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Microempresarias del Valle que exportan talento

Cinco emprendedoras que asistieron a la cumbre de la mujer empresaria cuentan sus historias hechas a pulso.

26 de junio de 2010 Por: Redacción de El País

Cinco emprendedoras que asistieron a la cumbre de la mujer empresaria cuentan sus historias hechas a pulso.

Sólo se necesitaron cinco días para confirmar el empuje empresarial de las mujeres colombianas y latinoamericanas. El escenario, la Cumbre de la Mujer Empresaria, liderada por la Consejería Presidencial para la Equidad de la Mujer de Colombia, Confecámaras y la Cámara de Comercio de Cali, que se realizó en el Centro de Eventos Valle del Pacífico.Con más de 100 compradores en ruedas de negocios y más de 30 entidades en rueda crediticia y servicios sociales, unas 400 empresarias de diferentes partes del país pudieron acceder a nuevas oportunidades y a créditos inmediatos que constituyeron una opción a futuro. Sin embargo, lo que sorprendió en esta cumbre fueron las empresarias que han comenzado a exportar, teniendo menos de 15 años de presencia en el mercado. Con productos novedosos y una visión empresarial desbordante en diferentes sectores, estas mujeres mostraron su camino empresarial. El País escogió a seis mujeres emprendedoras que han comenzado a exportar con un sólo fin: ser determinante en el desarrollo económico y social de su empresa y su región. Sus historias.Maniquíes que recorren el planetaVitrimódulos, empresa caleña que fabrica maniquíes, se inició hace 15 años con un capital de $2 millones, dos maniquíes y cuatro empleos familiares. “Comenzamos reparando, pero luego compramos moldes para fabricarlos y no hemos parado de producir”, recuerda la contadora Gloria Patricia Arenas, su dueña.Actualmente, tiene varias decenas de moldes –dice ella que es el verdadero capital-, 20 referencias de figuras y una producción anual de 600 maniquíes que se pasean por las vitrinas de almacenes de Haití, Jamaica, Estados Unidos, Panamá, Perú y Ecuador, gracias a convenios con comercializadoras colombianas. “Con Ecuador y Venezuela tuvimos la oportunidad de exportar 50 piezas cada 20 días, pero tras los líos políticos decidimos retirarnos”, cuenta Gloria Patricia, quien viene imponiendo la cultura de la mujer trabajadora por ser más cuidadosa en el elaboración del producto que, hoy, viene maquillado y decorado. La microempresa genera diez empleos directos y los precios de sus productos oscilan entre $280.000 y $360.000. Con la meta de exportar a los grandes almacenes de cadena del mundo, la emprendedora Gloria Patricia piensa que la única manera de aumentar las utilidades empresariales es tener paciencia y mucho tacto en los negocios. Por ahora tiene su mente puesta en crecer como empresaria.Los bailarines de salsa¿Qué es un ‘souvenir’? Son aquellos objetos que recuerdan la visita a un lugar. María del Pilar Borrero Garcés se acordó de sus viajes e ideó que Cali, como capital de la salsa, podía tener un sello y se inventó unos bailarines que hoy parecen un icono fuera del país. “Todos se quieren llevar uno, así sea para pegarlo en la nevera de su casa”, dice. Tras ese éxito comenzó a fabricar a gran escala los ‘souvenirs’ con ese sello de Cali –Salsa: llaveros, pocillos, vasos, mezcladores, vajillas, entre otras cosas. Hoy, hace unos 1.500 bailarines al mes cuya mitad pueden terminar en Estados Unidos, su mercado más activo que hace a través de pequeños empresarios. Salsómana, heredera de apellidos raizales, María del Pilar, quien intentó con las confecciones, con venta de alimentos al vacío, tiene ahora una herramienta para trabajar. “Tengo diseñadores gráficos, dibujantes talleres satélites, contrato con empresas... género múltiple trabajo”, asegura esta ama de casa.Según dice, unas 40 personas pueden trabajar en sus ‘souvenirs’ que ya tiene un selló y es la cultura caleña: el baile de la salsa.Sacándole jugo a la vidaHace 10 años la ama de casa Fabiola Ocampo se inventó Los Parrales, un negocio cuyo propósito era producir zumo de uva, vino tinto artesanal y jalea de uva en Ginebra, Valle. Veía en el turismo su mayor fuente de inspiración, pero tenía un serio problema: no poseía tierras en uvas y poco sabía de frutales. Sin importar comenzó con la producción de bocadillo y zumo de uva. Luego el vino artesanal y culminó con la jalea de uva, la joya de su negocio. Y la razón es simple: el proceso de la jalea es de 8 horas y tras envasarlo puede durar un año sin alteraciones. Eso ha dado para que empresarios de Perú, Chile y Estados Unidos la tengan en cuenta.“El futuro está en la jalea”, dice esta mujer, cuya empresa produce al mes unos 250 frascos de jalea de 250 gramos, una minucia, pero por su calidad resulta abultada. “No tengo afán; no voy a sacrificar calidad por cantidad”, agrega. Toda su producción es a base de uva Isabela, la más común en el municipio vallecaucano.La artesana de los vinosLa administradora María Juliana Jaramillo tiene 22 años y dirige Santa Solera, una empresa familiar con 30 años de tradición que se ha dedicado a la producción de vino artesanal. Según ella, creció viendo los viñedos de su familia en el corregimiento de Santa Helena, en El Cerrito, Valle, hasta que soñó empresarialmente. “Una vez llegaron al corregimiento funcionarios del Sena que nos incentivaron a que la uva que producíamos no se quedará sólo en la comercialización. Tras unos cursos, decidimos que el vino que hacíamos para el consumo familiar llegara a otros paladares, pero en cantidad”, recuerda María Juliana, quien se graduó de la Universidad Nacional. Santa Solera genera 20 empleos directos, tiene tres proveedores de uva y una producción mensual de 600 litros que suben a 4.000 en época decembrina. El vino tiene propiedades medicinales.Endulzando al mundoBio Stevia S.A comenzó hace 9 años con un capital de $6 millones y hoy factura más de un millón de dólares al año. “Ha sido una lucha, sobre todo cuando sin dinero, sin mucho conocimiento del mercado, pudimos salir adelante”, dice Martha Lucía Restrepo, propietaria de la firma que ya salió del rótulo de microempresa a empresa internacional. ¿Qué es la stevia? Es un sustituto natural del azúcar que no tiene calorías y en su forma natural es 15 veces más dulce que el azúcar de mesa. Los productos de la empresa pertenecen a la categoría de los edulcorantes sin calorías, aptos para diabéticos y que por su composición pueden ser consumidos por personas de cualquier edad.Actualmente, Bio Stevia S.A tiene 20 empleados, genera unos 60 empleos indirectos, unas 5 empresas son sus proveedores, el 50% de toda su producción se exporta y Puerto rico, Estados Unidos, Canadá, Panamá, Perú, México, Chile y ahora Rusia, son sus mayores compradores. “Me mueve el mundo empresarial; eso es lo que me gusta”, dice.

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