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Más negocios nacen de ideas familiares en Cali

La Fundación WWB Colombia ha brindado apoyo y capacitación a 528 emprendedores en Cali. Conozca tres de esas destacadas realizaciones y apuestas de negocios.

17 de septiembre de 2015 Por: Redacción de El País

La Fundación WWB Colombia ha brindado apoyo y capacitación a 528 emprendedores en Cali. Conozca tres de esas destacadas realizaciones y apuestas de negocios.

Aunque el mundo de las multinacionales es el que domina los mercados, hoy miles de pequeños negocios, surgidos de ideas familiares, se han convertido en una poderosa fuerza callada que está moviendo la economía y el empleo de ciudades como Cali.

Son ante todo iniciativas que le están ganando la batalla  a la pobreza, y en las cuales la mujer está jugando un importante papel. Tal ha sido su éxito que  muchos de esas nacientes microempresas  ya cuentan con el compromiso y  apoyo de esposos, compañeros y hermanos de las emprendedoras.   

Según la presidenta de la Fundación WWB Colombia, Daniela Konietzko, “el tema del emprendimiento ha surgido en los últimos años de una manera exponencial. En Cali estamos adelantando este programa de emprendedoras desde el año 2013 con mucho éxito”.

Hasta el momento son 528 los testimonios sobre todo de mujeres que han logrado cristalizar el sueño de tener un negocio propio para impulsar la economía familiar.

“Son ejemplos de transformación productiva en mujeres y hogares de escasos recursos. Veo por eso, que las mujeres colombianas son líderes, pujantes y luchadoras que con esfuerzo personal han superado sus dificultades”, anotó.

El programa de la fundación  capacita a las mujeres en economía financiera, manejo exitoso del dinero, liderazgo y emprendimiento empresarial, entre otros aspectos.

Una vez finalizada su etapa de formación, la mujer y su familia pueden explorar una idea de negocios, y si es viable, podrán obtener microcréditos a través del banco WWB.

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Muchos de esos logros fueron conocidos en Cali durante las deliberaciones  del V evento regional para el “Empoderamiento Económico de la Mujer en Latinoamérica”, organizado por el programa Junior Achievement Colombia y Citi Foundation.

Durante el encuentro los mejores 25 emprendimientos que se han creado y fortalecido a lo largo de tres años  de operación del programa “Mujeres Emprendedoras”  en Cali, exhibieron sus productos ante expertos en  empoderamiento  de 11 países de Latinoamérica.

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Son muchas las apuestas, y grandes los sueños, la mayoría de ellos alcanzables. El País presenta tres de esas destacadas realizaciones y apuestas de negocios.

Mejor ambiente

Según el Banco Interamericano de Desarrollo, BID, Colombia se ubica en el  tercer lugar de la región con un ambiente favorable para que las mujeres sean emprendedoras. 

El BID destaca que un escenario  ventajoso como bajo riesgo operativo de las empresas y fácil acceso a herramientas financieras.

En el país hay 790  organizaciones de apoyo al emprendimiento.

La apuesta por el calzado artesanal

Desde que era estudiante Johanna Agredo Mosquera mostró espíritu de empresaria. En sus ratos libres fabricaba cerámicas y zumo de uva, que vendía a sus compañeros de colegio para ganar su propio dinero.

Tras casarse con Jefferson, ambos lideraron un programa de recuperación social llamado “Camino a la Felicidad” que recorrió muchas ciudades. Esa tarea daba satisfacciones personales, pero no dinero.

Tras analizar esa realidad, Johanna y su esposo regresaron a Cali, y por invitación de una de sus amigas, asistió a varios cursos para  producir calzado artesanal.  

No fue fácil, pero creó su  empresa: Calzado Life. La idea  se convirtió luego en un negocio familiar, tanto que Jefferson renunció a su empleo para dedicarse  a este proyecto junto a su hija María Camila. 

En su residencia del barrio la Nueva Floresta tienen su taller.  Fabrican sandalias y baletas y otros, bajo un concepto personalizado. Ellos van a la casa del cliente toman sus medidas y definen su gusto. Una idea con la que buscan conquistar el mercado.

De la carpintería a los pasteles 

Sandra Liseth Leal Ramírez  empezó en la carpintería como emprendedora. Vendía cuadros, pinturas, artículos en madera, fruteros, entre otras cosas. Con los productos y químicos que utilizaba, sus pulmones se vieron afectados. Todo terminó cuando los médicos le recomendaron abandonar esa actividad. 

Desanimada por lo sucedido, se refugió en su hogar, pero no dejó de luchar por su esposo y sus tres hijos.  Todo empezó tras apreciar la elaboración del ponqué de matrimonio de una prima. Adelantó un curso básico de pastelería y hace tres años  bajo la tutela de su maestra creó el negocio ‘Endúlzate con Amor’.  

Con el apoyo de su familia, Sandra Liseth  crea y hornea una variedad de tortas y pasteles, todo en su casa-taller del barrio El Limonar.

“Muchas veces desistí de otros emprendimientos, pero ésta, ha sido una meta propuesta y puedo decir que lograda”, dice.

El negocio va viento en popa, y su familia le ayuda a difundirlo entre amigos y conocidos. Un verdadero ejemplo de superación.

Arepas bajo un nuevo concepto 

“En mi época de colegio vendía dulces y hasta hacía postres. Tenía tan abarcado todo el colegio, que hasta me prohibieron vender”, recuerda Gerardo Antonio Serna, un joven emprendedor caleño de 24 años de edad.

Pensaba estudiar ingeniería farmacéutica, pero cuando su novia quedó en embarazo sus planes cambiaron.

Su iniciativa de negocios surgió tras proponerle a su madre combinar sus habilidades en la cocina con su capacidad como vendedor.

Creó su marca microempresarial   “Las Delicias de Niko” hace tres años en el barrio El Troncal, donde hoy fabrica y vende arepas fritas, diferentes a las asadas tradicionales.

Usa, dice, una técnica basada en combinaciones de harinas que permiten  un producto crocante no grasoso  para degustar con salsas y rellenos. 

La colombianita, La tumbarrancho,  Reina Pepiada, y La Porky, entre otras, son algunas de sus creaciones.

Aunque el programa de la  fundación WWB forma especialmente a mujeres, Gerardo le apostó porque dice que su orientación permite impulsar un negocio y unir más a las familias.

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