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El Valle del Cauca revive el negocio de los alcoholes

La Industria de Licores del Valle y la empresa Ambiocom se le miden a este actividad que fue abandonada hace varios años. Perspectivas.

21 de junio de 2015 Por: Redacción de El País

La Industria de Licores del Valle y la empresa Ambiocom se le miden a este actividad que fue abandonada hace varios años. Perspectivas.

Por fin la expectativa y hasta el sueño de algunas licoreras del país se cumplirá. En Colombia y específicamente en el Valle del Cauca, se retomará la producción de alcohol potable para la elaboración de  licores y de alcoholes industriales para los sectores de cosmética y farmacéutica. Hace más de ocho años que en la región se suspendió este negocio, lo mismo le sucedió a otros departamentos, debido a que los costos de la materia prima (las melazas de la caña de azúcar) se encarecieron y no era  competitivo producirlos. El sector de la caña, que tiene  sembradas 220.000 hectáreas en el Valle, dedicó todos sus cultivos solo a la producción de azúcar, energía y  etanol para la mezcla con gasolina, hoy producen 400 millones de litros al año y no hubo cabida para la elaboración  de otros alcoholes como los potables con los que se fabrica el aguardiente. Se estima que en la actualidad se importan de Ecuador y Bolivia 55 millones de litros de alcoholes al año para las industrias licoreras del país, los cuales podrían elaborarse desde el Valle. “Es inaudito que se tenga que importar alcohol cuando tenemos una tierra bendecida para producir caña”, afirmó el Gobernador, Ubéimar Delgado, quien esta semana dio la noticia de que la Industria de Licores del Valle, ILV y la empresa local Ambiocom  volverán a producir alcohol potable para el país.  Para el proyecto  se necesitarán 1500 hectáreas de caña, con estas se producirán 18 millones de litros de alcoholes al año para licores inicialmente, y para la industria cosmética o farmacéutica, según la estimaciones de la firma Ambiocom, integrada por varias empresas que prevén y comercializan caña en la región. Una oportunidadEl año pasado algunas licoreras del país hicieron acercamientos con empresas del sector cañero con el fin de mirar la posibilidad de que estos produjeran también alcohol potable para estas compañías, iniciativa que no se concretó. Pero ahora esta posibilidad es un hecho por parte de la ILV, noticia que ha sido  bien recibida por el sector de licores del país.  Fernando Restrepo, gerente de la Fábrica de Licores de Antoquia (FLA) afirmó que “nosotros habíamos buscado  y soñado con esta alterativa, pues  siendo Colombia un   cultivador  de caña no es lógico que importemos el alcohol, por eso ahora  surge un proveedor nacional que  garantice calidad inmediatamente se compra en el país” dijo.  Para este directivo, es  preferible tener un proveedor local colombiano porque eso genera seguridad en el suministro de la materia prima y ahorro en el transporte y tiempos de entrega. En el caso de esta  compañía, al año consumen  12 millones de litros de alcohol extra-neutro para el aguardiente, que importan de Ecuador y Bolivia,  y 4,8 millones de litros de tafias (aguardiente de caña) para hacer ron que producen directamente con melazas  que compran en el Valle del Cauca. Para Rafael Picciotto, director Financiero de la empresa Brandy Domecq, que se produce en el Valle, afirmó  que retomar la producción de alcohol en la región es una decisión lógica y positiva, porque  coincide en que es “absurdo tener que importarlo cuando se vive en un territorio que tiene la materia prima, como la caña”. Agregó que la producción local de alcoholes será clave para afianzar el clúster de la caña y los licores, pues no solo se abastecerá el mercado local, sino seguramente el resto de licoreras.  En el Valle también operan empresas como Licores América que está enfocada en el mercado externo. Esta compañía actualmente importa alcohol del Ecuador y las directivas consideran que tener una alternativa local será importante, porque de acuerdo con Jorge Villegas, gerente de esta firma, el alcohol  en la producción del licor representa en muchos casos el 30 % de los costos. De ahí la importancia de tener una materia prima más cerca a las plantas y  competitiva.  Al respecto, Luis Eduardo Martínez, gerente de la ILV, aseguró que   las licoreras del país  habían quedado totalmente expuestas a la importación de alcoholes y sometidas a los cambios del mercado, por lo que la empresa vallecaucana espera suplir esa necesidad con el proyecto que se puso en marcha. La idea es que para el mes de noviembre  de  este 2015 la destilería  San Martín de la Licorera del Valle esté produciendo alcoholes y poco a poco incremente su capacidad para atender la demanda nacional, inclusive no descartan avanzar hacia el mercado externo.  “Con la apertura de la destilería se fortalecerá el liderazgo del Valle del Cauca a nivel nacional e internacional como un departamento productor, favoreciendo la siembra de la caña, la producción de  la miel, de la vinaza, y la generación de empleo entre muchas otras bondades”, afirmó el gobernador Ubéimar Delgado, pues el proyecto permitirá la creación de 50 empleos directos y unos 400 indirectos, además de aumentar los ingresos de la Industria Licorera del Valle que diversifica su portafolio. Alcance del proyecto La Industria de Licores del Valle (ILV) proyecta producir 18 millones de litros de alcoholes al año, es decir, que estaría cubriendo una tercera parte de la demanda nacional de las licoreras, sin contar con la demanda de otros alcoholes que puede tener la industria cosmética o farmacéutica. Con esta iniciativa, en la que se invertirán US$10 millones en su fase inicial, el Valle revive la producción de  alcoholes en el país, pues en este momento solo  se hace etanol para la mezcla con  gasolina.Harold Garrido, gerente de Ambiocom, empresa que apoyará con inversiones la reactivación de la destilería de San Martín de la ILV  (a través de un contrato de colaboración por 25 años), explicó que los socios de la organización cuentan con 3000 hectáreas de caña y la mitad se usará para producir las mieles que se necesitan para esta operación.  Se estarían elaborando inicialmente 6000 litros diarios en la destilería. La idea es producir  alcohol extra neutro para licores, tafias para rones, etílico rectificado,  desnaturalizado, etílico sin desnaturalizar y hasta carburante. Los cálculos de los promotores indican que en el primer año se  tendrían ingresos por $40.000 millones y para el segundo por $50.000 millones, con ventas en el mercado nacional y posiblemente en el exterior.Incluso los directivos del proyecto han entablado conversaciones con empresas de Panamá interesadas en comprar los alcoholes.  El Valle del Cauca cuenta con  5 destilerías, pero solo producen etanol y en los próximos días se dará apertura a  la nueva planta de Riopaila Castilla, con la cual la producción anual del carburante superará los 400 millones de litros año. A esto se les suma ahora  la reactivación de la destilería San Martín, que da apertura a un nuevo negocio para la  ILV y para la región.

 

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