Reducir el uso de dinero efectivo conviene a todos: presidente Asobancaria
Santiago Castro, presidente de la Asobancaria, dice que no se ha avanzado en la meta de bajar el uso de efectivo. Reconoce que estos son tiempos de créditos más caros.
Santiago Castro, presidente de la Asobancaria, dice que no se ha avanzado en la meta de bajar el uso de efectivo. Reconoce que estos son tiempos de créditos más caros.
Colombia vive una época de créditos más costosos, reconoció Santiago Castro, quien hace quince meses asumió la presidencia de Asobancaria, gremio que reúne las principales entidades financieras del país.
El ejecutivo caleño aseguró que pese a eso, las alzas en las tasas de interés de los créditos de consumo y vivienda, han sido menores a las realizadas por el Banco de la República, esto gracias a la competencia que existe en el sector.
Castro habló con El País sobre las expectativas del sector y la necesidad de que se avance en la reducción en el uso de efectivo en Colombia.
¿Qué tanto se ha trasladado el alza de las tasas de interés del Banco de la República en los créditos que toman los colombianos?
Estamos viviendo una época de crédito más costosos que el que teníamos en los últimos años porque nuestra tasa de referencia se ha incrementado en 175 puntos básicos en 8 meses y eso se ha trasladado en los consumidores.
Sin embargo, vemos que en el crédito de consumo y de vivienda, este traslado no se ha dado en su totalidad y allí la banca ha actuado como un colchón frente a esa subida de tasas, pero es indudable que ahora el crédito es más caro que hace un año.
¿En qué créditos se ha visto reflejado de mayor forma el aumento de las tasas?
En el microcrédito y los créditos de bajo monto, allí uno ve un traslado del efecto muy rápido.
Parece un poco contradictorio que los que más se afecten sean los que requieren más apoyo como son las personas que demandan microcréditos...
Esto se genera porque son créditos de corto plazo y allí se refleja muy rápido el alza en las tasas, pero los de consumo y vivienda, que son de más largo plazo, no han subido tanto.
Por ejemplo, las tasas de créditos de consumo han aumentado 154 puntos básicos, frente a 175 puntos de incremento de las tasas de referencia del Banco de la República. Asimismo, las tasas de interés para compra de vivienda han aumentado 80 puntos básicos. Aquí vemos como el traslado no se ha dado en su totalidad.
Se espera que el Banco de la República continúe subiendo sus tasas, ¿cuál es la expectativa del sector?
Es difícil prever qué pasará, pero creemos que el Banco seguirá actuando de manera restrictiva mientras crea que las expectativas de inflación están desbordadas. Ya vimos que la inflación el año pasado estuvo por encima de lo previsto y lo que estamos viendo este año son niveles por encima de 7 % y creo que veremos a un Banco de la República muy activo. ¿Cuándo pararán las alzas?, no es fácil decir, depende de las circunstancias, él lo seguirá analizando.
¿Este incremento en el valor del crédito qué tanto afectará las proyecciones del sector para el 2016?
Nosotros esperamos un crecimiento del sector financiero por encima del PIB nacional que este año estaría entre 2,2 % y 2,7 %. El sector financiero doblaría ese crecimiento y en términos de cartera creemos que será del 6 %, que es una reducción frente al año pasado, pero es un crecimiento sano para las estancias que estamos viviendo.
Creemos que el sector contribuiría al crecimiento de la economía, además de apalancar los grandes proyectos nacionales como las vías de cuatro generación en las que buena parte de la banca ya está involucrada.
La economía nacional ha bajado su ritmo, ¿los colombianos han dejado de pagar sus deudas?
No, los niveles están muy bien, podemos decir en este momento que la calidad de cartera es buena. Por ejemplo, el indicador de cartera vencida de consumo es 4,4 %, la comercial 2,1 % y vivienda 2,0 %. Cualquier nivel por encima de 5 % es bajo y en este momento solo la cartera de microcrédito está por encima de ese porcentaje, lo que también está dentro de los estándares.
¿Este es momento para endeudarse?
Eso depende, porque si son créditos de largo plazo estos no se afectan tanto por factores de corto o mediano plazo y, además, siempre hay la posibilidad de refinanciar.
No creo que las tasas determinen un momento favorable o desfavorable para endeudarse, entre otras porque también depende del nivel de inflación del momento.
