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Volvió la buena hora del café colombiano

La producción saltó a niveles récord en 2015 y el dólar alto ayudó a la recuperación. El Valle entre las regiones beneficiadas.

7 de febrero de 2016 Por: Redacción de El País

La producción saltó a niveles récord en 2015 y el dólar alto ayudó a la recuperación. El Valle entre las regiones beneficiadas.

Jorge Garcés, un veterano caficultor del municipio de Sevilla, Valle, está convencido que “el 2015 fue bueno” para su negocio. En menos de dos hectáreas de siembras  logró  303 arrobas. Lea también: Dulce, ácido, aromático: el café en Colombia ya no es uno solo

Se declara “conforme” porque no solo su producción creció, sino que por la vía de un dólar más alto, mejoraron sus  ingresos, ya que el valor de la carga (precio interno) saltó a $800.000, así las  cotizaciones internacionales no fueran “espectaculares”. 

Y pese a los resultados en su tierra nadie habla de bonanza, sino de una recuperación. Pero Jorge dice que abriga temores por la fuerte sequía que está afectando en especial los cafetales de las zonas montañosas de su municipio.

 En esos temores coincide  Jaime González, otro reconocido caficultor de Caicedonia, considerado uno de los municipios cuna del café vallecaucano.

Se refiere en especial a los cultivos  renovados (unas 630.000 hectáreas en todo el país) —un proceso que recuerda  fue “largo y complicado”— pero que al fin empezó a dar frutos.  

“La producción subió y el verano ayudó en principio, pero ahora el fenómeno de El Niño podría dañar la calidad del grano”, recalca  Jaime con preocupación. (Ver nota anexa).

En el 2015, la producción cafetera nacional superó los inconvenientes del pasado y llegó a un nivel récord de 14,2 millones de sacos, a la vez que se exportaron 12,7 millones de sacos, algo que no se lograba desde los años 90. 

A todo ello se sumó una  devaluación del 37 % en la tasa de cambio que ayudó a recuperar los bolsillos de los caficultores, gracias a un dólar que hoy supera los $3000.

Tanto que el valor de la cosecha del 2015 fue de $6,24 billones, $1,05 billones más que la del 2014, lo cual es un reflejo de esa mejor rentabilidad, tras años difíciles entre 2009 y 2012 que llevaron a centenares de cultivadores a cambiar de actividad.

 Y dentro del actual marco positivo, el Valle del Cauca  ha sido una de las regiones  beneficiadas ya que logró  una cosecha de 836.000 sacos y aportó 750.000 sacos a las exportaciones en 2015, para un incremento del 17 % frente al 2014.

 Según Héctor Fabio Cuéllar, director del Comité Departamental de Cafeteros, “esto nos llena de  satisfacción porque es el  resultado de un plan quinquenal y una  estrategia de renovación de cafetales y valor agregado, aplicadas en nuestro Departamento, que ha dado sus frutos, al aumentar la producción de 11,1 sacos por hectárea en  2012 a 17,7 sacos de café verde por hectárea al cierre del año 2015”.

   Ese éxito tiene una razón: los cafés especiales que el Valle está cosechando  y que hoy incluso se venden en China, además de que ya existen acercamientos de negocios con España, Emiratos Árabes Unidos, Suecia y Bélgica.

Lotes de granos cosechados en las localidades de El Águila, Restrepo, Tuluá y Restrepo, han logrado precios excepcionales entre US$3,90 y US$6,50 por libra, superando de lejos las cotizaciones de US$1,20 que rigen en Nueva York.

Con base en lo anterior, la idea es que el Valle pueda ofertar café diferenciado cultivado en 44.603 hectáreas y por supuesto, acceder a los sobreprecios que ofrece el mercado mundial.

Para junio de  este año, dice Cuéllar, se planea la versión 12 del concurso Valle Cafetero 2016, para traer  nuevos tostadores, importadores y exportadores, quienes a la vez son jueces y compradores provenientes de Estados Unidos, Europa, Asia y Australia, lo que “permitirá posicionar  al departamento en la categoría de ‘Nuevo Origen de Cafés Especiales Sostenibles y Especiales en Colombia”.

En convenio con multinacionales como Nestlé, y organismos como la ONU y los  gobiernos de Holanda y España y el Ministerio de Agricultura se están impulsando los cafés especiales y un programa para motivar a  Jóvenes Cafeteros, a conservar las buenas prácticas en los cultivos.    

 Y allí ha jugado también un papel clave la moderna trilladora de la empresa Cafexcoop S.A —inaugurada el año pasado— la cual permite procesar 450.000 sacos al año de grano para la exportación, aprovechando la ventaja  de un puerto como Buenaventura.

Todas esas ventajas han permitido que el café vallecaucano haya  enfrentado la crisis que caracterizó al sector cuando las siembras y las exportaciones bajaron dramáticamente. Por eso, hoy el café está en su mejor hora.

El Niño ahora es la amenaza  La buena coyuntura del sector cafetero colombiano, luego de atravesar varios años de dificultades podría verse amenazada este año por el fenómeno  de El Niño.  Todo porque las altas temperaturas están provocando un deterioro en la calidad del grano, y el aumento en los niveles de infestación por broca, dice Mario Gómez Estrada, veterano dirigente caficultor de Caldas.  Los cultivadores lo llaman café ‘averanado’ o ‘paloteado’, ya que el grano presenta una almendra más seca y pequeña debido a la falta de agua en  las matas. Ese tipo de café, de menor calidad se vende a precios inferiores, lo cual es motivo de preocupación.   El propio gerente de la Federación Nacional de Cafeteros, Roberto Vélez, admite que “pese al crecimiento en la producción, varias regiones se han visto seriamente afectadas por la sequía, cuyas cosechas presentan una mayor proporción de granos de menor densidad o averanados”. Y pone de presente que “El Niño se está presentando con mayor intensidad que la proyectada desde mediados de 2015, y hay preocupación en muchas zonas en caso de prolongarse la sequía, ya que sus cosechas podrían afectarse”.   Y para enfrentar lo que viene, el Valle del Cauca adelanta un programa intensivo de fertilizantes para apoyar la recuperación de los cafetales afectados a través de una buena nutrición cuando lleguen las lluvias en el mes de marzo. El director del comité regional, Héctor Fabio Cuéllar señala que este plan preventivo,  beneficia a 11.289 caficultores, quienes se vieron afectados por el fuerte verano registrado entre los meses de junio y septiembre del 2015. Por eso, decenas de cultivadores rezan a diario para que llueva y no se  eche a perder el buen  momento que vive el sector. 
Optimismo exportador Para el 2016,  el objetivo es que Colombia supere los 12,7 millones de sacos exportados de café. Y aprovechar así la actual tasa de cambio. Frente a ello,  Ignacio Rojas, presidente de la Asociación Nacional de Exportadores Privados de Café, Asoexport, dice que “es optimista”, pero la preocupa el impacto de El Niño. Señala que  se puede exportar pasilla, que es un grano de menor calidad, pero el castigo es un menor precio. Por cuenta  de las ventas externas de café, el país recibió US$3000 millones en 2015, una cifra nada despreciable.

 

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