El pais
SUSCRÍBETE

Hemos puesto al agro al frente de la agenda pública: Minagricultura

El ministro de Agricultura, Juan Camilo Restrepo, sostiene que los conflictos con los arroceros, cafeteros y ganaderos son una herencia de la administración Uribe. Modernización de la Federación de Cafeteros es una necesidad, dice.

17 de marzo de 2013 Por: Alfredo García Sierra | Reportero de El País

El ministro de Agricultura, Juan Camilo Restrepo, sostiene que los conflictos con los arroceros, cafeteros y ganaderos son una herencia de la administración Uribe. Modernización de la Federación de Cafeteros es una necesidad, dice.

Paros como los del sector cafetero, que causaron una emergencia humanitaria en varios departamentos y adicionalmente conflictos con los arroceros, cacaoteros y ganaderos se han vuelto habituales en ColombiaSegún el ministro de Agricultura, Juan Camilo Restrepo, esas crisis no surgieron ahora, sino que corresponden a políticas aplicadas por el anterior Gobierno (el de Álvaro Uribe).Sostiene que la restitución de tierras es clave para la paz, a tiempo que considera que modernizar la Federación Nacional de Cafeteros, es algo urgente.¿Qué explica el descontento de arroceros, cafeteros, cacaoteros y otros sectores al protestarle al Gobierno con paros y hasta bloqueo de carreteras?En el agro se vienen agudizando algunos problemas y sus principales causas son, por ejemplo, la revaluación del peso que ha generado falta de competitividad y de ingresos en muchos sectores exportadores de Colombia, que ven mermadas sus posibilidades de acceso a los mercados externos. Esta es una de las principales causas. La segunda es que han caído los precios internacionales de materias primas como el café, el maíz y del cacao lo que ha afectado la estructura de precios internos. La tercera razón es el contrabando, el cual se ha venido exacerbando, ya que la reciente devaluación de la moneda venezolana ha atizado este problema. Eso se ha vuelto un gran negocio para los contrabandistas, detrás de los cuales hay verdaderas mafias. Pero se dice que la administración Santos se ha demorado en actuar...En ese orden de ideas hemos venido adelantando reuniones con varios sectores que han concluido exitosamente en la última semana. Infortunadamente, en el sector cafetero se acudió al bloqueo de vías, y por eso regiones enteras quedaron aisladas. Allí hubo intereses políticos, es decir, personas que quisieron pescar en río revuelto. Con los cacaoteros y los arroceros llegamos a fórmulas y acuerdo y desactivamos así paros que estaban anunciados, pero sin recurrir a las vías de hecho como taponar las carreteras.Algunos gremios señalan que la crisis obedece a que los TLC tomaron al agro sin preparación, y de allí se deriva gran parte del actual descontento...Es bueno poner las cosas en su justa perspectiva cronológica. Los tratados de libre comercio, TLC, no los negoció este gobierno. Los hizo el anterior. Algunos dirigentes gremiales que ahora están saliendo a rasgarse las vestiduras, frente a los TLC, estuvieron sentados en lo que se llamó la mesa de al lado durante las negociaciones. No dijeron en ese entonces lo que ahora están señalando.¿Por qué se afirma que usted le dedica más tiempo a la restitución de tierras y no a las políticas agropecuarias, y por eso se acumularon los líos del sector...El tiempo y las energías no las estamos dedicando solo a la restitución de tierras. Más del 80 % de mi tiempo se lo dedico a la agricultura, y a esos que tiran pedruscos, a menudo con intencionalidades políticas, quiero recordarles, que según el Dane, durante 2008, 2009 y 2010, últimos años de la administración anterior, el crecimiento de la agricultura fue negativo. En 2011 el sector creció 2,2 % y para el 2012 estamos esperando datos positivos, a pesar de las inmensas dificultades que ha tenido que enfrentar la administración Santos en lo agrícola con una temporada invernal y una fuerte revaluación del peso. Por eso las cifras son la mejor de las defensas. Ahí están los resultados: positivos durante Santos y negativos en los últimos años de la administración Uribe. ¿Quiénes le lanzan esos pedruscos? Cuando se trata de tomar políticas públicas equilibradas, uno no es monedita de oro para gustarle a todo el mundo. Lo importante es trabajar con toda intensidad. Hay algunos que no quieren que se haga restitución de tierras como tampoco políticas de desarrollo rural, y que sigamos en un régimen donde todas las necesidades del pequeño campesino no se tuvieran en cuenta. Esa óptica no la comparte el Gobierno, y por eso estamos trabajando en una política histórica