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Tenemos 200.000 empleos en riesgo por la revaluación: presidente de Asocolflores

Augusto Solano Mejía afirma que el desplome del dólar tiene amenazado a ese sector. 18.000 empleos del sector se han perdido en los últimos años, y están en riesgo otros 200.000, en su mayoría mujeres cabeza de hogar. El Banco de la República debe actuar, dice.

22 de agosto de 2010 Por: Alfredo García Sierra

Augusto Solano Mejía afirma que el desplome del dólar tiene amenazado a ese sector. 18.000 empleos del sector se han perdido en los últimos años, y están en riesgo otros 200.000, en su mayoría mujeres cabeza de hogar. El Banco de la República debe actuar, dice.

Los floricultores colombianos han sido uno los sectores más golpeados por el desplome del dólar, tanto que 18.000 empleos del sector se han perdido en los últimos años, y están en riesgo otros 200.000, en su mayoría mujeres cabeza de hogar.Y lo peor, según el presidente de la Asociación Colombiana de Exportadores de Flores, Asocolflores, Augusto Solano Mejía, ni el Banco de la República ni el Gobierno han actuado para frenar la revaluación.¿Cuál ha sido el verdadero impacto de la caída del dólar entre los exportadores de flores en Colombia?El actual nivel de la tasa de cambio genera una situación grave y crítica, no sólo para los floricultores, sino en otros sectores que son intensivos en empleo y que producen bienes transables para exportar y para el consumo en la economía local. Pero los floricultores son los más afectados por cuanto destinan toda su producción para la exportación, y sobre todo porque el componente en mano de obra es muy alto, es decir, cerca del 55% ó 60%, y no importa casi ningún producto de otros mercados. Esto lo que pone en juego es un número importante de empleos formales en el campo. ¿De cuántos empleos estamos hablando?Creemos que en los últimos años se han perdido alrededor de 18.000 empleos por cuenta de la revaluación, y sólo en el 2010 podemos hablar de entre 4.000 y 5.000 puestos de trabajo que son difíciles de sustituir en el campo colombiano. El nuevo Gobierno trae unas magníficas intenciones de crear 2,5 millones de empleos y creemos que ese debe ser un objetivo que ojalá se cumpla. Pero también pensamos que ante todo se deben preservar los empleos existentes y en los cuales se invirtió mucho dinero para crearlos. Ha sido un esfuerzo muy grande de los empresarios. ¿Con una revaluación del 13% hasta dónde se puede preservar esa mano de obra?Es difícil. Si seguimos con esta tendencia revaluacionista un sector como el floricultor puede marchitarse y perder su viabilidad. Hemos hecho un esfuerzo gigantesco y lo seguiremos haciendo para elevar la competitividad a base de una mayor productividad, reducción de gastos y de búsqueda de nuevos mercados. Tanto que hoy estamos exportando a 89 países, especialmente bouquets, (ramos y arreglos florales) que son productos de mayor valor agregado. Sin embargo, ante una revaluación del peso tan profunda y tan larga resulta complicado compensar su efecto a base de únicamente esfuerzos al interior del sector. Tenemos en riesgo 200.000 empleos entre directos e indirectos por culpa de la revaluación. La floricultura además de generar ingresos para muchas personas, contribuye con seguridad en grandes centros urbanos como Medellín y Bogotá, especialmente. Y estamos hablando de otros 36 municipios donde hay pleno empleo gracias a esta actividad. No nos imaginamos cómo será el tema de la seguridad con estas personas sin trabajo, y sobre todo en actividades que exigen una preparación distinta. La floricultura es prácticamente una actividad femenina. ¿Cuántas cabezas de hogar o madres de familia, podrían estar al borde de perder su trabajo por la coyuntura cambiaria? Un 70% de los empleos que genera el sector corresponden a madres cabeza de familia que han logrado progresar. Muchas hoy tienen vivienda propia por cuenta de la floricultura, mientras sus hijos entre los 3 meses y los 5 años de edad tienen acceso a guarderías donde reciben cuidado y una adecuada nutrición. Es el bienestar social de una población la que está en juego, y que con la revaluación se puede borrar de un plumazo. ¿Cuántos ingresos han dejado de recibir los cultivadores de flores por el retroceso de la tasa de cambio?Si se calcula una tasa de cambio promedio de los seis primeros meses de este año y se compara con igual período del 2009, hay una diferencia de $375 por dólar. Y si eso se multiplica por las