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¿Por qué Colombia está importando café?, autoridades responden

Increíble, pero cierto. Colombia, el cuarto productor de café en el mundo, consume el grano que importa de Perú, Ecuador y Brasil.

24 de marzo de 2013 Por: Miguel André Garrido, Colprensa.

Increíble, pero cierto. Colombia, el cuarto productor de café en el mundo, consume el grano que importa de Perú, Ecuador y Brasil.

El debate acerca de las razones por las cuales Colombia está importando café de Ecuador, Perú y Brasil está sobre la mesa, servido y caliente, pues somos el cuarto productor del grano en el mundo después de Brasil, Vietnam e Indonesia, y el segundo de América, después de los brasileños. Para muchos, las cifras reportadas por el Dane en las que se señalan que durante 2012 se importó el 80 % del café que consumimos los colombianos, son un despropósito. Óscar Gutiérrez, caficultor del Huila y coordinador de la llamada Unidad Cafetera, con presencia en varios de los departamentos y quien hoy hace parte de la organización en Dignidad Cafetera dice: “Eso es cierto. Esa es la prueba del fracaso de la política cafetera implementada durante los gobiernos de Álvaro Uribe y Juan Manuel Santos”, dice. Pero para la Federación Nacional de Cafeteros (FNC) el tema central en discusión debe ser si hay algún tipo de desabastecimiento y si el mercado nacional se ha afectado, y como consecuencia al productor. Según las cifras de FNC, en 2012 Colombia produjo cerca de 7,8 millones de sacos, siendo el consumo interno total para ese mismo periodo de 1,46 millones. Así las cosas, las 938.000 hectáreas que a nivel nacional han sido sembradas con café, tienen la capacidad de producir más de cinco veces lo que se consume, desestimando algún tipo de desabastecimiento. A su vez, la Dirección de Impuestos y Aduanas Nacionales (Dian) reportó que en 2012 se importaron 1.050.000 sacos de café en total: 545.000 de Perú; 428.000 de Ecuador y 77.000 de Brasil.Las explicacionesLa Federación Nacional de Cafeteros considera que en la actualidad el café importado es de menor precio que el que se exporta, lo que implica que el productor colombiano vende su producto al mejor postor, y sus ingresos y calidad de vida se ven beneficiadas.“El crecimiento de las importaciones de café está asociado a la necesidad de atender el creciente mercado interno, en una coyuntura donde los cafés de origen Colombia están teniendo alta demanda en el mercado internacional”, dice Ana María Sierra, directora Ejecutiva de Toma Café, programa para promocionar el consumo de café. Entre tanto granos de inferior calidad (pacillas y otros) se dejan para atender la industria del soluble y el mercado interno.“Los gobiernos Uribe y Santos se dedicaron al tema de los cafés especiales y del impulso a las tiendas Juan Valdez”, dice Gutiérrez en clara crítica. “Eso se hizo sin comprender que el 85 % del mercado mundial del grano es de cafés comunes y corrientes”, agrega al desestimar las acciones que se han cumplido en este escenario. “Con esa política se perdió la posibilidad de sostener nuestros cafés tradicionales, lo mismo que de renovar las hectáreas dedicadas a ese tipo de grano”, dice. Ante ese argumento, desde la Federación se considera que cualquier persona que quiera sembrar cafés robustos están en la posibilidad de hacerlo, pero añade que frente a los ingresos por ese tipo de grano el reto es determinar cómo hacer para que estos y su producción sean más económicos que el que se produce en países como Vietnam, donde el salario mínimo legal es un quinto del de Colombia. En este sentido manifiestan que lo que debe observarse en cada caso es para dónde se quiere llevar la economía del país, y la de 560.000 familias viven del café.Luis Genaro Muñoz, gerente de la FNC, explicó que el de las importaciones “no es un fenómeno extraordinario” y ubica su origen en el descenso de la producción y su continuidad en la tecnificación y mejora del grano excelso, lo cual se ha disparado en los últimos años, gracias a los Tratados de Libre Comercio suscritos por Colombia. Según las cifras de la Federación, el precio pagado por el café en el extranjero está en promedio en 270 centavos de dólar por libra; mientras que el que se importa llega a 142 centavos de dólar. “La realidad es que no todos los consumidores nacionales están en la posibilidad, por sus ingresos, de comprar el producto a los precios tipo exportación”, señala la Federación y agrega que a la par de esta consideración debe tenerse presente que en el mercado nacional existe un diferencial de precios para que el comprador, libremente, adquiera el producto que desee incluidas, obviamente, las marcas tipo exportación. Otra de las consideraciones para desestimar las críticas por la importación de café por parte de países productores, es precisamente que este no es algo exclusivo de Colombia. “Si Colombia importó un millón de sacos el año pasado, países como Indonesia, Vietnam, Ecuador y México importaron 11,4 millones”, establecen las cifras de la FNC. Y en cada uno estos países, como en Colombia, no solo el grano llegó para atender el mercado interno, sino también la industria de solubles, donde se recibe el café extranjero lo procesa y lo reexporta. “Lo mismo pasa en nuestro país, por lo que no puede afirmarse que todo el café que llega es para consumo interno”. Este es el punto donde la cifra del 80 % podría perder la solidez con la que fue presentada.Calidad vs. precioEn Colombia hay 64 marcas que cumplen con la certificación para la ‘denominación de origen’ (Café de Colombia) y 18 usuarios trilladores y tostadores autorizados que están acreditados como ta, según la Federación Nacional de Cafeteros (FNC). Para confirmar esto, se ha desarrollado tecnología que permite establecer de manera técnica la vez la calidad del grano.Frente a los interrogantes relacionados con la calidad del café que ingresa al país, la Federación considera que esta la define cada consumidor, la cual va de la mano del precio. Datos de la FNC indican que que Colombia es un país en el que, por lo menos, el 70 % de consumidores está en los estratos 1, 2, 3 y 4, cuyos ingresos son limitados por lo que no pueden comprar cafés de alto costo como los de exportación.Cafés especialesAlgunos cafeteros dicen que el problema de Colombia fue la apuesta por los cafés especiales que aún no son tan demandados. “Se creía que estos cafés iban a tener un mejor precio en dólares y mejor en el mercado interno, y el café tradicional se abandonó”, dijo Oscar Gutiérrez, cafetero.Pero la Federación Nacional de Cafeteros rechaza este argumento.

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