Lo que uno tiene que recomendar es que la gente no se endeude por encima de sus capacidades y mire bien su capacidad de pago, que tenga los recursos para atender sus gastos y los pagos de sus créditos.
Se acaba de lanzar el billete de $100.000 en Colombia ¿el país necesitaba esta alta denominación?
Nosotros no entramos a polemizar con la decisión del Banco Central, ellos responden a una necesidad de proveer el efectivo que el mercado necesita.
Nuestro interés se centra en reducir los niveles del efectivo en el país, no los niveles de un billete en especial. En eso estamos trabajando con diferentes actores del Gobierno, incluyendo al Banco de la República y es algo sobre lo cual buscaremos avanzar. Nosotros creemos que estamos en una etapa de la lucha contra el efectivo crucial, dado que los últimos meses no ha sido muy positivo y se ha crecido el uso de efectivo en el país.
Algunos analistas dicen que el billete de $100.000 podría generar más informalidad y fomenta la ilegalidad, ¿qué piensa?
El efectivo es el que genera informalidad y por eso repito que los bancos queremos centrarnos en esa lucha de reducir el uso a unos niveles que sean aceptables en una economía como la colombiana.
¿Por qué en lugar de avanzar se ha decaído en la lucha contra el uso de efectivo?
Cuando logramos incluir unas metas sobre reducción del efectivo en el Plan Nacional de Desarrollo la idea era llegar al 8,5 % para el 2018. En ese momento estábamos en 11,7 % y ahora estamos en 12,29 % en el uso de efectivo en el país.
¿Por qué los colombianos están usando más efectivo?
En unos 8 meses se ha producido esa alza, eso quiere decir que tenemos que redoblar esfuerzos, aunque también hay unas señales positivas, por ejemplo, el monto de compras con tarjetas de crédito y débito sobre el PIB ha venido aumentando con un incremento del 12 % y 8,7 %, respectivamente. O sea que sí se muestra un apetito del consumidor para utilizar medios de pagos electrónicos.
La creencia popular es que la reducción del efectivo le conviene a la banca...
Esto le conviene a todos, no voy a decir que la banca no tiene un interés en que se reduzca el uso de efectivo, pues porque es un canal transaccional sobre el cual hay control y vigilancia, pero esto mismo aplica para los consumidores en el sentido que tienen más seguridad, menor costo transaccional, más facilidad, creo que es un gana-gana para todos.
Con esto podemos lograr una economía más eficiente, tener menor evasión, mayor control sobre los gastos por parte de usuarios y entidades que pueden ver en un extracto cómo han sido sus hábitos de gastos.
Hay evidencia empírica que muestra que las sociedades más avanzadas y con mayores libertades económicas tienden a tener menor uso del efectivo y además todo esto nos lleva a dos temas fundamentales: la lucha contra la informalidad y la corrupción. Las grandes transacciones en el mundo del crimen no se hacen con cheque ni transferencia electrónica, se hacen con efectivo.
Fenalco dice que uno de los problemas que persisten en el país son, precisamente, los costos de las transacciones y que cuando estos se eliminen más personas usarán la tarjeta y los pagos electrónicos...
Eso ya no es una razón, los costos de las transacciones han tenido una baja significativa en los últimos años, el costo de los servicios financieros, medidos por el Dane, han tenido aumentos menores a la inflación y podemos decir que en los últimos años estos costos financieros han sido deflacionarios. Esa no es la razón y siempre será más costoso tomar un taxi, desplazarse a algún sitio para efectuar pagos en efectivo.
Hace poco Colpatria dejó de cobrar comisiones a algunos de sus productos, ¿ese debería ser el camino para invitar a más colombianos a la banca?
La competencia es un incentivo para reducir el efectivo y lo que tenemos que lograr es que haya mayor competencia y eso se está dando. Colombia es uno de los países en América Latina donde hay una competencia feroz entre diferentes jugadores, por el capital, por los clientes. Colpatria no fue el primero en eliminar comisiones en sus cuentas de ahorro y corriente y no será el último y no quiere decir que ese sea el modelo estándar que se debe imponer. Tenemos bancos para diferentes nichos de mercado y nosotros buscamos que esa competencia termine beneficiando al consumidor