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Imbanaco se multiplica en servicios

A finales de marzo el Centro Médico inaugurará oficialmente la moderna clínica de 82.000 metros cuadrados de servicios. Habla el gerente, Armando González Materón

3 de marzo de 2016 Por: Henry Delgado, editor de Economía El País

A finales de marzo el Centro Médico inaugurará oficialmente la moderna clínica de 82.000 metros cuadrados de servicios. Habla el gerente, Armando González Materón

El salto que acaba de dar el Centro Médico Imbanaco demuestra el amor y el fervor que siente por Cali y por sus pacientes. Ahora es cuatro veces más grande que hace cinco años. Multiplicó la atención a los usuarios, creció la infraestructura física y creció en tecnología, pero el salto más grande está en su vocación de  servicio.

Todo ese servicio se nota en los 82.000 metros cuadrados que  ya les brinda a sus pacientes en la nueva sede que está sobre la Calle Quinta. Esa moderna infraestructura es cuatro veces más grande que las reconocidas  torres  A y B.

 Acompañando ese gran salto está todo un equipo de profesionales que desde hace 40 años le ha ‘metido el hombro’ a una institución que no solo se convirtió en una marca para Cali y el país, sino que está en el corazón de los caleños. Dicho equipo ha sido liderado por Armando González Materón, uno de los fundadores del Centro Médico Imbanaco y  gerente general en los últimos 30 años.

En diálogo con Líderes y Negocios (LyN) de El País, el médico González Materón contó que se siente un hombre realizado.

Usted hace parte del grupo de profesores de la Universidad del Valle que le dio vida al Centro Médico Imbanaco. ¿Qué  le pasa por su cabeza al observar el crecimiento vertiginoso de esta institución?

Me siento muy asustado... (risas). 

Mover una estructura que aumenta  cuatro veces en tamaño es muy complicado... La verdad es que  la parte más  importante es que esto es  una realización muy grande de todo un equipo de trabajo. Y quiero decirle que esto no se hubiera podido hacer sin el gran apoyo  que nos brindó el sistema financiero. 

Toda la plata que se ha invertido es deuda y para un sistema de salud tan caótico no es algo sencillo porque  es una obligación muy grande. Sin embargo, el apoyo de la banca es un voto de confianza enorme.

¿De cuánto fue la inversión en la  nueva sede? 

De alrededor de $350.000 millones. La construcción tuvo un costo de $250.000 millones y lo que se necesita en dotación de equipos es de $100.000 millones. 

Nosotros compramos el lote en el 2005 e iniciamos la construcción en el 2011,  ya estamos completando cinco años. La inauguración oficial de la nueva sede se hará el 31  de marzo, pero se abrió el pasado  5 de diciembre del 2015.

¿Qué va a funcionar en  la nueva sede y qué servicios quedan en las  torres A y B?

En las actuales torres quedarán consultorios y medicina ambulatoria y en la nueva sede funcionará la clínica.

  Actualmente, en las dos torres operan 20.000 metros cuadrados de clínica. En la nueva infraestructura saltaremos a 82.000 metros cuadrados,  crecimos cuatro veces la clínica. 

¿Ese salto ubicará a  Imbanaco en qué posición en Latinoamérica?

La revista América Economía hace el ránquin de hospitales de Latinoamérica cada año y nosotros hemos venido mejorando. Hoy,  estamos en el puesto 12, pero consideramos que  pasaremos a los primeros lugares.

Dicen que las comparaciones son odiosas, pero déjeme preguntarle si en materia de servicio el Centro Médico Imbanaco queda a la misma altura que la Clínica Fundación Valle del Lili?

Mire, yo  tengo una gran admiración por la Fundación Valle del Lili. Es la primera clínica en Colombia y la cuarta, si mal no estoy, en América Latina. 

Nosotros estamos en el puesto 12 con 120 camas, pero con la nueva infraestructura pasaremos a 360 camas. La Valle del Lili tiene 512 camas.

En prestaciones  tienen algunos servicios que nosotros aún no tenemos, pero este año vamos a implementarlos porque nos venimos preparando para ello. Una vez estemos listos  quedaremos muy similares a la Valle del Lili.

¿Cuál es el valor diferencial de Imbanaco?

Desde hace muchos años empezamos a trabajar en la vocación de servicio y nos hemos logrado diferenciar en todo el país por ser una clínica con un gran sentido en ello.  Atendemos los pacientes con amor y con calidez y eso nos ha diferenciado del resto de las clínicas del país. La verdad es que nos debemos a nuestros pacientes y por ellos seguimos creciendo.

¿Cuántos empleos genera en forma directa?

Antes de pasarnos a la nueva sede estábamos en alrededor de 2500 personas, de las cuales 1500 con contrato a término indefinido y las otras mil personas con contrataciones.

Hoy podemos llegar a las 2700 personas y de ellas  1700 directas. Es una generación de empleo importante.

¿Cuál es su gran apuesta ahora? 

El gran desafío es vender lo suficiente  para atender todos los compromisos que tenemos con la banca.

Cuando analizamos dicho desafío observamos que no es tan difícil superarlo. Lo digo porque el Centro Médico facturaba $22.500 millones,  en promedio al mes, y ahora vamos a necesitar  una cifra del orden de los $29.000 millones mensuales. Pero como crecimos notoriamente creemos que es viable alcanzar esa meta.   

¿Usted ha entregado  toda su vida a esta institución, qué cree que le hace falta por hacer?

Mire, me siento plenamente realizado. Este año cumpliré 75 años y considero que a lo largo de mi vida he visto crecer a mi familia y a Imbanaco, así que creo que no me falta nada. 

 ¿Cómo nació el centro médico?

Nació en los años 70 a través de un grupo de profesores de la Universidad  del Valle que  tuvo  la iniciativa.

Éramos 28 profesores. La idea se gestó en los 70 y el centro médico se puso al servicio de la comunidad en el año 1976. Hoy, el número de socios llega a los 350, pero el cuerpo de profesionales puede ser de unos 400 médicos.

¿Cree que el sistema de salud tiene una salida rápida?

La situación no es clara por la falta de recursos económicos. Alrededor  de 19 millones de personas están en el sistema  contributivo y unas 25 millones en el subsidiado. Tenga en cuenta que un fallo de la Corte ordenó aumentar prestaciones en aspectos que son  muy costosos y  que es lo que se llama No POS, que entre otras cosas, es un término horroroso.

Creo que todo debe estar en el Plan Obligatorio de Salud.

Considero que se  tendrían que hacer los cálculos actuariales para que el valor de la UPC sea  apropiado para cubrir todas esas prestaciones, pero como eso no se ha dado existe un  desequilibrio desde el punto de vista de recursos financieros. 

 En consecuencia, la situación económica de todo el sector hospitalario es bastante delicada.

¿Pero ve que el Gobierno está bien encaminado para lograr una solución? 

El Gobierno puede estar encamido, pero lo que no hay son los recursos económicos suficientes y ese es el problema. Ahora, como  los aportes para atender a las 25 millones de personas que están en el régimen subsidiado vienen del Estado,   no cuenta con los recursos suficientes. 

¿No le parece que la  medicina prepagada es costosa?

Los usuarios de  medicina particular representan alrededor de 1,5 millones de un total de 48 millones que tiene el país. Ellas pueden pagar el servicio, pero realmente los servicios son extraordinarios  y se  complementa muy bien con lo de las  EPS.

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