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“Es probable que el PIB crezca más del 5% este año”

Alejandro Gaviria, decano de economía de la Universidad de Los Andes, dice que todo apunta a lograr esa meta, a pesar de los estragos de la ola invernal.

2 de mayo de 2011 Por: Francy Elena Chagüendo A.

Alejandro Gaviria, decano de economía de la Universidad de Los Andes, dice que todo apunta a lograr esa meta, a pesar de los estragos de la ola invernal.

Las apuestas a que la economía colombiana crecerá más del 5% durante este año están diez a uno, como se diría en el ‘argot’ de los juegos de azar. Se le apunta al auge de la minería, la construcción y el comercio. Y hasta de la agricultura, sector cuyo desempeño no ha sido el mejor en los últimos años.Alejandro Gaviria, decano de la Facultad de Economía de la Universidad de los Andes, y quien fue subdirector de Planeación Nacional, es uno de estos creyentes. Su fe se fundamenta en el mejoramiento del consumo, el aumento de la inversión y la confianza en el país.Pero esto no significa, aclara, que todo sea color de rosa. El desempleo es una preocupación y considera que tener una tasa todavía de 12% no es bueno, por lo que propuso retomar fórmulas pasadas con programas de generación de empleo de emergencia. ¿Es posible que la economía crezca a más del 5% este año?Es posible. Yo diría más: es probable. El consumo de los hogares viene creciendo por encima de 5%. En marzo se vendieron más de 30.000 vehículos. La cartera de consumo y la cartera comercial están aumentando a una tasa cercana al 20%. Todo lo anterior presagia un crecimiento económico superior al 5%. ¿Pero cuáles son los mayores riesgos que tendría este desempeño?Hay riesgos asociados a la ejecución de las obras públicas. La inflación también es un temor: si se acelera, puede llevar al Banco de la República a aumentar la tasa de intervención a un ritmo mayor al esperado con consecuencias previsibles sobre el consumo y la inversión. El invierno también es un riesgo pero, paradójicamente, las tareas de reconstrucción pueden tener efectos positivos. Finalmente, la revaluación (que vuelve a ser una preocupación) afectaría también la dinámica de algunos sectores, la agricultura y la industria, entre ellos.¿Qué sectores están llamados a liderar ese crecimiento?Hay dinamismo en muchos campos de la economía nacional. La agricultura, la minería, la construcción y el comercio son los sectores más activos, están creciendo por encima del promedio general de la economía.Pero la agricultura no creció en el 2010, ¿ahora ese panorama puede cambiar, pese a la ola invernal?Las proyecciones de este sector indican que crecerá 5%, el Banco de la República cree que lo hará 5,7%. El último trimestre de 2010 estuvo por encima de 4% y hay condiciones favorables. La paradoja es que en el pasado no haya crecido más, cuando se han tenido buenos precios de los productos. Es un tema complejo porque el invierno afecta a los cultivadores y genera incertidumbre. La apuesta es a un año no espectacular, pero no tan malo. Entre los sectores líderes no se menciona a la industria. Algunos aseguran que el país se ha vuelto importador, afectando a los productores nacionales, ¿esto ha pasado?Eso puede pasar, el índice de producción industrial no tiene un buen comportamiento, está rezagado respecto al resto de la economía. La industria no se ha recuperado después de la crisis global, sigue afectada por el mercado venezolano y la revaluación no ayuda, por lo tanto no es un sector que jalonará la economía.Además del control de capitales, ¿qué otras medidas considera que debe adoptar el Gobierno para atajar la caída del dólar?El Gobierno debería al menos empezar por usar las herramientas disponibles, los controles de capital, entre ellas. Las opciones no son muchas. Probablemente los controles a los flujos de capital no resolverán el problema. Pero no entiendo la reticencia del Gobierno Nacional al respecto; parece motivada más por razones ideológicas que cualquier otra cosa. Algunos sectores exportadores (o incluso aquellos que compiten con importaciones) están atravesando dificultades. La coyuntura cambiaria ha vuelto a complicarse. Y todo apunta a más problemas en este frente: los mayores flujos de inversión extranjera, el aumento de las tasas de interés, los problemas de la economía de los Estados Unidos, etc. Usted ha dicho que el Gobierno debe adoptar una nueva política fiscal debido al impacto de la ola invernal, la cual conllevará a desviar recursos que no se tenían previstos. ¿Llegó la hora de que se cambié la estrategia?Yo he dicho que la estrategia fiscal del Gobierno estaba centrada en cómo administrar una bonanza de recursos naturales. De allí, por ejemplo, la reforma a las regalías y la llamada regla fiscal que no es otra cosa que un mecanismo de ahorro automático. Esta estrategia debe revisarse como resultado de la tragedia invernal. La reforma a las regalías, por ejemplo, debería ocuparse menos de la milimetría regional y más de cómo financiar las obras de infraestructura que el país necesita construir y reconstruir. Tampoco creo que la regla fiscal sea pertinente en este momento, pues uno no se pone a pensar cómo y cuánto va ahorrar cuando se le derrumba la casa.El invierno ha generado alzas en los productos básicos de la canasta familiar. ¿Es posible que la inflación aumente considerablemente este año y eso impacte la economía?La inflación de alimentos seguramente va a crecer en los próximos meses. Pero los aumentos podrían revertirse hacia el final del año. Yo sigo creyendo que la inflación va estar por debajo de 4%, pero sin duda hay un riesgo de una inflación más alta.¿Usted le cree a la ley del Empleo?Creo que es más o menos irrelevante y no va a tener un efecto sustancial. El desempleo y la informalidad siguen siendo problemas graves y poco se está haciendo al respecto. Yo sí creo que los costos laborales afectan en alguna medida la generación de empleo formal, pero la ley de Primer Empleo es insuficiente, además los ahorros para los empresarios son transitorios y no significativos.¿Qué hace falta entonces?El desempleo es un problema grave, el país no puede seguir con tasas mayores al 12%. Colombia tiene los niveles más taltos comparado con Chile, Brasil, Perú e inclusive con Argentina. Preocupa la informalidad que es un problema estructural y la solución es muy difícil resumirla. Se deberían examinar más los costos laborales no salariales o impuestos al trabajo para ver de qué manera pudieran reducirse, pero no es lo único. Creo que en esta coyuntura, en algunas ciudades, se podría implementar un programa de generación de empleo de emergencia. El presidente Santos lo dijo y habría que trabajar en eso, serían programas de obras públicas cofinanciados entre la Nación y los entes territoriales.

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