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Brian Moreno, otro caleño que deja huella en la televisión

El hijo de Marlon Moreno ha heredado la vena artística de su padre, pero no se ha valido de esa relación filial para ganarse un espacio en el medio. Conozca su vida.

23 de octubre de 2016 Por: Meryt Montiel Lugo | Editora Equipo Domingo

El hijo de Marlon Moreno ha heredado la vena artística de su padre, pero no se ha valido de esa relación filial para ganarse un espacio en el medio. Conozca su vida.

“Tiene madera”. “Digno hijo de su padre”. “Es un camaleón artístico”.  “Con él viene el paquete completo: talento y figura”… Los buenos comentarios sobre el actor caleño Brian Moreno Mera,  hijo del también actor de Cali, Marlon Moreno, se pueden escuchar por doquier de gente común  y de profesionales especializados. Poco a poco, este artista criado en el barrio Salomia,  se ha ido ganando su propio espacio en el medio actoral, porque ha sido un  guerrero  perseverante para conseguirlo.  A los 12 años, después de que su padre lo llevó por vez primera a un set de grabación, se le metió en la cabeza que sería actor. Una vez graduado a los 16 años, del Colegio Claret, donde estudió primaria y bachillerato, decidió vivir junto a su papá, que, en ese entonces, separado ya de su mamá, Alexandra Mera,  vivía en el municipio de La Calera, y se labraba un camino en el medio artístico nacional. Las condiciones económicas para esa época no eran, pues,  las mejores. Así que en ese tiempo, Brian, con tal de ahorrar en  transporte, se paraba de la cama a las 3:00 de la mañana, se alistaba y  emprendía su viaje, a pie, desde  La Calera, distante a 16 kms de Bogotá, para llegar  temprano a sus clases,  en La Casa del Teatro Nacional. Luego de los ensayos teatrales también se regresaba caminando a su lugar de residencia. Eran 32 kilómetros diarios que el joven aprendiz de actor recorría caminando, actividad que no solo fortaleció su espigado cuerpo, sino su espíritu y sus pasos para llegar al sendero que quería transitar, el de la actuación. Debutó en 2006 en Tu Voz Estéreo. Luego llegarían, sobre todo, papeles dramáticos en producciones como  Regreso a La Guaca; El Capo; Escobar, el Patrón del Mal; Tres Caínes, La Promesa, El Estilista y Lady, la Vendedora de Rosas. En la actualidad, los televidentes del Canal RCN lo ven protagonizando la serie Todo es Prestao, sobre la vida del polifacético cantante Galy Galiano.  Aunque la producción no ha contado con la sintonía que se esperaba, Brian se siente contento con lo realizado, porque esta producción “era una apuesta por una historia contada de una manera distinta, folclórica y era un reto  para mí porque yo lo que más he hecho son personajes dramáticos y entrar a este mundo del costumbrismo,  de la comedia, fue una experiencia bonita, donde se hizo un trabajo honesto y eso es lo que a  mí más me interesa como actor. Ser honesto con mi actuación, sea buena, excelente, regular, mala, pésima, pues, todo es un proceso y en este camino voy”. ¿Cuál ha sido el personaje más difícil de lograr en su carrera? Todos, todos han sido muy difíciles, pero igual de gratificantes. Creo que cada personaje se vuelve como un hijo de uno durante un año o lo que dure la serie. Yo me he arriesgado en todos los personajes   que he hecho desde que empecé. Por ejemplo, recuerdo mi personaje de Yorlys, en La Promesa, sobre la trata de blancas,  fue muy bonito. Está Álex, en Lady, la Vendedora de Rosas, todos los que participábamos en esa serie teníamos hambre de hacer un personaje que la gente recordara y esos personajes le han dado la vuelta al mundo.  Hace poco la estrenaron con éxito en México. Y el de Galy es una experiencia muy bonita, novedosa: el hecho de estar en un escenario cantando, es como cumplir otro de mis sueños, porque la música siempre me ha gustado muchísimo. [[nid:588104;http://contenidos.elpais.com.co/elpais/sites/default/files/imagecache/563x/2016/10/vec4oct23n4-16photo01.jpg;full;{A Brian le encanta comprar ropa, revela su pareja, Adriana Betancur.Especial para El País}]]¿A usted que es roquero, sí le gustaba la música de Galy Galiano? Sí, sí, por lo menos la salsa de Galy, sí. Podré ser muy roquero, pero como buen caleño me gusta azotar baldosa. Entonces sí había escuchado canciones como Quién entiende ese Amor, La Cita. Y hay canciones que yo no sabía que las cantaba Galy. Pero entrar en el mundo de esta música mal llamada de cantina, porque todo el que escucha a Galy se quiere tomar un guaro,  todo eso, fue bastante emotivo. Para su personaje en Lady, la Vendedora de Rosas, debió vivir en un barrio de las comunas de Medellín. ¿Cómo fue esa experiencia?  