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Presidenta de Asocajas, Adriana Guillén | Foto: Colprensa

CAJAS DE COMPENSACIÓN FAMILIAR

El salvavidas por el que claman las cajas de compensación familiar

Presidenta de Asocajas, Adriana Guillén, dice que giro de dineros al Fosyga tiene en dificultades a varias de esas entidades.

1 de noviembre de 2017 Por: Elpais.com.co

Las cajas de compensación familiar se han convertido en un importante sistema para brindar soluciones en educación, salud, mercadeo y cultura a la comunidad, pero su modelo podría estar en riesgo.

Así lo advierte la presidente de Asocajas, el gremio de esas entidades en Colombia, Adriana María Guillén, al señalar que esas instituciones no deben seguir siendo la caja menor del Gobierno, pues muchos de los aportes de los empresarios están financiando programas que son del resorte estatal.

Se calcula que cerca de 9.102.000 trabajadores reciben beneficios directos del sistema y a través de ellos se benefician 11.357.000 personas. La dirigente le contó a Colprensa cuáles con las razones para pedir una revisión al gremio y qué factores son los que han llevado a que reclamen un salvavidas al Gobierno Nacional.

¿Cuál es la situación de las cajas de compensación en la actualidad?

Hay muchas cosas que decir. Los primero es que somos entidades maduras y con experiencias que pueden aportar mucho al desarrollo del país. Pero también tenemos cosas que modificar de cara al futuro.

¿Qué cosas deben modificar?

Hay que contemplar muchas cosas. Por ejemplo, las familias han cambiado. Ya no son tan numerosas como cuando nacimos. Hoy hay hogares que no tienen niños o que son unipersonales. El sistema se tiene que adaptar a las composiciones demográficas. Otra de las cosas que debemos estudiar es la distribución de ese aporte del 4% que recibimos de los empresarios porque estamos perdiendo el foco con el que nacieron las cajas, que son los trabajadores formales que ganan menos de cuatro salarios mínimos legales vigentes.

¿Cuando habla de que se ha perdido el foco de las cajas a qué se refiere?

A que somos conscientes de que hay muchos problemas sociales, pero las cajas no se crearon para responder a cosas que son prioridad del Estado. Lo que pedimos es que se conserve el objetivo para el que fueron creadas, que son los trabajadores formales.

¿Cómo se deben enrutar esos esfuerzos hacia los trabajadores?

Lo primero es que necesitamos que los trabajadores conozcan las ventajas que tienen las cajas. Hay gente que no sabe qué son, que tienen derecho a subsidio y para esto necesitamos hacer mayor difusión de nuestros servicios. También queremos que los empresarios conozcan los beneficios que tiene para ellos este aporte del 4%.

Precisamente, por esto último, hay personas que piensan que este aporte se debe eliminar…

Nosotros consideramos que hay que mantenerlo. Cuando se suprimieron los aportes parafiscales del
ICBF, Sena y Salud se pensó que esto iba a tener un impacto directo sobre la tasa de desempleo, pero no lo ha hecho de manera importante. Tenemos que convencer a nuestros empresarios de que este aporte es una inversión social, más que un costo laboral.

¿Por qué el ‘jalón de orejas’ que les hizo al presidente Santos sobre el manejo de los recursos de las cajas?

La realidad fiscal del país es evidente para todos. El mismo Ministro de Hacienda explicó hace poco que con la caída del petróleo y tantas vicisitudes que hemos sufrido, los recursos son escasos. De manera que es cierto que el recaudo es insuficiente y por ahí va encaminado el llamado de atención. Y es que se están usando los aportes de las cajas para terminar de cubrir proyectos que no pueden ser financiados por el Estado.

Pero dichos recursos son utilizados para proyectos que tienen los mismos intereses sociales que las cajas…

Sí, y entiendo la finalidad loable de ellos porque toman los recursos para invertir en vivienda, trabajo, salud. El problema es que ven a nuestras entidades como una caja menor y lo que están haciendo es desestructurando el sistema. El llamado de atención fue diciendo: mire, estamos haciéndole un daño a la estructura de las cajas y al final estamos entrando a confrontaciones que no llevan a la eficiencia.

¿Qué consecuencias ha traído que estos recursos se utilicen para otro tipo de fines?

La cuota monetaria, por ejemplo, antes era de $56.000 por cada miembro de la familia del trabajador. Hoy está cercana a los $26.000. ¿Por qué se redujo? Porque a nuestro sistema cada vez le han ido colgando más cositas que no están en nuestro foco. Esto no quiere decir que nos tenemos que desvincular de las alianzas con otros sectores, pero sí que no podemos perder nuestro rol.

Concretamente ¿para qué están siendo utilizados los recursos de las cajas?

Una buena parte de ese 4% que nos pertenece se va al Fosyga (Fondo de Seguridad y Garantías) y a la prestación general de servicios de salud. Las cajas son importantes para este servicio, sobre todo en las regiones más pequeñas. Sin embargo, hemos trasladado muchos recursos al sistema de salud, que es una responsabilidad primaria del Estado. Hoy las cajas tienen pasivos por medio billón de pesos en los programas de salud subsidiada y esto nos pone en riesgo.

¿Cuál es el riesgo que corren estas entidades?

Son muchos. Por ejemplo, hoy tenemos dos cajas intervenidas, no por corrupción, sino porque los sistemas de salud se las están llevando. Estamos en un dilema: o liquidamos los programas de salud, o salvamos las cajas.

¿Eso quiere decir que están en crisis?

Sí, porque no podemos escapar de la crisis que tiene el sistema de salud. Y no es que no queramos ser solidarios, pero es que las cajas estamos enviando entre el 5 % y el 10% de ese 4% que recibimos y ya es hora de que nos lancen un salvavidas, porque hemos enviado más de $5 billones al Fosyga.

¿Y cómo se puede solucionar esta problemática?

Tenemos que sentarnos a conversar. El Estado debe empezar a proponer un enfoque sobre la realidad de las cajas y para ello nosotros estamos construyendo propuestas para presentarle al próximo Gobierno. Pero debemos esperar a ver qué pasa en las elecciones porque cada vez que hay un nuevo mandato, se crea una forma diferente de orientar los recursos. Lo que tenemos claro es que queremos hacer propuestas en temas sociales, de salud, educación y vivienda.

Sin embargo, este Gobierno les deja vía libre para desarrollar proyectos en el posconflicto con recursos públicos. ¿En qué se quieren enfocar?

El Presidente tiene razón. Podemos ser aliados estratégicos para el Estado porque tenemos presencia en las regiones y nos interesa trabajar el tema de ruralidad, porque ahí hay mucho que hacer, sobre todo en la formalización laboral.

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