Manifestaciones de sindicatos paralizan a Grecia

Manifestantes se enfrentaron ayer con la policía antimotines frente al parlamento de Grecia durante una concentración convocada por los sindicatos.

Manifestantes se enfrentaron ayer con la policía antimotines frente al parlamento de Grecia durante una concentración convocada por los sindicatos.La primera huelga general del año que se registra en las principales ciudades paralizó el país, en una nueva muestra del pulso entre sindicatos y Gobierno por la dura política de ahorro para reducir la enorme deuda del país.Tras diez meses de aplicación de estrictos ajustes económicos, los sindicatos hicieron un llamado a los ciudadanos a protestar contra los recortes con los que el Ejecutivo quiere reducir el déficit en 30.000 millones de euros en los próximos tres años.Dichos ajustes que originaron las protestas son, entre otros, el recorte en los ingresos de los habitantes y en sus jubilaciones, así como en el incremento de impuestos. Los manifestantes gritaban “no obedezcan a los ricos. Resistan”, mientras marchaban hacia el parlamento. Más de 30.000 personas asistieron al acto huelguista, el cual paralizó el transporte público y provocó la cancelación de varios vuelos en el aeropuerto internacional de Atenas. Mientras el comercio del centro de la ciudad cerró sus puertas, así como las guarderías.A las protestas se unieron médicos de hospitales estatales, conductores de ambulancias, farmacéuticos, abogados, cobradores de impuestos, maestros de escuela, periodistas y pequeños empresarios. Vasikis Xenakis, de la Unión de Funcionarios Civiles, quien representa a unos 700.000 empleados, calificó de “satisfactoria” la respuesta de los trabajadores a la convocatoria de huelga. “Es claro el mensaje de la gente: basta ya de medidas de austeridad. La gente no soporta más pagar la crisis”, añadió el sindicalista.Asimismo, un colectivo de ciudadanos llamado ‘23 de febrero’ y formado a través de internet desplegó una pancarta negra ante el Parlamento con la leyenda “Nos estamos muriendo... de hambre, del paro, de los robos, de la corrupción, de la indiferencia”.Entre tanto, la policía antimotines se desplegó por puntos estratégicos de la ciudad antes del inicio de las manifestaciones programadas para el mediodía, en medio de temores de que las marchas podrían desembocar en violencia.Precisamente, la policía tuvo que lanzar gases lacrimógenos a decenas de jóvenes que arrojaban piedras y bombas incendiarias.Ante esto, el gobierno instó a los organizadores a impedir más participación de grupos violentos en las manifestaciones que se decía serían pacíficas.“Aquéllos que han convocado a las manifestaciones también deben vigilar a los participantes. Todos tenemos el derecho de expresar nuestras opiniones pero de forma pacífica”, dijo el ministro de Orden Público, Christos Papoutsis.