de restitución de tierras que le está mortificando a unos voceros tanto de la extrema izquierda como de la extrema derecha. Los de izquierda porque creen que las banderas agrarias son un privilegio y exclusividad de ellos. Y en segundo lugar, existen unos 'gropúsculos' de derecha que abogan para que no se haga nada y que Colombia siga con una estructura agraria cuasifeudal. Y desde allá naturalmente lanzan pedruscos a quien está orientando estas políticas.En otras palabras, usted heredó una crisis que ahora explotó...Todos conocen las cifras, pero algunos las olvidan.Fedegan sostiene que su cartera no le brinda atención a lecheros ni ganaderos, y que las actuales políticas se manejan con espejo retrovisor, es decir, mirando las fallas del pasado...Lo que pasa es que se le están endilgando al actual Gobierno negociaciones laxas que cometió la anterior administración con los TLC. Por ejemplo, en los tratados con el Mercosur y Estados Unidos se desgravaron totalmente, y sin contigentes (cupos), las importaciones de lactosueros. Esto no lo hizo la administración Santos. Igualmente, se acordaron contingentes muy grandes para que llegara leche en polvo desde el Mercosur. Es este gobierno el que le está poniendo la cara a esa situación al establecer unas importaciones moderadas para que no confundan al consumidor final.Por eso llama la atención de algunos gremialistas que estuvieron callados como unas ostras cuando los tratados comerciales se negociaron, y ahora salen a criticar al actual Gobierno, cuando lo que debieron fue advertir a tiempo de esos riesgos y dificultades. ¿Qué tan maltrecha quedó la Federación de Cafeteros, ya que el Gobierno debió acudir al vicepresidente Angelino Garzón para negociar la solución de un paro que llevaba doce días?El Gobierno intentó en un primer momento que la negociación fuera institucionalmente con las autoridades de la Federación. Pero infortunadamente el paro se le salió de las manos a esa institución porque muchas de sus bases terminaron incluso en las barricadas y en el cierre de carreteras. Hubiéramos querido, que las soluciones hubieran sido del nivel institucional. Nosotros lamentamos eso y por ello se percibe que el liderazgo de esas instituciones se ha debilitado y no ha mostrado la capacidad de conducción de la base cafetera como sería de esperar.¿Eso significa que los cultivadores ya no le creen a la Federación como su institución representativa?En ese fenómeno del paro participaron gentes que no siguieron las orientaciones ni las consignas de la Federación. Ese movimiento no pudo ser orientado ni controlado por las instituciones cafeteras. Creo que el paro dejó unas reflexiones y unas lecciones. Toda la institucionalidad cafetera debe ser objeto de una autocrítica profunda y no de autocomplacencias, mirando más allá de este episodio del paro, para dónde debe ir la caficultura colombiana del siglo XXI y cuáles deben ser los mecanismos nuevos en materia de comercialización y de mercadeo interno, y por qué el consumo interno está pasmado. Los mismos estatutos de la Federación hay que pensarlos para ver si están adecuados a los tiempos de hoy. Eso no obsta para que no haya que hacer un esfuerzo en la Constituyente Cafetera que creó el Gobierno, para hacer una modernización y adoptar una mirada fresca sobre cuáles son los retoques que se requieren. ¿Esa mirada fresca significa un revolcón de toda la cúpula del sector, incluyendo la salida del propio gerente de la Federación, Luis Genaro Muñoz, la cual han pedido algunos comités?Creo que esto más allá de personas es de instituciones. Y una de las maneras de respetar la institucionalidad es precisamente que ella tome las decisiones sin interferencias gubernamentales. Existe un gremio cafetero y 350.000 cultivadores cedulados que eligen comités departamentales y nacionales. Ellos son los que deben tomar las decisiones sobre el presente y el futuro de su gremio.Con todo y sus conflictos, ¿cuál es su apuesta de crecimiento agrícola para lo que resta de este gobierno?No me gusta apostar a cifras, porque esa es una función del Dane. Yo aspiro a que el crecimiento del 2012, pese a los problemas, y de la caída de la producción cafetera, que dicho sea de paso viene desde el 2009, sea positivo. Eso contrasta con crecimientos que no los hubo durante la segunda mitad de la administración anterior.¿Cree que ya cumplió su papel como Ministro de Agricultura? La labor ha sido dura. Algo que me enorgullece es haber puesto el desarrollo rural al frente de la agenda pública. Trabajaremos hasta cuando lo disponga el Presidente de la República.

AHORA EN Economía