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"Nuevo salario mínimo sí es una conquista": presidente de la CGT

Julio Roberto Gómez, presidente de la CGT dice que alza del 4,5 % fue mejor a lo esperado por los sindicatos.

28 de diciembre de 2013 Por: Sharon Hernández | Colprensa

Julio Roberto Gómez, presidente de la CGT dice que alza del 4,5 % fue mejor a lo esperado por los sindicatos.

El buen ambiente durante la negociación de la Comisión de Políticas Laborales y Salariales, por momentos, dejó entrever un acuerdo, pero al final, el decreto parecía más cerca. Sin embargo, la concertación llegó junto a la noche buena, aunque hasta el pasado jueves el ‘humo blanco’ fue dado a conocer por el propio presidente de la República, Juan Manuel Santos.Un incremento del 4,5 % tomó por sorpresa a distintos sectores, luego de que empresarios y trabajadores durante casi un mes de reuniones, mantuvieran distantes sus propuestas. El último acuerdo se había logrado en 2011.El presidente de la Confederación General de Trabajadores, CGT, Julio Roberto Gómez, fue uno de los protagonistas del acuerdo, y señala que haber logrado un salario de $616.027 fue una conquista, aunque reconoce que sigue siendo una suma muy baja.Después del tire y afloje que inició el pasado 2 de diciembre, ¿qué significa haber logrado un incremento de 4,5%?El salario mínimo legal en Colombia es un salario de sobrevivencia, nadie vive hoy con $589.500 ni nadie va a vivir con $616.500, eso es claro. Sin embargo, debemos tener en cuenta que la negociación colectiva en donde se ha tenido un mejor comportamiento ha sido máximo en dos puntos por encima de la inflación. En esta ocasión el acuerdo del 4,5 % significa prácticamente 2,7 % por encima de la inflación, lo que abre una perspectiva muy amplia en torno a lo que es la negociación. ¿Cómo se lograron acercar las posiciones para concretar el acuerdo? Mover una décima de punto al sector empresarial es un trabajo de padre y señor mío, por eso ellos arrancan con una propuesta del 3,3 % se suben al 3,5 %, luego al 3,8 % y finalmente terminan en el 4 %. Las centrales obras dijimos: esto hay que moverlo por encima del 4 %, no por lo que eso represente en pesos, sino por el hecho de superar sustancialmente la inflación causada que, según el Dane, va a llegar al 1,8 % en el acumulado de todo el año. En términos porcentuales es el 150 % por encima de la inflación, lo que uno debe tener en cuenta a la hora de hacer un análisis económico de la situación. Hay que ubicar las cosas en su momento, en su real dimensión, y yo sí creo que esta es una conquista muy importante para el movimiento sindical y los trabajadores. ¿Cuál es la importancia de haber logrado un acuerdo, el cuarto en más de una década? La plena vigencia de un artículo constitucional que determina que es la comisión permanente de conciliación laboral la encargada de fijar el salario mínimo. Si nosotros fracasamos reiterativamente puede venir una propuesta, que de hecho ya está sobre la mesa en el Congreso de la República, de que se le quite esa facultad a la comisión y que el salario mínimo sea el resultado de una fórmula simple con base en inflación causada, inflación esperada, productividad y pare de contar, con lo cual hoy tendríamos nosotros la perspectiva de un salario mínimo con un aumento del 2,6%. Es una forma de haber devuelto la vigencia a la concertación social como un instrumento de la democracia colombiana. En definitiva, el diálogo social y la concertación son instrumentos para favorecer a los sectores más empobrecidos.¿Quién los instó a conciliar y cómo fue ese camino para lograr el acuerdo? Fue el ministro del Trabajo, Rafael Pardo, quien estuvo en esa tarea más la persistencia de la CGT, que no se resignó a que esto (el alza) no fuera por decreto e insistimos reiterativamente frente al Gobierno Nacional que tenía que concertarse, que había que hacer esfuerzos, que presionara al sector empresarial para que se moviera de esa propuesta del 4 %. Nosotros estábamos dispuestos a reducir nuestra propuesta del 6%, cediendo de lado y lado. Yo no puedo pretender que el otro ceda mientras yo me mantengo en una posición inamovible. Como representante de los trabajadores colombianos, ¿lo deja satisfecho el acuerdo? A mí no me deja satisfecho del todo. Me hubiera dejado satisfecho un aumento superior al 4,5 %. Lo que pasa es que en materia de concertación social uno paga costos políticos. Lo más fácil para el movimiento sindical hubiera sido un retiro espectacular de la mesa y decir que no estamos de acuerdo y que este es un Gobierno neoliberal, la misma historia de siempre. A lo mejor si el nuevo salario mínimo se hubiera fijado por decreto el alza habría sido de 3,8 % y no de 4,5%.En materia de concertación, en la medida que uno se mantiene en la mesa logra algo más para la clase trabajadora, no lo que uno quisiera. Yo quisiera que todo el mundo tuviera salario de congresista y que a cada trabajador le hubieran aumentado los $8 millones que le subieron a los congresistas, pero como uno negocia es con los pies sobre la tierra no sobre ideales entonces ahí estamos cumpliendo con una responsabilidad de cara al país.¿Cómo reaccionaron los demás movimientos sindicales, pues a algunos no les gustó el alza? La Confederación de Trabajadores de Colombia y la Confederación Democrática de Pensionados hacen parte de este acuerdo. Los únicos que se marginaron fueron los compañeros de la Central Unitaria de Trabajadores (CUT). Sin embargo, ellos llegaron a la propuesta del 6%, y estoy seguro que estaban dispuestos a ceder más, pero tienen un problema interno en el cual yo no me meto, pero lo que sí puedo afirmar es que un sector prácticamente la mitad de la CUT apoya el acuerdo. Si no fuera por la presencia del movimiento sindical hoy en Colombia ni siquiera existiría el salario mínimo legal.

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