Compartir con la gente del barrio Manrique fue una experiencia que me llena el alma porque a mí me gusta eso, la gente que es de verdad, que acepta que es del barrio, así como yo. Yo no fui criado en cuna de oro, soy del barrio Salomia, a mucho honor. Y era maravilloso ver a la gente de Manrique, cómo se desenvolvían en ese medio, un poco agreste. Fueron tres meses  conviviendo con  ellos. Se portaron maravillosamente. ¿En la primera ocasión que trabajó  al lado de su padre, ensayaban antes de  grabaciones? ¿Usted le pedía consejos? Nosotros hemos tenido dos encuentros profesionales. Uno fue haciendo El Capo, pero la elaboración del personaje ya estaba dada por mi papá, lo que yo mostré fue a ese personaje joven y todo lo que se pudo ver en ese momento.  Y años después hicimos la película Corazón de León. Como los dos tenemos el pensamiento de que cada quien hace su carrera y yo debo decirlo, para bien o para mal, yo nunca le he dicho a mi papá, oiga, ¿cómo hago esto? Ni él tampoco me lo ha dicho. Más que de papá e hijo, en esa película fue el encuentro de dos actores y fue muy bonito,  porque poder compartir el plató con el papá es una relación que va más allá de lo profesional,  entonces hay una complicidad, una relación muy fuerte que también se transmite al momento de salir al aire.  ¿Que los comparen física y actoralmente qué sensaciones le deja? Pues por un lado, chévere, mi papá es un actor muy, muy bueno, yo lo admiro muchísimo. Y las comparaciones siempre van a estar, no tengo problema con eso. Igual yo creo que cada uno tiene su manera de enfrentar sus personajes y todo, pero, no, yo no le presto mucha atención a eso, la verdad. Cuando estaba más joven decía que una de sus expectativas era estar a la altura de su papá. ¿Cree que ya  ha llegado ese momento o le falta mucho pelo pa’ moño? Creo que voy en un camino que para mí ha sido muy bonito. Ya yo no pienso en  llegar ‘a...’ o en compararme con nadie ni en sobrepasar a nadie. Creo en mi propio camino,  en la carrera que quiero hacer, pero llegar a un punto donde me comparen con alguien, ser mejor que alguien, sea mi papá o sea otro actor que admiro, no,  ya no pienso así  y eso lo dan los años. No es lo mismo lo que uno piensa en una entrevista que da a los 20 años que cuando va a cumplir  30. Uno a los 20 está recién salido del colegio,  tiene el hambre del éxito, del reconocimiento. Hoy  tengo el hambre que le da a todos, el del desayuno, el del almuerzo, el de la comida (risas). Quiero seguir  actuando,  que mi sustento principal sea mi profesión, poder  comprarme lo que me gusta; poder darles un futuro chévere a mis hijos cuando los tenga, con base en mi trabajo.  Ha dicho que no está a la sombra de su padre. Pero no puede negar que ser hijo de Marlon Moreno le pudo abrir puertas  en algunas ocasiones…No, sí, las abrió, por supuesto. Por lo menos hace que la gente lo mire a uno. Ya el resto le corresponde, en este caso a mí, mostrar lo que había para mostrar. No puedo negar que sí me abrió las puertas, que sí pusieron los ojos en mí. Igual los siguen poniendo. Hay mucha gente que espera la caída. Ha pasado en imperios del mundo donde no pueden con el rey, entonces mueven al príncipe. Entonces sí, me puso en este medio que  amo  y  el resto lo he hecho yo, siendo yo, dándome contra las paredes, cometiendo aciertos y errores. La muerte de su abuelito materno, víctima de un fleteo, ¿le provocó acabar su relación con su Cali natal? No, no. Quería era acabar al que le hizo eso a mi abuelo, la ciudad no tiene nada que ver, son los ciudadanos los que vuelven mierda la ciudad. Fue un momento muy difícil para todos en la familia, ya han pasado cuatro años y hace mucha falta, a mí en especial, porque fue mi figura paterna de alguna manera, fue la persona que me crió junto con mi abuela y él era todo para mí. ¿Es cierto que sufrió de una infección en sus orejas a raíz de una intervención quirúrgica? No, no hubo intervención quirúrgica. Sí hubo una fiebre que me hizo salir unas ampollas en las orejas, pero ya estoy bien. Eso fue a raíz de una muela que me sacaron, esa vaina se me complicó y como a la semana siguiente me vino la fiebre y me salieron las ampollitas en las orejas de tanta fiebre que me dio, pero no hubo intervención quirúrgica. Es devoto de Dios, de la Virgen. ¿Es de los que reza todos los días? Intento con  Adriana (Betancur, presentadora en el Canal RCN),  mi pareja, hacer el rosario todos los días, soy súper devoto de Dios y de la Virgen, soy de ir cada ocho días a misa.  