El pais
SUSCRÍBETE

Así se vivió en Cali el inolvidable concierto de Raphael

Raphael Martos dejó todo en el escenario del Teatro Jorge Isaacs. La Orquesta Sinfónica Nacional de Colombia lo acompañó. Rapeó, bailó flamenco y hasta dirigió a los músicos. Recibió muchas flores. Crónica de un reencuentro feliz.

10 de mayo de 2016 Por: Isabel Peláez R. | Reportera de El País

Raphael Martos dejó todo en el escenario del Teatro Jorge Isaacs. La Orquesta Sinfónica Nacional de Colombia lo acompañó. Rapeó, bailó flamenco y hasta dirigió a los músicos. Recibió muchas flores. Crónica de un reencuentro feliz.

Al Teatro Jorge Isaacs no le cabía un alma más la noche del domingo, con 1136 almas el aforo estaba completo, a pesar de que fuera el Día de la Madre, o precisamente por ello. Para muchas de nosotras, mamás que crecimos cantando frente al espejo y con un cepillo por micrófono sus éxitos, ver a Raphael Martos, de España, más que un regalo, es una bendición. 

A las 8:00 p.m. los músicos de la Orquesta Sinfónica Nacional de Colombia interpretaron  ‘Yo soy aquel’, dando paso a la entrada, en medio de aplausos, de un Raphael vestido, como es usual, de pies a cabeza, de negro y el cabello castaño que las luces del escenario tiñeron de rojo. Y él, después de hacer venias y abriendo sus brazos recibió una bienvenida del público colmada de besos, palmas y euforia.

Hace cuatro años estuvo en Cali ofreciendo un concierto en el que lo acompañó un piano, esta vez junto a él se lucieron 65 músicos, en su gira por Colombia, ‘Raphael sinfónico’, que lo llevó antes a Manizales, Medellín y Bogotá, y que incluyó la celebración de su cumpleaños 73, el 5 de mayo, un día después de presentarse en La Ciudad de las Flores.

En Cali, rozagante, sonriente, lleno de vida, 13 años después de sobrevivir a un trasplante de hígado, cantó el tema que lo define, ‘Ahora’. “Ahora que han pasado los años, intensamente vividos, exprimidos, sigo en forma, no estoy cansado, y tengo decidido retrasar el final. Ahora puedo decirlo más alto, pero no puedo más claro, todo lo que en el mundo yo he amado, es una canción, un teatro y a ti”.

Y ‘Enamorado de la vida’ como está, elevó de nuevo su voz para interpretar: “Enamorado de la vida yo vivo (…) Enamorado de la gente que ríe, que no demuestra conocer su amargura, de los que solo por vivir son felices, felices como yo”.

Después llegaron otras apetecidas como ‘Provocación’ y ‘Mi gran noche’. ¡Y qué noche! Todos pudimos cantar “una dulce canción a la luz de la luna”. Aunque para él una de las canciones más hermosas sea ‘Se me va’, todos aplaudimos enardecidos ante ‘Despertar al amor’ y  ‘Digan lo que digan’. “Señoras y señores, aquí en este teatro en el que tantas veces he estado, que tantos recuerdos me trae, año tras año, y después de tantos y tantos años, cada vez que me presento, trato de hacer las cosas mejor, y lo mejor para mí este año es la gran Orquesta Sinfónica Nacional de Colombia”.  Acto seguido, se quitó el saco y se desabrochó la camisa. “Se nos desordenó”, se oyó decir entre los espectadores.

Después siguieron ‘Yo soy aquel’, ‘Te estoy queriendo tanto’, ‘Y fuimos dos’. Ya a ese punto, sus seguidores habíamos notado algo inusual en la garganta del ‘Monstruo’, producto del aire acondicionado que agravó su resfriado, algo que no le impidió dar todo de sí en ‘No puedo arrancarte de mí’, ‘Sí, pero no’ y ‘Volveré a nacer’, Raphael solo hizo breves pausas para recibir las ovaciones de pie del público.

El éxtasis llegó con su homenaje al folclor latinoamericano a través de ‘Gracias a la vida’ y ‘Sombras’ (Cuando tú te hayas ido). En estas lo acompañó  un guitarrista, que lo dejó moverse libre por sus aires flamencos. Sus manos danzaron, al igual que su voz en una interpretación bárbara, que premiaran sus fans con ramos de flores, a lo largo de su show.

Llegaron otras favoritas, como ‘Qué tal te va sin mí’, ‘Un día más’, ‘Estuve enamorado de ti’, ‘Sin Laura’, ‘Detenedla ya’, ‘Desde aquel día’, ‘Estar enamorado’. Se sentó por momentos, como lo hizo para cantar ‘Amor mío’ y a las voces de “¡Raphael, eres único’, danzó al compás de la Sinfónica con ‘Maravilloso corazón’ y hasta tomó la batuta mientras el público lo reemplazaba. 

Nos dejó a todos ‘En carne viva’, y después lo acompañamos coreando ‘Escándalo’, en el que rapeó: “Pienso diferente, no vivo con la gente y mi manera no la voy a cambiar”, luego estuvo dulce y sensual en ‘Ámame’. Y no pudo ser mejor su interpretación de ‘Qué sabe nadie’ a la cual agregó un estribillo: “Qué sabe nadie de mí, no inventen, qué sabe nadie, y nunca lo va a saber nadie”. 

Finalmente dedicó ‘Como yo te amo’ a los caleños: “¡Te amo tanto Cali, Colombia!” para finalizar a  las 10:30 p.m. y marcharse, después de habernos demostrado que ‘Sigue siendo aquel’, como su canción.

AHORA EN Entretenimiento