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La economía argentina está otra vez al borde del abismo a causa de la devaluación

La fuerte devaluación del peso sorprendió a las empresas y hogares y causó una súbita alza en los precios.

2 de febrero de 2014 Por: Patricia Lee | Corresponsal de El País

La fuerte devaluación del peso sorprendió a las empresas y hogares y causó una súbita alza en los precios.

Una vez más, como sucede cada diez o doce años, Argentina ha empezado a descender por el barranco de la crisis económica, con una devaluación del peso, que pasó de 6,93 pesos a 8 pesos por dólar en un día, y que ha sido de un 32 % desde diciembre. Todo se mezcla con un salto de la inflación, nuevos precios en el comercio, aumento de las tasas de interés que llegan en algunos bancos hasta el 80 % anual, parálisis en las ventas de muchos productos, exigencia de alzas salariales, caída de las reservas internacionales de más de US$2300 millones en enero, y un nuevo brinco hacia la incertidumbre.Según el economista Daniel Marx, “estamos frente a cambios de contexto internacional, en un ambiente de principios de superación de la crisis económica en países desarrollados y de una desaceleración en el crecimiento de China”, lo cual significa que bajan los precios de las materias primas y que, con la recuperación económica en los Estados Unidos, los dólares, que viajaron hacia los países emergentes en masa en los últimos años, ahora vuelven a casa, y las monedas, que antes se apreciaban, ahora se deprecian.Turquía y la India devaluaron 26 % y 17 % desde mayo de 2013 y subieron las tasas de interés; en Sudáfrica, el rand cayó a su mínimo en cinco años. En América Latina, en el último año, el real brasileño se devaluó 15,5 %, mientras el sol peruano lo hizo en 10 %, y el peso colombiano 12 %, por lo que el propio FMI advirtió que a América Latina “le esperan turbulencias”. “Después de años de que un estímulo monetario sin precedentes apuntalara los mercados financieros del mundo, los inversionistas están obligados a afrontar la realidad del fin del programa de compra de bonos de la Reserva Federal de Estados Unidos, un panorama económico incierto y turbulencias en los mercados emergentes”, pronosticó el periódico financiero The Wall Street Journal.Devaluación y caída de reservasEn Argentina, la devaluación del 24 de enero, que llevó el dólar oficial de $6,93 a $8 en un día, no logró contener la demanda de divisas. En solo un mes, el Banco Central perdió US$2300 millones de reservas, llevando estas a su nivel más bajo desde 2011: US$28.500 millones, casi la mitad que hace solo dos años.A partir del lunes 27 de enero, se levantó parcialmente el cepo que impedía comprar dólares para atesoramiento, previa aprobación de la administración de impuestos, con un recargo del 20 % sobre el precio oficial, permitiendo a las personas que ganen más de 7200 pesos por mes, comprar hasta un 20% de sus ingresos. De esa manera, hay un sinfín de tipos de cambio: el oficial, a 8 pesos, el oficial para atesoramiento, de 9,60, el “blue” o negro, que oscilaba entre 12,50 y 13 pesos, más el dólar turista, que tiene un recargo del 35% para quienes viajen al exterior. La devaluación estuvo acompañada por un aumento de las tasas de interés, que subió seis puntos y llegó al 25 % anual. Pero esto en teoría, porque en los bancos, conseguir un préstamo es cada vez más difícil y en muchos casos la tasa de interés anunciada es de casi el 80% anual para préstamos personales.Para las empresas argentinas, la devaluación implicó una caída de su valor en bolsa. Por ello, la petrolera YPF perdió un 30 %. Así las cosas, los argentinos están hoy cada vez más descontentos, ya que vienen tiempos más difíciles.La inflación asusta La devaluación se trasladó de inmediato a los precios y no solo a los importados. Las estadísticas del ama de casa no mienten: la carne subió 20 % en una semana, mientras un queso esparcible, que costaba 22 pesos a mediados de 2013, hoy está en 29 pesos, más de un 30 %; la Coca Cola light de 1,5 litros, que costaba diez pesos, hoy se paga a 15, un 50% más. El gobierno anunció un acuerdo con las cadenas de supermercados para congelar el precio de cerca de 200 productos, pero en las góndolas brillan por su ausencia: una libra de carne molida, que en el plan del gobierno vale 13 pesos, y que en una carnicería vale hasta el doble, es casi imposible de conseguir.A su turno, las empresas de electrodomésticos le quitaron los precios a los productos y los subieron por encima de la devaluación. En menos de tres días, una lavadora de ropa, que costaba 5500 pesos en diciembre, quedó en 7000 y una notebook pasó de 4100 a 4800 pesos argentinos.

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