exportaciones que se hacen en este período estamos hablando de unos $200.000 millones en menores ingresos. Es una suma difícil de compensar.Cabe recordar, que esas exportaciones de flores están por encima de los US$2.100 millones, que es un volumen muy importante, y allí no está incluido el valor del transporte aéreo. El sector floricultor aporta US$350 millones en fletes aéreos por concepto de carga de exportación de unas 240.000 toneladas cada año. ¿Hay negligencia del Banco de la República y del Gobierno para controlar la avalancha de dólares?Esta situación es compleja y no tiene una solución única. Sin embargo, debe realizarse un esfuerzo tripartito. En primer lugar, los floricultores deben mejorar sus productividad y reducir gastos, mientras el Gobierno posee herramientas de control. Pero es fundamental que el Banco de la República participe en la búsqueda de soluciones. En otras palabras, el Emisor no ha tomado una posición activa y dinámica, ni ha mostrado su preocupación sobre este tema. El banco tiene elementos claves como autoridad cambiaria para actuar con autonomía y actuar más agresivamente en el mercado. Y puede modificar la tasa de interés, que mucho tiene que ver en esto, porque en la medida en que haya una diferencia muy grande de los intereses en Colombia respecto a los del exterior, los capitales foráneos vendrán a ganar réditos acá, pero sin generar empleo. Esto es distinto a la inversión extranjera directa.¿Eso significa que el Emisor ha hecho caso omiso al llamado de los exportadores, cuando otros países han actuado rápido para atacar la revaluación?Hay muchos otros países que para enfrentar la revaluación han tomado medidas. Es el caso de Brasil que puso controles a los ‘capitales golondrina’ y de portafolio, mientras China durante mucho tiempo mantuvo su moneda –el yuan— a través de intervenciones y compra de divisas. Y recientemente, el Banco Central Suizo salió a defender su moneda manteniendo una tasa de interés muy baja. Para no ir muy lejos, Perú está haciendo intervenciones monetarias. En Colombia, el Banco de la República ha hecho intervenciones de manera puntual, pero que no han funcionado, ya que el mercado le ha ganado el pulso. Hay muchos otros controles y fórmulas hay para controlar el ingreso de divisas, como la disminución de las monetizaciones, más una mayor acumulación de reservas internacionales. Lo que no entendemos es que se diga que no hay nada que hacer, y esperar a que el dólar siga en caída libre, y no saber si el piso es de $1.800, $1.700 ó $1.500. ¿No teme que la revaluación se agrave en detrimento de los exportadores con el ‘boom’ minero-petrolero que se avecina?Se necesitan medidas como la regla fiscal que van en la dirección correcta, aunque son medidas que tienen un efecto a mediano plazo, gradual o acumulativo. Un paquete de medidas cambiarias debe cubrir muchos aspectos y tener en cuenta los efectos de corto y largo plazo. Cabe aclarar, que la inversión extranjera es bienvenida, pero se debe actuar es contra los capitales ‘golondrina’ o de portafolio, y modificando la tasa de interés habría un efecto inmediato. El Gobierno podría dejar de monetizar y ojalá convertir alguna deuda de dólares a pesos, lo que también generaría un efecto inmediato. El control al lavado de activos es otra opción, como también la propuesta del ex ministro José Antonio Ocampo de colocar un impuesto a las exportaciones mineras y petroleras. Eso podría atenuar la oferta de dólares. Solo falta voluntad política. Durante la crisis del 2009 Colombia vivió una época de tasas de interés bajas. ¿Es factible mantener esos niveles por un tiempo más? Pensamos que todavía hay espacio para bajar las tasas de interés en Colombia, y si el Banco de la República las llegara a subir sería gravísimo, pues veríamos una mayor aceleración del fenómeno revaluacionista. El Emisor debería dejar las tasas como están, pero una acción para que tenga efecto y contrarrestar la revaluación, es bajarlas.Aquí cabe aclarar conceptos de que la revaluación es muy buena porque podemos comprar muchos carros y electrodomésticos importados. Pero al consumir productos extranjeros lo que estamos es consumiendo mano de obra importada. Además, qué sacamos con decir que por cuenta del dólar barato es más barato viajar de vacaciones a Miami que a Santa Marta o San Andrés. A los muchos colombianos que han perdido su empleo poco les va a importar eso, cuando ni siquiera tienen plata para ir a Melgar.

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