yo no sé a qué hora atienden a marido, hijos, casa, empleados, etc.
Si a mi no me queda tiempo ni siquiera para vivir, si no puedo conmigo misma, ¿cómo voy a poder con hijos? Creo que con la liberación femenina nos pusieron más trabajo y más cadenas.
¿Entonces su amor, su cariño y su sensibilidad la comparte con alguna mascota o, por el contrario, su agenda no le da para tener una?Tengo a Shiro, es la perra que adoro, que va conmigo a todas partes, que monta en el carro, viene a trabajar, saluda en las mañanas a toda la gente, viene a darme vuelta cada cinco o diez minutos. Es mi coequipera total. Ya tiene cinco años. Su nombre es amor, ternura y poder.
[[nid:405057;http://contenidos.elpais.com.co/elpais/sites/default/files/imagecache/563x/2015/03/ep00936619.jpg;full;{Shiro es la consentida de Clara María. Ella asegura que es su coequipera.Especial para El País.}]]
¿De qué se arrepiente en 15 años de vida de su empresa productora?De absolutamente nada. La verdad, ha sido tanta la suerte que siempre ahí está Diosito encima protegiéndonos. Todo lo hemos logrado de la manera como hemos deseado. Hemos querido permanecer como una empresa boutique sin recibir mucho trabajo al tiempo y así podernos dedicar a cada una de las producciones. No queremos perder esa intención de dedicarnos de lleno a cada producto. Nos interesa hacer buenas cosas más que ganar.
¿Entre su socia Ana Piñeres, y usted, quién tiene mejor olfato para los proyectos que valen la pena?Por fortuna, tenemos un olfato más o menos parecido, pero siempre he tenido como esa intuición y siento lo que le puede gustar a la gente por tantos años que llevo en esto y el olfato rara vez ha fallado, afortunadamente.
¿Por qué con una carrera tan exitosa en la producción termina administrando un restaurante como el 'Clarooscuro', en Bogotá?Yo soy una persona de arranque, de empuje, creadora antes que nada, entonces un día pasaba por una casa y le dije a mi socia Ana Piñeres: Esta casa está perfecta para un restaurante. A mí me gusta la cocina, en Italia aprendí, me apasiona, sé de todo tipo de comida. Y a Ana, la música y la coctelería. Mucha gente del medio gourmet y empresarios de restaurantes, muy famosos todos, me decían Usted está loca. Pero cuando a mí me entra una idea, la saco adelante y me voy por encima de todo. Abrimos el restaurante, tuvimos mucho éxito, había meses en que las reservas estaban llenas, había que hacerlas un mes antes. Pero llegó un momento en que no podíamos hacer cine y atender el restaurante. Resolvimos que había terminado el ciclo y habíamos cumplido el sueño.
¿Hacer cine en Colombia sigue siendo un asunto de Quijotes?Todavía sigue siendo un asunto de Quijotes porque el cine cuesta mucho dinero hacerlo y a las películas no se las pelean los distribuidores por fuera del país. Las películas deberían poder recuperar la inversión aquí en Colombia, en la exhibición, pero es muy difícil superar los 200.000 espectadores.
Clara María Ochoa también hizo parte de la película Rosario Tijeras (2005) en desarrollo, preproducción y casting.Recientemente, la revista Semana incluyó a Clara María Ochoa en el especial Mujeres que le aportan a Colombia.Entonces, ¿qué nos falta para que nuestras películas gusten más afuera y logremos la nominación al Óscar?
Creo que el cine colombiano se ha quedado un poquito atrás, pero ahora hay más películas serias que podrían competir en el Óscar, el Goya y los festivales del mundo entero. Cada vez producimos más películas y creo que ya estamos a punto porque en la música hemos salido, en el deporte, en la literatura y creo que el cine está en la fila y ya estamos por lograrlo. Yo espero, ojalá, que una elegida sea la nuestra.