Intentamos hacer el rosario todos los días, pero lo que pasa es que a veces a mí me gana el sueño, la verdad. Son poquitas las veces, pero normalmente lo rezamos en la mañana, cuando nos levantamos, antes de ir cada uno a trabajar.Camaleón artístico Brian Moreno Mera, hijo del actor Marlon Moreno y la administradora de empresas Alexandra Mera, (quien trabaja en Cali en una empresa de seguros) no era de los que formara parte del grupo de teatro  o de los  que aparecía en cuanto acto artístico y cultural del colegio, porque era “un chico tímido”. Aunque “algo recocherito en el salón” también, en lo que más participaba era en los Centros Literarios. No olvida, narra riendo, la vez que junto a su compañero Andrés Felipe Guzmán se cranearon ‘Notitroilo’, “un noticiero en el que se mostraban las noticias más estúpidas”. Sin embargo, su amigo, el periodista caleño Adolfo Ochoa, quien compartía con él en el conjunto residencial del barrio Manzanares donde el artista también vivió, resalta que era claro que Brian iba a terminar actuando. “Él era siempre muy histriónico, le gustaba mucho imitarme, impostando la voz, aún hoy, cuando nos encontramos en los pasillos de RCN todavía lo hace. Siempre le gustó eso. Cuando se fue de la Unidad era buscando seguir los pasos de su papá”.  El editor web de Noticias RCN.com también destaca que Brian sigue siendo igual que en sus años de adolescente en Cali: amiguero, sencillo, amable, estudioso, lector y muy parcero del papá, “se quieren mucho”. Y aunque a algunos críticos y televidentes no les parezca que su papel de Galy Galiano sea el mejor, otros coinciden en que por ello, no se puede negar que es un muy buen actor. Víctor Manuel García, director de la revista Paparazzi.tk, es de los que sostienen que Brian es un camaleón artístico, que no se repite en los personajes porque tiene las herramientas histriónicas para construirlos. “Siempre  lo vemos diferente. Si recordamos su papel de Álex (el novio de la protagonista) en Lady, La Vendedora de Rosas, es completamente diferente a lo que está haciendo hoy en ‘Todo es Prestao’, en su papel de Galy Galiano. Eso habla de que es verdaderamente un gran talento de esta nueva generación de actores que están en la punta, como Majida Issa y Yuri Vargas”, apunta el también crítico de televisión.  El caleño solo sabe que se mantiene vigente en el medio principalmente por la honestidad con que asume su trabajo, el profesionalismo, la disciplina, responsablidad “y la tenacidad que le meto a cada uno de mis proyectos”.Todo un caballeroSegún una nota del programa La Red  hace unos días, Brian Moreno dejó “botadas”, y “hambriadas” a su novia  Adriana Betancur y a la mamá de esta, después de una discusión que tuvo con su pareja, tras salir la antioqueña de un evento social. De acuerdo con la información divulgada, el caleño, quien pasó a recogerlas, llevando una caja de comida, se enojó, las dejó tiradas y se fue solo.  Por este tipo de notas “que están haciendo quedar mal a Brian, como si fuera un patán” hay gente que le ha escrito a Adriana en sus redes sociales  que hasta cuándo se va a dejar tratar así de ese hijuetantas. Y ella responde: “Ojalá me siga tratando así el resto de mi vida, porque me trata como a una princesa”. Y consultada por El País sobre ese episodio, aclara que no pasó como lo presentaron en La Red, valiéndose de un video “sin sonido original,  editado e incompleto, con el fin de obtener rating a punta de  maldad y mala intención”.  La presentadora explica que Brian pasó a recogerlas en un taxi, pero como ella no pudo salir “de una” del lugar en donde se encontraba, el taxista no pudo esperar y el actor se bajó del vehículo para pedir otro taxi por celular. Como este se tardaría en llegar unos once minutos, él le dijo a su pareja y a su suegra que mejor caminaría hasta la esquina, para poder abordar otro taxi y así  Adriana no caminara más con los tacones tan altos que llevaba puestos.  “¿Por qué no mostraron la parte del video donde él pasa y nos recoge? ¡Porque eso no da rating!”, exclama la modelo, quien es novia del actor desde hace “un año y cuatro  meses”. Ella resalta que Brian es todo un caballero, que la trata con delicadeza y respeto no solo a ella, sino a cualquier persona que   interactúe con él. Y amigos del actor y periodistas, corroboran esa actitud. Así que Adriana vive contenta con la relación que sostiene con este hincha del Deportivo Cali que se enamoró de ella no solo porque es “divina”, sino porque “es única,  auténtica, no tiene fachadas, máscaras, y eso a mí me gusta mucho”. Amante del jugo de lulo y del dulce, tanto que “parece una hormiga”, le encantan los filmes de acción, como los de Batman, personaje del que colecciona  las películas originales y todo tipo de objetos. Y lógico, dice su pareja, “también tiene una gran colección de las películas que se ha visto en la vida”.

 

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